Festival Temporada Alta en Buenos Aires: entre los festejos y la realidad

Celebra los 10 años de festival y los 20 años de vida de Timbre 4, sede del encuentro. En una edición más acotada que otras temporadas por las dificultades que impuso la pandemia, la idea es volver a la esencia con la programación de una mayoría de espectáculos catalanes.

Contemplará una grilla presencial internacional, acompañada de algunas obras en formato online, además del ya tradicional Torneo de Dramaturgia y diversos seminarios escénicos realizados por artistas nacionales.

Celebrar que el teatro existe y volver al origen. Eso resume el espíritu del Festival Temporada Alta en Buenos Aires (TABA) que es, según sus hacedores “una cita teatral de referencia en el verano desde el 2013”. En sus inicios, la propuesta hizo eje en la producción escénica catalana y con el paso del tiempo se nutrió de proyectos provenientes de una variedad de países. En esta edición 2022, que no sólo celebra los 10 años de festival, sino los 20 años de vida de Timbre 4 (sede del evento), la apuesta es volver a su esencia: la de traer programación catalana a Buenos Aires.

El festival se realiza hasta el 27 de febrero bajo una modalidad mixta. Contemplará una línea de programación presencial internacional, acompañada de algunas obras en formato online, además del ya tradicional Torneo de Dramaturgia y diversos seminarios escénicos realizados por artistas nacionales.

Temporada Alta es uno de los festivales de artes escénicas más prestigiosos de España; surgió hace ya 26 años en Girona, Cataluña. La versión local, TABA, nació como resultado del vínculo artístico con Timbre 4 (sala referente del circuito independiente a nivel local). Maxime Seugé, productor de la sala fundada por Claudio Tolcachir, sostiene que reanudar la temporada con el festival “es una inmensa alegría» porque significa que los lazos que crearon se conservan y están “muy orgullosos” de eso. “Es un festival que está en el corazón de la historia de Timbre y nos pone felices poder sostenerlo en el tiempo y que los espectadores nos sigan en esa aventura”, agrega. Además, está convencido de la importancia de contar con ese tipo de espacios que fomentan el reencuentro y ver teatro porque “los intercambios con compañías que vienen de otros países son necesarias y nos alimentan”.

Sin embargo, los diez años del TABA coinciden con un momento en el que el sector cultural está intentando salir de una experiencia que significó un gran trauma y desgaste. Con lo cual, son los primeros diez años de festival, pero también “son de transición e integración con lo que viene sucediendo en este último tiempo”, analiza Mónica Acevedo, coordinadora artística del TABA. Es una edición más acotada que otros años por todas las dificultades que impuso la pandemia. “Teníamos planificado hacer algo bastante más grande, pero dos proyectos importantes se nos cayeron con todo el escenario COVID, que empezó a dificultar mucho las gestiones. También porque la economía no acompañó tanto esta vez al proyecto”, refiere.

Acevedo entiende que las ideas suelen quedar en manos de contingencias, que muchas veces, exceden. “No siempre querer es poder. Muchas veces soñamos de una manera el festival y luego las posibilidades de realizar ese sueño no son las que quisiéramos; debemos adaptarnos y ajustarnos a lo posible, sin dejar de exigirnos que sea un evento de calidad, que genere encuentro, goce y sea una experiencia gananciosa en todos los sentidos”, manifiesta.

Pero, sobre todo, al ser un festival independiente, Acevedo destaca que dependen en gran medida de ayudas nacionales, internacionales, de colaboraciones institucionales y de personas particulares, por lo que no pueden tener la certeza de contar con esas ayudas hasta muy poco tiempo antes de que suceda el festival. “Eso te mantiene con mucha incertidumbre hasta último momento. Entonces, es como estar surfeando una gran ola durante un largo tiempo, intentando no perder el equilibrio y no perder el disfrute de lo que nos mueve, generar un evento que ofrezca encuentro, intercambio, retroalimentación y aprendizaje”.

En ese sentido, lo especial de esta edición es que será un festival que intentará reponer el encuentro los espectadores en las mejores condiciones posibles, dado el complejo escenario que se sigue atravesando. Para Acevedo “será una edición menos voluminosa en términos de programación presencial, pero igualmente diversa y con un espíritu de renovación, con propuestas en su mayoría de características menos convencionales, sobre todo la programación catalana, cargada de muchos creadores jóvenes”.

La programación presencial

La programación incluye a El señor Armand, alias Garrincha, una producción peruana con dramaturgia de Serge Valletti, actuación de Jorge Armas y dirección de Gilbert Rouviere, que se presentará este miércoles a las 20.30 y el jueves 17 a las 22.30. La puesta, que conjuga el fútbol con el teatro, será la encargada de abrir el festival y es la única de las que cuatro que se presentan de manera presencial que no es de origen catalán.

Por su parte, Livalone, es una creación de Alejandro Curiel y Francesc Cuéllar, interpretada por ambos y con audiovisuales de Curiel, que tendrá funciones el jueves 17 y viernes 18 a las 20.30. A través de la conferencia como formato vehiculizador, la obra construye un relato en primera persona sobre los caminos para conseguir la autosuficiencia antes de los treinta. “Livalone nace, de la necesidad de irse a vivir solo, pero sobre todo, de la frustración de darse cuenta que es imposible, de que es muy complicado porque a nivel económico es inviable. Entonces van apareciendo el resto de temas que acompañan esa problemática, como la precariedad laboral y la dificultad de acceder a una vivienda digna”, describe Curiel.

