El director de orquesta Valery Gergiev está en el ojo del huracán por su amistad personal con Vladimir Putin. REUTERS/Lisi Niesner
El pasado viernes, la Orquesta Filarmónica de Zagreb dio punto de partida a una ola de cancelaciones a la producción artística rusa, en tiempos de invasión y guerra en Ucrania. Casi al mismo tiempo, la Royal Opera House de Londres anunció que suspendió las actuaciones del reconocido Ballet Bolshoi previstas para el verano europeo. Y los organizadores de la popular competencia musical por televisión, Eurovisión, no admitirán la participación de representantes de la Federación Rusa. Más notorio aún, el maestro Valery Gergiev, muy cercano al líder ruso Vladimir Putin, se ve acosado por pedidos de pronunciamiento e incluso, no fue muy bien recibido en un concierto en la Scala de Milán.
Se abre el debate sobre la legitimidad, oportunidad y alcance simbólico de este tipo de acciones.
La Filarmónica de Zagreb, Croacia, cambió el programa del concierto del viernes por la noche, en solidaridad con Ucrania
“Debido a la nueva situación en Ucrania que afecta a todo el mundo y está causando una terrible preocupación, la Orquesta Filarmónica de Zagreb expresa su solidaridad con el pueblo ucraniano y cambia su programa del concierto de esta noche”, comunicó la orquesta en su sitio web. De las tres composiciones de Tchaikovsky que iba a interpretar el viernes en la Sala Vatroslav Lisinsky de la capital croata, solo una pieza para violín permaneció en el programa, mientras que las otras dos fueron reemplazadas por obras de Ludwig van Beethoven y Samuel Barber.
“Ayer tuvimos ensayos que fueron muy sombríos”, expresa el comunicado citando a su director, Mirko Boch, en declaraciones a los medios de su país. “Tenemos muchos colegas de Ucrania y estaban muy molestos y todos nos sentimos mal, así que cambiamos el programa del concierto“, declaró Boch.
Mientras tanto, el Teatro Nacional de Croacia en Zagreb anunció el aplazamiento de un próximo concierto, previsto para el 6 de marzo y titulado “Serenata rusa”, sin más detalles sobre los motivos.
Manifestantes se reunieron para protestar contra la invasión de Rusia a Ucrania, en Berlín. REUTERS/Christian Mang
El maestro ruso Valery Gergiev, director del Teatro Mariinsky de San Petersburgo y conocido por sus estrechos vínculos con el gobierno ruso de Vladimir Putin, fue repentinamente excluido de participar en conciertos en los que estaba programado para dirigir la Orquesta Filarmónica de Viena en el Carnegie Hall de Nueva York. Al mismo tiempo en Alemania, se le pidió que se pronunciase públicamente contra las operaciones militares o de lo contrario correría el riesgo de perder su trabajo como director principal de la Orquesta Filarmónica de Munich, que ejerce desde 2015.
“Le he pedido a Valery Gergiev que se distancie clara e inequívocamente de la brutal guerra de Putin contra Ucrania, que ha alcanzado a nuestra ciudad hermana de Kiev”, dijo en un comunicado el alcalde de la ciudad bávara, Dieter Ritter. “Si Gergiev no lo hace antes del lunes, no podrá permanecer como director titular de nuestra Filarmónica”, afirmó el funcionario.
El alcalde de Milán, Giuseppe Sala, y el superintendente de la Scala, Dominique Meyer, también le han pedido al director de orquesta ruso que aclare si posición y condene el ataque. En caso contrario, cesará su colaboración en el famoso teatro de ópera. Gergiev, de 66 años, debutó el miércoles por la noche en la Scala con “La dama de picas”, una ópera en tres actos con música de Chaikovski, que se representará otras cuatro veces desde el 5 hasta el 13 de marzo. En el estreno, fue recibido con silbidos y algunos de gritos de “andate”, aunque al final fue despedido con aplausos.
En la víspera del debut, diversos sindicatos consideraron inoportuna la presencia del director ruso: “El gran maestro nunca ha perdido la oportunidad de reiterar su amistad con el presidente ruso, Vladimir Putin. Sería importante que Gergiev, hombre de cultura y, esperamos, hombre de paz, quisiera enviar un mensaje de esperanza y paz a Italia y al mundo desde un escenario tan importante como el Teatro de la Scala”, concluyó el comunicado gremial.
Escena de una presentación de la famosa compañía de danza del Teatro Bolshoi de Moscú. AP
La Royal Opera House de Londres canceló una residencia del Ballet Bolshoi de Moscú, compusta por 21 funciones programadas del 26 de julio al 14 de agosto. En un comunicado, la sala londinense expresó: “Una temporada de verano del Ballet Bolshoi en la Royal Opera House estaba en las etapas finales de su planificación. Desafortunadamente, en las circunstancias actuales, la temporada no puede seguir adelante”.
Vladimir Urin, el director del Bolshoi, fue designado por el gobierno de Putin en 2013 y renovó su mandato cuatro años después. Urin, de 74 años, es partidario de Putin y estuvo entre los 100 firmantes de una carta abierta de importantes figuras culturales rusas que respaldaron la anexión de la península de Crimea en 2014.
Mientras tanto, otras situaciones por el estilo suceden con otras compañías rusas de gira por el Reino Unido. La Universidad de Dublín canceló una función de “El lago de los cisnes” por parte del Royal Moscow Ballet porque quiso “enviar un mensaje inequívoco al gobierno ruso de que sus deplorables acciones tienen consecuencias que tendrán un impacto en las esferas política, económica, deportiva y cultural a nivel mundial y en todos los niveles”.
Por su parte el Ballet Estatal Ruso de Siberia debía completar una serie de tres funciones en el Teatro Royal & Derngate de Northampton pero la sala suspendió las actuaciones. “Dada la situación en Ucrania, Royal & Derngate han tomado la decisión de cancelar las funciones del Ballet Estatal Ruso. El público que haya comprado entradas recibirán el reembolso completo y serán contactados por nuestro equipo de boleterías durante los próximos 10 días”, reza un comunicado.
Fuente: Infobae