Los indicadores que se tuvieron en cuenta para evaluar a las instituciones fueron: reputación académica, empleabilidad de sus egresados, su productividad e impacto en la investigación.
La Universidad de Buenos Aires (UBA) ocupa el octavo puesto en el ranking QS que se difunde anualmente sobre la educación superior en América Latina, un lugar que sostiene desde hace varios años; y es la única del país entre las diez mejores de toda la región. Según los resultados del informe elaborado por la consultora internacional Quacquarelli Symonds (QS), que comparó 416 casas de altos estudios, la líder regional es la Pontificia Universidad Católica de Chile, que retiene el primer lugar por cuarto año consecutivo. En el top 10 hay instituciones de cinco países, con predominio de Brasil que consagra a tres de sus universidades en la lista.
“Como reflejo de la madurez de un ejercicio de evaluación que llega a su undécimo año, no hay nuevas entradas en el top 10”, desliza el informe de QS entre algunas de sus conclusiones. Detrás de la Pontificia Universidad Católica de Chile, le siguen la Universidad de San Pablo, Brasil; la Universidad de Chile; la Tecnológica de Monterrey, México; la Universidad de Los Andes, de Colombia y la Autónoma de México. La última por encima de la UBA es la Estadual de Campinas, que cayó del 5° al 7° lugar. Por debajo, figuran la Federal de Río de Janeiro y la Nacional de Colombia.
La presencia de la UBA se refleja desde la edición 2014, cuando se ubicó 19º, aunque su performance fue creciendo. En esta última edición, según el análisis de QS, obtiene una puntuación perfecta en los indicadores de reputación académica y reputación del empleador de QS, “lo que pone de manifiesto la extraordinaria estima que le profesan tanto la comunidad académica global como los responsables de contratación de todo el mundo”. La UBA también tiene un fuerte perfil internacional y obtiene uno de los mejores resultados de la región en la medida de la capacidad docente y la relación profesor/alumno, donde su puntuación de 98,1/100 solo es superada por 15 de sus pares. “Sin embargo, su productividad investigadora (17,6/100, 14ª en artículos por profesor) le impide ocupar una posición más alta”, señala el informe.
“Este resultado es el reconocimiento al alumnado, a los equipos de investigación, a los cuerpos docente y no docente, que con su trabajo construyen y cimientan día a día la mejor universidad pública del país”, dice el rector Alberto Barbieri, y como complemento recuerda que también la UBA se consolidó como la mejor universidad de habla hispana del mundo, según la última edición del ranking Global QS, en el que se ubicó en el lugar 64º y primera de Iberoamérica. “Esta nueva publicación nos invita a seguir apostando por la educación, y es imperioso un fuerte respaldo e inversión. Es necesario tener en claro que serán la educación, la ciencia y la tecnología las que nos marcarán el camino en este contexto mundial”, destaca Barbieri.
Brasil, con fuerte presencia en el mapa educativo
La calificación QS se basa en una serie de indicadores, y todas las universidades son comparadas según su reputación académica, la empleabilidad de sus egresados, su productividad e impacto en la investigación, el tamaño de sus clases y su perfil de marca global. El país más representado es Brasil, con 95 universidades clasificadas. En cambio, si se tiene en cuenta el tamaño de la población, Chile es la nación con la mayor proporción de ciudadanos por universidad clasificada. Son 43 las argentinas que figuran en el ranking, y de ese total, hay 12 casas de altos estudios a nivel nacional que se encuentran entre las 100 mejores del continente, por detrás de México, con 15, Chile (16) y Brasil (24).
La Universidad Nacional de La Plata es la segunda mejor universidad de la Argentina, en la 21ª posición, con un resultado de 90,9/100 en el indicador de reputación académica.
Además de la UBA, y entre las posiciones número 21 y 108, figuran una docena de universidades argentinas, como la Universidad Austral (26); la Nacional de Córdoba (35); la Di Tella (36); la Católica Argentina (UCA), en el puesto 43; la Nacional de Rosario (61); la San Andrés (67); el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), en la posición 86; la Universidad de Palermo (94); la Nacional de Cuyo (94), la Nacional del Litoral (99); y la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), en el puesto 108.
Escalar posiciones pese a la pandemia
La vicerrectora de Investigación e Innovación Académica de la UCA, María Clara Zamora, resalta el esfuerzo que desde hace un tiempo impulsa la institución para mejorar la relación óptima entre el número de profesores y alumnos; algo que, según indica, le permitió a la universidad enfrentar con éxito el desafío de cambiar la modalidad de enseñanza durante esta pandemia. “Avanzamos dos posiciones respecto al año anterior. Este resultado nos hace mirar hacia adentro para saber, no solo, en qué hemos mejorado sino también en qué debemos seguir trabajando. Los indicadores que mostraron un incremento son docentes con doctorado y citaciones por papers.Particularmente, en estos dos ítems estamos abocados hace unos años, implementando acciones que nos conduzcan a motivar a los docentes a realizar posgrados, especialmente doctorados, y a publicar en revistas de alto impacto que producen un mayor número de citas”.
Otra de las instituciones locales que dio un salto grande en su crecimiento en la tabla es la Universidad Austral, que pasó del puesto 30 al 26, y que así quedó como la mejor institución local de gestión privada. “Consolidar nuestro posicionamiento en el ranking latinoamericano como la mejor universidad argentina de gestión privada en el contexto desafiante de la pandemia, demuestra que la Austral ha vivido este tiempo como una oportunidad de transformación y superación”, subraya el rector, Julián Rodríguez.
Para Julio Durand, secretario académico de esa universidad, dentro de las oscilaciones que se dan en las tablas, la Austral fue la única institución argentina entre los primeros lugares en mejorar cuatro puestos su posicionamiento en la región. “Su tradicional liderazgo en cuanto a la personalización de su propuesta formativa se fortalece con los desempeños destacados en reputación académica y entre los empleadores”, indica.
Fuente: Soledad Vallejos, La Nación