El chef vasco Karlos Arguiñano habló sobre la enfermedad que atraviesa su hermana, para quien donó médula ósea. El cocinero, que tuvo su momento de fama en la Argentina cuando realizó programas de cocina a finales de los 90, relató que su hermana tiene leucemia desde hace 15 años. “Ahora ha tenido un bajón”, indicó.
En una entrevista con el medio español Pronto, Arguiñano fue consultado por su propia salud y qué lo motiva a continuar cocinando, dado que sigue al frente del restaurant que tiene junto a su familia. “El 6 de septiembre cumplí 73 y la verdad es que son muchos, pero estoy perfecto para cocinar”.
Luego, añadió: “Me parece algo tan sencillo, cocinar para la familia. Yo intento todos los días animar a la gente a que cocine, y que lo haga variado porque cuanto más variado, mejor alimentado estás. Es así de claro”.
Además, introdujo el tema de la enfermedad de su hermana: “Esta semana he donado médula a mi hermana Loinaz, que tiene leucemia. Ya lo hice hace 15 años pero ahora ha tenido un bajón”. Según contó, para poder realizar la donación, debió someterse a varios análisis médicos que, al parecer, le dieron muy bien. “A mí el médico me dijo: ‘Mira, Karlos, sigue haciendo la vida que haces, porque estás de puta madre’. ¿Y eso gracias a qué? Al estilo de vida y la alimentación”, consideró.
Para el chef, la cocina tiene muchas ventajas. “Si cocinas, te vas a entretener en la compra, la gente va a disfrutar comiendo lo que has hecho, te lo van a agradecer y te vas a sentir feliz. Y en esta vida lo único que vale es ser feliz. Primero la salud y luego ser feliz”. En este sentido, el cocinero propone que se hable más de alimentación en los establecimientos educativos. “Lo que nunca dejamos de hacer es comer y beber, y nadie habla de eso, con lo importante que es”, observa.
El impacto de la pandemia
Si bien a Arguiñano se lo ve muy bien, admite que su esposa, María Luisa Ameztoy, más conocida como Luisi, no la pasó bien con la pandemia. “Mi mujer ha estado meses sin salir de casa”, confiesa.
Asimismo, agradece no vivir en un departamento, sino en el campo, lo que le permitió a su esposa pasear por su propiedad. “Tenemos huerta, gallinero, animales…”, enumera Arguiñano, quien junto a Luisi tienen una familia numerosa. “Ha estado muy agobiada porque cuando tienes siete hijos y once nietos, te preocupas. Ella temía que la pandemia pillase a más de uno, pero por suerte a nadie de la familia nos ha tocado. De momento”, completó.
Fuente: La Nación