Acomienzos de los setenta, dos jóvenes llamados Paul Stanley y Gene Simmons fantaseaban con revolucionar el rock. Influenciados por la escena glam, pero intentando descubrir una esencia propia, se soñaban como superhéroes que bajo máscaras de maquillaje podían conquistar el mundo con su instrumentos. Y lo lograron. Kiss es una de las bandas más grandes del mundo y para celebrar su extensa trayectoria, A&E estrena Kisstory, un documental en dos partes que repasa la historia de este grupo, a través de los testimonios de sus protagonistas. Por esta razón, Simmons brindó una entrevista e hizo un balance de sus años en Kiss y los desafíos que enfrentó.
Una banda, como una familia
La popularidad de Kiss es innegable. Desde hace varias décadas, el grupo liderado por Simmons y Stanley llena estadios en el mundo, en donde público de todas las edades entonan sus himnos desde “Rock and roll All Nite” hasta “I Was Made for Lovin´ You”, pasando por clásicos como “Firehouse” o “God of Thunder”. Pero poco se habla de sus primeros pasos, de ese tiempo inicial en Wicked Lester (la primera banda de Stanley y Simmons en conjunto) y cómo se les ocurrió publicar un aviso convocando a un guitarrista y un baterista para ensamblar un nuevo proyecto. En Kisstory, esos pasos iniciales y el conflictivo vínculo que ellos tuvieron con Ace Frehley y Peter Criss es un tema muy importante: “Hay algo extraño en Kiss. Comenzó como una banda y se convirtió en una familia, una en la que no naciste. Es fácil amar a tu familia porque es tu sangre, pero con Kiss, como en la mayoría de las familias, hay discusiones. Algunas personas estaban sanas, otras no, pero hay que recordar que durante toda la historia de la banda, incluso en los malos tiempos, siempre fue y será una familia”.
Desde un primer momento, Stanley encontró en los maquillajes no solo la posibilidad de establecer un personaje poderoso y carismático, sino también una manera de esconder sus inseguridades. Para él, en parte, pintarse la cara también era una manera de construirse como un dios (o un demonio) del rock, una criatura que con su lengua kilométrica podía hipnotizar al público. Pero detrás de esa idea, la realidad podía ser muy distinta: “Cuando removés el maquillaje, ves a las personas reales debajo de eso y nos tomó muchas, muchas décadas mostrar quienes éramos. Y ahora estamos llegando al final y queremos mostrarlo todo”, sostiene Simmons.
Las polémicas y los conflictos internos
A lo largo de sus casi cinco décadas de historias, Kiss protagonizó todo tipo de polémicas y en la mayoría de los casos, muchas de ellas tuvieron que ver con sus formaciones. Bajo el firme liderazgo de Simmons y Stanley, por la banda pasaron muchos integrantes y si alguno de los músicos no cumplía con sus responsabilidades, ellos no dudaban en dejarlo afuera. La expulsión de Peter Criss y Ace Frehley, quienes completaban el cuarteto fundacional, fue uno de los momentos más duros de los primeros años y algo que muchos fans jamás perdonaron. “Desafortunadamente, nos dimos cuenta que no se puede conducir un auto con dos llantas pinchadas. El peor momento y el más triste fue comprender que los cuatro miembros originales no íbamos a estar durante todo el viaje y que teníamos que divorciarnos de Ace y Peter. Ellos estuvieron fuera de la banda tres veces, los trajimos de vuelta todas las veces, pero no funcionó. Esa es la parte más triste y ahora les preguntamos si querían salir en el documental y ambos dijeron que no”, señala Simmons.
En muchas ocasiones, el rock siempre estuvo ligado a los excesos. Las anécdotas protagonizadas por músicos que por problemas de adicciones daban shows desparejos, en los que se comportaban de manera errática, son innumerables. Pero en Kiss, eso jamás sucedió. La política del grupo era dar lo mejor de sí comprendiendo que la música era tan importante desde el arte como desde el negocio. Si bien las drogas nunca fueron un problema para Simmons, él tenía otro tema que debía controlar: “Nunca he consumido drogas, nunca he fumado cigarrillos, pero tengo un gran ego y lo sé.Entonces una de las cosas que hice fue tratar de controlar eso porque como soy hijo único, no tengo hermanos ni hermanas, mi espejo era yo mismo y ahí solo estaba yo. Así que es fácil olvidar que se necesita un equipo para darte cuenta que no estás solo vos. Sin Paul, creo que no estaría aquí y pienso que él siente lo mismo por mí”.