En tanto, Pocahontas o la verdadera historia de una traviesa, otra de las obras que tendrá lugar en el TABA, cuenta con texto, dirección e interpretación de Bárbara Mestanza y dirección de trabajo corporal de Carla Tovias. Podrá verse el sábado 19 y domingo 20 a las 20.30. Se trata de un unipersonal que toma la figura de Pocahontas y problematiza sobre la figura contemporánea de la mujer. “Creo que contar esta historia, hablar de su vida, o intentar dar voz a esa que ella fue, es un acto de legitimación absoluto de todas esas historias que nunca verán la luz, de todas esas mujeres que nunca protagonizaron las hazañas históricas”, dicen Tovias y Mestanza sobre la obra. “Lo que tienen de particular Pocahontas Livalone es que son de creadores bastante jóvenes, muy legitimados en Cataluña”, complementa Acevedo.

Pocahontas o la verdadera historia de una traviesa

Por último, el sábado 19 y domingo 20 a las 19, 19.35, 20.10, 20.45, 21.30 y 22.15 habrá funciones de Se respira en el jardín como en un bosque, con texto de Pablo Gisbert sobre idea de El Conde De Torrefiel, diseño sonoro de Rebecca Praga, voz de Tanya Beyeler, imágenes de Olga Fedorova y dirección técnica de Isaac Torres. Sobre la propuesta, Acevedo explica que “se trata más bien de una experiencia”, porque no tiene actores en escena, sino que “el espectador ocupa el rol de intérprete y público consecutivamente”.

Online

Bajo la modalidad online se harán presentes dos obras chilenas que son a la gorra. Una es Preludio, de la compañía Teatro Niño Proletario, que reflexiona en torno a la pérdida de visión con testimonios de tres personas. La otra es Flaca alejada, una obra sonora en formato podcast, que es creación de la compañía trasandina Geografía Teatral. También se presentarán materiales que serán gratuitos y que en su mayoría fueron generados por Timbre 4 a lo largo de la pandemia, como es el caso de Radio teatro Las esenciales, dirigido por Claudio Tolcachir, María García de Oteyza y Moni Acevedo; Timbre 4 desde cuatro costados, un documental que da cuenta del proyecto Timbre 4; y La hibernación del oso pardo, una pieza audiovisual realizada durante el 2021 por Obradoras escénicas.

Sobre el formato híbrido que adoptó el festival, Seugé destaca al streaming como un instrumento de trabajo más. “Creo que tiene sus ventajas y brinda opciones a propuestas que no se pueden hacer de otra forma. Es una herramienta que les sirve a los artistas para mostrar su trabajo y sería una lástima no aprovecharla”, afirma.

“Si es virtualidad o presencialidad, a mí me gusta el contacto, vernos, encontrarnos, mirarnos, compartir el espacio. Con todos los cuidados que amerita el contexto”, manifiesta Acevedo. Sin embargo, piensa también que “la virtualidad brindó la oportunidad de espectar trabajos creativos que despliegan lenguajes con otras resonancias y muchas veces son experiencias que de otra manera no podríamos apreciar”. Y para ella, eso es interesante, “el trascender las fronteras de la territorialidad y vincularnos con otras miradas, otras reflexiones”.

Otras actividades

Como en cada edición, el Mediterráneo y el Río de la Plata se medirán en el Torneo de dramaturgia transatlántico. El torneo de dramaturgia es un evento clásico de Temporada Alta. En este encuentro competirán textos de Cataluña y Argentina que serán sometidos a un sorteo previo para determinar cuáles se enfrentarán en dos lecturas dramatizadas en cada ronda clasificatoria. El público será el encargado de determinar cuál es el texto ganador, mediante voto popular y secreto. Uno de los objetivos de este combate dramatúrgico es el de “motivar y apoyar la escritura teatral, presentar textos al público y poner en contacto para su conocimiento e interacción a dramaturgos y dramaturgas de diversas culturas”. La entrada es libre y gratuita con reserva a través de Alternativa teatral.

Por otra parte, una de las características de este año es que se presentarán seminarios de creadores nacionales, a los que Acevedo define como “más complejos” en relación con lo que hacían antes, que eran workshops de un día. En esta oportunidad habrá seminarios de tres días sobre temas específicos. Uno de ellos, el de Investigación y creación para intérpretes escénicos, se dará el lunes 21, miércoles 23 y viernes 25 de febrero de 16 a 20. El objetivo es plantear un espacio de práctica para desarrollar las herramientas expresivas y autorales. Está orientado a intérpretes escénicos y lo imparten Obradoras escénicas, una dupla creadora conformada por Moni Acevedo y María García de Oteyza. También tendrá lugar el seminario Vestir la identidad, construcción poética de cuerpo ficcional, que se ofrecerá el lunes 21, martes 22 y miércoles 23 de febrero de 11 a 14. A cargo de Uriel Cistaro y Leticia Coronel, el seminario buscará examinar el diseño de vestuario como espacio experimental, íntimo y de reinterpretación para la creación poética. Por último, Los bordes de la luz y el cuerpo del sonido, será el lunes 21, martes 22 y miércoles 23 de febrero de 11 a 14. Con un sustento teórico y diversas prácticas conceptuales dentro de la sala, el seminario tratará de aprehender las posibilidades creativas de la luz y el sonido a partir de las herramientas y formas de estos. Este último lo impartirá José A. Binetti.

Fuente: Página 12