En el noveno día de la invasión rusa a Ucrania, en la que el Gobierno ucranio estima que han muerto más de 2.000 civiles, distintos organismos internacionales alertan también sobre la posible pérdida de patrimonio. La primera pérdida notable en este aspecto ha sido el Museo Histórico y Cultural de Ivankiv, ubicado unos 70 kilómetros al noroeste de Kiev. El edificio, fundado en 1981 e incendiado ahora por las tropas rusas, guardaba entre su colección 25 cuadros de Maria Primachenko, una de las pintoras ucranias más notables y representante del arte naíf. El ministerio de Asuntos Exteriores ucranio considera que “creó obras maestras de fama mundial. Su especial don y talento cautivaron a Pablo Picasso”. Con la llegada del ejército de Putin a la capital, las miras están ahora puestas en la catedral de Santa Sofía, uno de los siete lugares de Ucrania declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
La embajada de Ucrania ante el Vaticano ha pedido este martes al Gobierno ruso que no la destruyan, algo que no se descarta que ocurra en las próximas horas, tal como recogen los servicios de Inteligencia ucranianos. “Según los datos de los servicios de Inteligencia, los rusos están preparando un ataque aéreo contra la catedral de Santa Sofía en Kiev, patrimonio de la Humanidad de la Unesco”, escribió la embajada en su cuenta de Twitter, que asegura que el templo, del siglo XI, es “la perla de Ucrania”. “HACEMOS UN LLAMAMIENTO A LOS RUSOS: ¡¡¡NO COMETAN ESE CRIMEN!!!”, añadió la legación diplomática en una petición desesperada en las redes sociales.
También ha mostrado su preocupación el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), organización internacional no gubernamental asociada con la Unesco. La entidad “teme que graves amenazas pesen sobre el patrimonio de Ucrania”, según ha expresado por medio de un comunicado. “Icomos recuerda a las partes involucradas la extrema fragilidad del patrimonio cultural durante los conflictos armados, incluso cuando son daños no deliberados”, firma el consejo, que recuerda a las partes involucradas que salvaguardar el arte es uno de los compromisos asumidos bajo las Convenciones Culturales de la Unesco.
El Instituto Smithsonian, centro de educación e investigación administrado por Estados Unidos, que posee además una lista de museos asociados, también ha llamado a proteger las propiedades culturales. “La belleza del arte, la arquitectura, la literatura y la música de Ucrania ha florecido durante décadas; sus museos son algunos de los más venerados de Europa”, ha declarado este jueves Lonnie Bunch, secretario del Smithsonian, en un comunicado. “Si queremos llegar a una época en la que personas de todas las culturas, credos y nacionalidades puedan coexistir pacíficamente, primero debemos entendernos a nosotros mismos y a los demás”. El instituto ha dado luz verde a un plan para intentar proteger y rescatar de la guerra todas las piezas posibles.
El director del Museo Nacional de Ucrania, Fedir Androshchuk, tampoco descarta la posibilidad de que, más allá de destruir sus bienes, el ejército ruso los saquee para llevárselos a su país, según ha comunicado a través de un correo electrónico: “No hay garantía de que el Patrimonio Cultural ucraniano no sea expoliado y trasladado a los museos rusos, sobre todo teniendo en cuenta que Kiev ocupa un lugar especial en la interpretación que hace Putin de la historia de Rusia y sus raíces. Muchos hallazgos realizados en Ucrania durante el siglo XIX y principios del XX ya se encuentran en los dos mejores museos rusos. Y también hay pruebas de que los objetos de las excavaciones arqueológicas en Crimea se han enviado al Museo del Hermitage de San Petersburgo”.
De entre los bienes de Ucrania expuestos a la guerra y registrados por la Unesco, el país cuenta con siete lugares declarados Patrimonio de la Humanidad, cuatro elementos de patrimonio cultural inmaterial y ocho reservas de la biosfera entre otros. La Unesco destaca los siguientes:
Catedral de Santa Sofía, conjunto de edificios monásticos y Laura de Kievo-Petchersk
Proyectada para rivalizar con Santa Sofía de Constantinopla, la catedral Santa Sofía de la capital ucraniana es el símbolo de la Nueva Constantinopla, denominación dada a la capital del principado de Kiev, creado en el siglo XI en una región evangelizada después del bautismo de San Vladimir en el año 988. La influencia espiritual e intelectual del monasterio de Kievo-Petchersk contribuyó de manera considerable a la propagación de la fe y el pensamiento ortodoxos en el mundo ruso entre los siglos XVII y XIX.
