Por qué casi nadie en Estados Unidos usa WhatsApp, la aplicación de mensajería más popular del mundo
A diferencia de lo que puede pensarse, el servicio de mensajería está presente en el 20% de los usuarios de teléfonos inteligentes de los Estados Unidos, según una encuesta del Pew Research Center.
Cuando se comenzaron a popularizar los teléfonos celulares, en la década de 1990, enviar y recibir mensajes de texto SMS (en inglés Servicio de Mensajes Cortos) era algo costoso para los estadounidenses. Los planes incluían un paquetes de mensajes limitados y sobrepasarlo elevaba la factura mensual del abono.
Con la ampliación de la infraestructura, la tecnología 2G, una mayor cobertura y la gran competencia de las compañías por los clientes, las comunicaciones a través de los mensajes de texto mejoraron notablemente.
A partir de ese momento, las empresas de telefonía móvil empezaron a ofrecer planes con llamadas ilimitadas y SMS sin costo, lo cual hizo muy popular esa opción de envío y recepción de mensajes de texto.
No obstante, contratar el paquete de datos de internet elevaba la cuenta. Si bien los SMS estaban incluidos en el contrato, los estadounidenses se quedaron con la costumbre de usarlos.
Facebook Messenger sobre WhatsApp
El uso de otras aplicaciones de mensajería no es raro en EE.UU., pero varias se consolidaron en el mercado antes que WhatsApp.
Según datos de la plataforma de análisis de mercado Statista, las aplicaciones de mensajería FaceTime (34%), Zoom (34%) y Snapchat (28%) también están por encima de WhatsApp (25%). En tanto, Facebook Messenger es la opción más utilizada (87%) por los estadounidenses.
Facebook Messenger, el mensajero favorito de los estadounidenses. Foto: captura.
Pero tratándose de la comunidad latina en Norteamérica, las cosas cambian: casi un 50% de ese grupo poblacional usa WhatsApp, principalmente debido a que muchos se comunican con contactos de otros países.
En el resto de los países de Latinoamérica, prácticamente todo ocurre y se comunica a través de WhatsApp: las novedades familiares, las reuniones con los amigos, los grupos con los compañeros de trabajo o de la universidad, todo se da mediante esta plataforma.
Esto también la convierte en una de las redes sociales más transversales. Porque aunque los jóvenes prefieren aplicaciones como Instagram o TikTok, todos están en WhatsApp, sin importar su edad u origen socioeconómico.
Los servicios de Facebook estuvieron desconectados siete horas, en una de las caídas más prologandas. Foto: EFE.
Algunos analistas afirman que, a diferencia de la gente en países de otras regiones como Europa o América Latina, los estadounidenses no tienen muchos contactos fuera del país, como ocurre con los latinos. Así que ellos no tienen el problema de enviar un SMS a otro país (lo cual sí les implicaría un costo adicional) como en otras regiones.
«Una de las principales razones de su popularidad en América Latina es que fue uno de los primeros mecanismos disponibles en la región para mantener la comunicación instantánea 100% gratuita. Esto permitió evitar las tarifas de SMS que cobran los operadores móviles», señalaron en el blog DigitalTrends.
La penetración de los iPhone
Un elemento que se suma a la tendencia de los estadounidenses a seguir usando los SMS es la presencia del iPhone. De hecho, el teléfono fabricado por Apple es usado por casi el 50% de los usuarios de móviles de EE.UU.
Su sistema operativo iOS, que potencia a sus emblemáticos celulares, adaptó desde sus primeras versiones la aplicación de mensajería instantánea iMessage a la plataforma de SMS que ofrecen las compañías celulares, por ende el uso de estos mensajes de texto no se vieron afectados como pasó el lunes con los de WhatsApp.
La app de mensajería iMessage, exclusiva de los dispositivos de Apple.
Cuando los usuarios que tienen iPhone se envían mensajes entre sí, el teléfono usa su propia plataforma. Pero si detecta que el otro teléfono es de otro fabricante, como en el caso de los Android, usará la red SMS.
Además, la posibilidad de formar grupos en WhatsApp es otra característica que podría ir cambiando la cultura del SMS que ha estado tan arraigada entre los estadounidenses en las últimas décadas.
Fuente: Clarin