El 17 de julio de 1932 en la ciudad de Mendoza nacía Joaquín Salvador Lavado Tejón, apodado por sus familiares y conocido por su público lector como Quino.
Es muy común escuchar que los artistas suelen transformar su percepción de la realidad y reflejarla en sus obras. Este ilustrador y humorista gráfico mendocino no fue la excepción a la regla.
Él y ella. Quino con una muñeca de Mafalda, en 2009. Una creación que lo marcó. Foto Ariel Grinberg.
A los 6 años de edad comienza la escuela primaria y con ella varias de las dificultades que Felipe, uno de los personajes y amigos de Mafalda, viviría en la historieta. “Me angustiaba tanto que en los primeros meses tenía malas notas, pero después terminaba con notas altas, aunque nunca era el primer alumno y eso me daba bronca”.
Flores. Admiradores de Quino llevan su homenaje a una escultura de Mafalda en Mendoza, ante la muerte de Quino. Foto: Los Andes
En el año 1945 muere su madre y se inscribe en la Escuela de Bellas Artes. En esa época ya tenía su primer sueño: publicar un dibujo en el semanario de humor “Rico Tipo”.
En 1950 recibe su primer encargo como dibujante: realizar de una historieta publicitaria para una tienda de sedas. Es inevitable que cuando uno encuentra una pasión quiera salir a mostrarla. Lleno de ilusión, Quino viaja a Buenos Aires en 1951 y recorre varias redacciones donde publicar sus dibujos, pero tendrá que esperar. A las tres semanas vuelve a Mendoza sin trabajo alguno.
Según el propio Quino, en el año 1954 tuvo el momento de mayor felicidad. Luego de meses y meses de intentar publicar en diarios y revistas consigue hacerlo en el semanario “Esto es” de Buenos Aires. Se trata de sus primeros chistes de humor, sólo con dibujos.
Esta publicación definitivamente marco un antes y un después en su carrera. A partir de este año publicó en “Leoplán” “Damas y Damitas”, en el diario “Democracia” de Junín. Siguió en diferentes medios de manera regular y pudo cumplir su sueño de presentar sus dibujos en la revista “Rico Tipo”.
Mafalda aparece por primera vez
Un día Quino recibe un encargo: inventar una historieta que funcionaría como apoyo publicitario a la marca Siam Di Tella, la cual buscaba lanzar sus productos tecnológicos del hogar.
En estos dibujos debían aparecer en escena aparatos eléctricos; no hacían mención específica a la empresa pero existía la condición que los nombres de los personajes empezaran con la letra “M”.
En 1962, año que Quino recibe este pedido, se estrena la película Dar la cara, protagonizada por Leonardo Favio, y allí aparece una niña llamada Mafalda. De allí salió la inspiración para la protagonista de la tira de los productos Mansfield.
El cariño. Quino y una admiradora, en la Feria del LIbro 2015. Foto Emmanuel Fernández
El elenco inicial estaba protagonizado por Manuel, un pequeño comerciante, Miguelito y los padres de Mafalda. El primer problema no tardó en llegar. Los diarios se negaron a publicar esta historieta cuando lograron visualizar la trampa publicitaria.
Las doce tiras que Quino hizo de Mafalda fueron guardadas hasta que en septiembre de 1964 aparecen por primera vez en la revista Primera Plana. El éxito fue rotundo e inesperado para su autor. Empezó con entregas semanales y al partir de marzo del año siguiente debía hacer una tira cada 24 horas: Quino se quejaba de que no gozaba del tiempo suficiente para madurar una idea.
Primera plana era un semanario de actualidad nacional e internacional y es por eso que Quino refleja en sus tiras los temas de la época haciendo alusión a China, África y América Latina.
En junio de 1973 Mafalda se despide y Quino retoma personajes utilizados ocasionalmente.
Murió en septiembre de 2020, lo lloró el mundo entero.
Mafalda: su familia y amigos
Mafalda
Si bien Mafalda ronda los 5 años, debido a que aún no empezó jardín, su conocimiento sobre política y el interés sobre las noticias mundiales son admirables. Detesta la sopa y ama los Beatles. Sueña recurrentemente con trabajar en la ONU y trata a su globo terráqueo como si fuera un amigo más.
Mafalda. Inolvidable.
Los papás de Mafalda
Tratan de representar el modelo tipo de familia de los años 60. Él es empleado en oficina de seguros, preocupado por la economía familiar. Tiene pasión por su Citroën 2CV y sus plantas. Frecuentemente es puesto en jaque ante las preguntas de su hija, como «¿Papá en este mundo somos todos iguales?» (el padre le responde que sí) y Mafalda retruca «¿Pero iguales a quién?»
La mamá de Mafalda
Aparece como un ama de casa que dejó sus estudios y su carrera para dedicarse a su familia. Siempre parece reprocharle esa actitud. En un tira la madre aparece haciendo tareas de limpieza domésticas y la pequeña le pregunta “¿Mamá que te gustaría hacer si vivieras?”.
Pero también sabe cómo imponer límites.»-¡No tengo que obedecer a nadie mamá! ¡Yo soy el presidente!», dice Mafalda. Y la mamá: «¡Y yo soy el Banco Mundial, el Club de París y el Fondo Monetario Internacional!»
Guille
Guille y Mafalda
El hermano menor de Mafalda, personaje inspirado en un sobrino de Quino. A pesar de ser pequeño heredó la capacidad de incomodar con sus respuestas a cualquiera. El chupete es una parte importante de su vida. Se lo ve en distintas tiras juzgar a otros bebes que según él usaban chupete “impodtado” o cuando su hermana Mafalda le debe servir “Chupete on the rocks”.
Manolito
Es uno de los primeros amigos de Mafalda en aparecer en la tira original. Trabaja en el almacén con su padre y sueña con tener su propia cadena de supermercados llamada Manolo’s. Su mayor debilidad el dinero.
Quino y sus personajes, en 2014. Foto EFE
Miguelito
Pequeño gran filósofo, autor de «¿Nunca oíste eso de ‘crea fama y échate a dormir»”? Bueno la fama la he dejado para más adelante”. O “Mamá quiero ser autodidacta ¿qué puedo hacer?” o constructor intelectual del “Miguelazo”. Tiene un carácter tranquilo, muy reflexivo, y de a momentos se siente diferente e incomprendido.
Fuente: Clarin.