A principios de 2021, Ole Ginnerup Schytz se compró un detector de metales para poder realizar uno de sus pasatiempos favoritos: su afición a la arqueología. Un amigo le dio permiso para que «jugara» un rato en un campo de su propiedad. A las pocas horas volvió con una noticia que terminó de confirmarse días atrás: encontró uno de los mayores tesoros de oro de la historia previkinga de Dinamarca.
Posteriormente, el sitio fue excavado por arqueólogos profesionales de Vejlemuseerne, en colaboración con expertos del Museo Nacional y con financiación de la Agencia de Cultura y Palacios. Lograron extraer 22 objetos únicos.
Los arqueólogos ahora saben que el tesoro fue enterrado hace unos 1.500 años. Los estudios, y las numerosas muestras y datos recopilados, proporcionarán un conocimiento invaluable sobre las conexiones y circunstancias que llevaron al tesoro a ser enterrado por un fuerte cacique de la localidad de Vindelev, en la Edad de Hierro.
El tesoro de oro pesa un kilo. Son 22 piezas de un valor incalculable por su riqueza cultural.
El descubrimiento de la enorme cantidad de oro muestra que Vindelev fue un centro de poder a finales de la Edad del Hierro.
«Sólo un miembro de la alta sociedad sociedad habría podido recoger un tesoro como el que se encuentra aquí» , explica el jefe de investigación de Vejlemuseerne, Mads Ravn.
El tesoro de Vindelev consiste en medallones del tamaño de un platillo, bellamente decorados, los llamados bracteates. También hay monedas romanas que se han convertido en joyas. Ocurren en una combinación y con técnicas de las que nunca se han visto ejemplos comparables. Por lo tanto, los expertos describen la calidad de este hallazgo como única.
Entre las piezas hay monedas y platillos de realizados con una técnica jamás vista hasta ahora.
«Son los símbolos de los objetos los que los hacen únicos, más que su valor en oro, que es de un kilogramo«, agregó Ravn.
Entre las piezas, también hay una que hace referencia al emperador romano Constantino, de principios del siglo IV.Según los primeros exámenes, el tesoro pudo haber sido enterrado como una ofrenda a los dioses en un momento de severos cambios climáticos, cuando las temperaturas se volvieron muy frías luego de una erupción volcánica ocurrida en Islandia en 536, que cubrió el cielo con nubes de ceniza generando temores y hambrunas.
«Hay muchos símbolos, algunos nunca antes vistos, que nos permitirán ampliar nuestro conocimiento de la gente de este período», señaló. Ravn
Creen que el tesoro fue enterrado por un alto miembro de la sociedad vikinga como una ofrenda al dios Odín.
El tesoro fue encontrado cerca de Jelling, en el suroeste de Dinamarca, que según los historiadores se convirtió en la cuna de los reyes vikingos entre los siglos VIII y XII.
Estará en exhibición en el museo Vejle como parte de la gran exposición vikinga que se inaugura el 3 de febrero de 2022.
Uno de los hallazgos es un bracteado que tiene una cabeza masculina con una trenza y varias runas. Debajo de la cabeza se ve un caballo y un pájaro con el que se comunica el hombre. Hay una inscripción rúnica entre el hocico y las patas delanteras del caballo, que según las interpretaciones preliminares dice ‘houaʀ’; ‘el alto’.
Parte del equipo de arqueólogos que colaboró en el cuidadoso trabajo de extraer las piezas enterradas.
Para los investigadores, la aparición de la pesada moneda de oro del emperador romano Constantino el Grande (285-337 d. C.) habla a las claras de un continente europeo que ya en la Edad del Hierro estaba estrechamente conectado por el comercio y la guerra.
Los investigadores creen que la base de la sociedad de la era vikinga y un reino danés unido se encuentra en este período.
Fuente: Clarín