El vínculo con los fans
Una de las piedras angulares en la popularidad de Kiss, desde luego, es la conexión con sus fans. Desde sus inicios, estos músicos comprendieron que establecer una legión fiel de seguidores era vital para su crecimiento. Y entre algunas de las ingeniosas ideas que utilizaron para construir esa relación, surgió la denominada Kiss Army. Ese ejército internacional de fans, estaba compuesto por jóvenes que se sentían parte de un colectivo definido a través del amor por Kiss y, en consecuencia, por el rock and roll. Pero a pesar de eso, Simmons considera que nunca fueron demasiado abiertos con sus seguidores, por este motivo, en Kisstory uno de los objetivos es contarle a sus fans las verdaderas batallas que se libraron en el seno de ese grupo: “Lo que importa es ser honesto con tus fans, decirles la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. Y claro que hay algunas historias maravillosas, pero también hay otras tristes, sobre miembros que cayeron en las drogas y el alcohol y otros malos momentos. Hay épocas buenas y malas, pero lo más importante es que le debemos a nuestros fans la verdad. Y Kisstory cuenta toda la historia de la banda y te dice toda la verdad, la buena y la mala”.
Otro de los aspectos que cautivaba a sus fans era el desparpajo de estos músicos, esa imagen centrada en pasarlo bien, e ir de fiesta sin andar preocupándose demasiado por las formas. Y aunque Paul y Gene ya no tienen edad para “querer rock and roll toda la noche y fiesta todo el día”, algo de esa esencia aún resiste el paso del tiempo. Por su parte, Simmons expresa con claridad de qué manera envejeció el espíritu de Kiss, aún en los tiempos que corren: “Hay cosas que han cambiado en todos estos años, sobre todo con lo que se suele llamar corrección política. Creo que muchos de esos cambios hacían falta y están bien y hay que entender que hay términos que a las mujeres no les gusta escuchar. Sin embargo, vamos a tocar ‘Lick it up’, le guste o no a la gente. Hay que pensar que estos eran otros tiempos como cuando escribí una canción llamada ‘Christine Sixteen´, que es solo eso, una canción que no significa lo que dice el título. ¿Tocaríamos hoy ‘Christine Sixteen’? Seguro. No hay problema, toda canción, libro o película es parte del mundo de la ficción, no es algo que sucede en la vida real. Entonces, en este mundo de corrección política, ¿vamos a tocar ‘Lick it up’? ¡Sí, lo haremos!”
Kiss en tiempos de Covid-19 y el adiós al grupo
A las puertas de su última gira, Simmons no puede evitar sentir una fuerte melancolía. A lo largo de su vida, fue más el tiempo que vivió con la banda que sin ella y a pesar de su gesto adusto, se percibe la tristeza cuando habla de Kiss como un ciclo que pronto llegará a su fin: “Una vez que bajemos del escenario por última vez, por supuesto, me va a romper el corazón. En el último show que hagamos, sé que voy a llorar como una niña de doce años con el corazón roto. Eso va a suceder, pero hay que pensar en el viaje y en lo increíble que ha sido para nosotros”. Claro que ese final tan cercano no quita que en el aquí y el ahora, el grupo aún tiene planes a futuro y sobre eso cuenta: “El año que viene vamos a lanzar una película en Netflix. El proyecto será sobre cuatro músicos de la ciudad de Nueva York, que se reúnen para hacer una banda. Ellos son Ace Frehley, Peter Criss, Paul Stanley y Gene Simmons, individuos completamente diferentes, que se juntaron y formaron un grupo como nunca antes se había visto sobre un escenario”.
Por último, resulta inevitable hablar de la actual pandemia y de la fuerte campaña de vacunación a nivel mundial: “Por favor, vacúnense, dense las dos dosis. No solo debés hacerlo por vos sino también por los que te rodean. Los políticos son idiotas. Escuchen a los científicos y los médicos, por favor. El mundo todavía no es seguro, pero es más seguro que hace un tiempo. Nosotros saldremos de gira y vamos a tener mucho cuidado. Toda nuestra gente llevará barbijos y se lavará las manos frecuentemente y les pedimos a todos los que vengan a ver nuestros conciertos, que estén vacunados”.
No hay lugar a dudas, a pesar de la incorrección política, de sus polémicas y sus secretos, Simmons aún piensa en el público como su valor más preciado y por este motivo, es que Kisstory representa la posibilidad de conocer a fondo la historia de una banda, cuyo éxito tuvo mucho que ver con la mística que desarrollaron en sus canciones y en el vínculo con sus fans.
Cuándo y dónde ver el documental. Kisstory se emitirá este sábado y domingo, a las 22, por A&E.
Fuente: Martín Fernández Cruz, La Nación