Lviv – Conjunto del centro histórico
El centro histórico de Lviv fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad en 1998 por la Unesco, que lo definió como un ejemplo sobresaliente de la fusión de las tradiciones artísticas y arquitectónicas de Europa oriental con las de Italia y Alemania. El papel político y comercial de Lviv atrajo a una gran diversidad de comunidades con diferentes tradiciones culturales y religiosas, que se establecieron en barrios separados aunque interdependientes dentro de la ciudad, de lo cual hay todavía evidencia en el paisaje urbano. En el conjunto del centro histórico, que abarca 120 hectáreas y conserva su topografía medieval, se encuentran más del 50% de los monumentos de la Ucrania actual, entre los que destacan el teatro de la ópera, la catedral romana, la armenia, la ortodoxa y la de San Jorge.
Bosques antiguos y primarios de hayas de los Cárpatos y otras regiones de Europa
Este sitio transfronterizo abarca un total de 12 países. Desde finales de la era glaciar, los hayedos de Europa se extendieron rápidamente a partir de algunos refugios aislados en los Alpes, los Cárpatos, los Alpes Dináricos, el Mediterráneo y los Pirineos, en un proceso que tomó algunos miles de años y que continúa todavía hoy. El éxito de la expansión de la haya se explica por la flexibilidad de la especie y su tolerancia a diferentes condiciones climáticas, geográficas y físicas.
La Residencia de los metropolitanos de Bucovina y Dalmacia
Representa una sinergia de estilos arquitectónicos construida por el arquitecto checo Josef Hlavka de 1864 a 1882. El sitio, en parte en Ucrania, es un ejemplo excepcional de la arquitectura historicista del siglo XIX e incluye un seminario y un monasterio. La iglesia del seminario, de planta cruciforme coronada por una cúpula, posee un jardín y un parque. El complejo expresa las influencias arquitectónicas del periodo bizantino y encarna la presencia que tuvo allí la iglesia ortodoxa durante el dominio de los Habsburgo.
Ciudad antigua del Quersoneso táurico
El yacimiento presenta los restos de una ciudad fundada por los griegos dorios en el siglo V a.C. en la orilla norte del Mar Negro. Abarca seis yacimientos con restos urbanos y terrenos agrícolas divididos en varios cientos de chora, parcelas rectangulares de igual tamaño. Las parcelas servían para cultivar viñedos cuya producción era exportada por la ciudad, que prosperó hasta el siglo XV. El yacimiento presenta varios complejos de edificios públicos y barrios residenciales, así como monumentos paleocristianos junto a restos de asentamientos de la Edad de Piedra y del Bronce; fortificaciones de torres romanas y medievales y sistemas de abastecimiento de agua; y ejemplos excepcionalmente bien conservados de plantación de viñedos y muros divisorios.
‘Tserkvas’ de madera
Las tserkvas de madera de la región de los Cárpatos son un conjunto de iglesias ortodoxas y católicas que fueron inscritas en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 2013. Construidas con troncos horizontales de madera entre los siglos XVI y XIX por comunidades de fe ortodoxa y católica griega, son el testimonio de un tipo de construcción con raíces en el diseño eclesiástico ortodoxo entrelazado con elementos de la tradición local, además de referencias simbólicas a la cosmogonía de sus comunidades. Entre los elementos importantes de algunas tserkvas se encuentran los campanarios de madera, los patios de las iglesias, las casas de la puerta y los cementerios.
Arco geodésico de Struve
El arco geodésico de Struve es un conjunto de triangulaciones que se extiende por diez países, a lo largo de 2.820 km, desde Hammerfest (Noruega) hasta el Mar Negro. Compuesto por los puntos de la triangulación realizada entre 1816 y 1855 por el astrónomo Friedrich Georg Wilhelm Struve, este arco permitió realizar la primera medición precisa de un largo segmento del meridiano terrestre. Esta triangulación contribuyó a definir y medir la forma exacta de la Tierra y desempeñó un papel importante en el adelanto de las ciencias geológicas y la realización de mapas topográficos precisos. Es una muestra extraordinaria de la colaboración científica entre sabios de distintos países, así como un ejemplo de cooperación entre varios monarcas europeos en pro del progreso científico.