Los tanques de Hollywood salen en busca del tiempo perdido. Y si es necesario, están dispuestos a ocupar toda la cartelera. Así empieza a configurarse el mapa de los próximos estrenos en los cines argentinos después de la reapertura de las salas y el regreso paulatino a lo más parecido a la normalidad que puede permitirse en estos tiempos de pandemia.
El límite estricto a la ocupación de cada sala, con un máximo del 30 por ciento del total de las butacas, es el valor de referencia con el que empieza a moverse la industria para la renovación de la cartelera en el corto plazo. Todo indica que de aquí a fines de agosto, por lo menos, la cantidad de estrenos quedará reducida a la mínima expresión. Y la mayoría de esos estrenos llegarán con la marca de Hollywood. Estas producciones de alto perfil necesitan la mayor cantidad posible de pantallas para compensar el déficit de capacidad impuesto por el protocolo sanitario. Como no pueden llenar los cines porque el protocolo sanitario lo impide, tratarán de ocupar en ellos la mayor cantidad de espacio disponible.
El precio a pagar será muy alto porque desaparece casi por completo la variedad en la cartelera, una tendencia que se consolida desde hace un buen tiempo en la cartelera cinematográfica local. Si en tiempos normales ya era difícil encontrar una alternativa relacionada con el cine independiente o de autor, en esta primera expresión de la “nueva normalidad”, con cines funcionando a menos de la mitad de su ocupación, va a ser imposible encontrar alternativas a los estrenos más fuertes de Hollywood. De hecho, más de una distribuidora independiente está resignada a esperar al menos hasta fines de julio.
El ejemplo más claro de esta situación está a la vista desde este mismo jueves 24 con un par de referencias muy ilustrativos. Vemos, por ejemplo, que el 80 por ciento de las pantallas aparece ocupada por los tres títulos más vistos: Rápidos y furiosos 9, Cruella y El conjuro 3. Ese dato se replica en la programación de los principales espacios de exhibición, como el complejo Hoyts Dot, que cuenta con un total de 10 salas y solo tiene cuatro títulos en cartel: las tres mencionadas más Demon Slayer: el tren infinito.
La concentración queda a la vista y se extiende a otros complejos del área metropolitana. Queda reducida en unos cuantos casos a tres películas de alto perfil producidas en Hollywood y un largometraje de animé que llega después de una primera fecha de estreno (22 de abril) en plazas del interior. A eso hay que sumar el comienzo de la venta anticipada de entradas para el estreno de Black Widow, el nuevo lanzamiento de Marvel protagonizado por Scarlett Johansson, previsto para el 8 de julio.
Lo que está ocurriendo en el Hoyts Dot es un espejo que adelanta el futuro más cercano. El plan de estrenos de las próximas semanas que maneja la industria aparece reducido y concentrado en los títulos más fuertes. Las distribuidoras más chicas se resignan a esperar que se abra algún hueco en una cartelera muy compacta o esperar que cambien algunas reglas. La ampliación de la cantidad de butacas disponibles siempre es una posibilidad, pero está sujeta a los vaivenes de una situación sanitaria de por sí complicada. Y para el cine independiente y de autor, el cierre de espacios naturales para ese tipo de propuestas como el Cinemacity General Paz, el Artemultiplex Belgrano y, en menor medida, el Cinépolis Caballito, es un golpe durísimo de asimilar.
Lo que viene
Alcanza con echar un vistazo a la lista de próximos estrenos para tener la certeza inmediata de esta tendencia hacia la concentración. El jueves 1 de julio está prevista la llegada a los cines de solo dos novedades: Los Croods 2, secuela de la película animada de 2013 sobre las aventuras de la primera familia del mundo en tiempos prehistóricos, y Nadie (Nobody), un thriller tan sangriento como divertido en el que Bob Odenkirk (el Saul Goodman de Breaking Bad y Better Call Saul) descubre sus habilidades para enfrentar a quienes pusieron en riesgo a su familia. El guion es de Derek Kolstad, el mismo de John Wick, historia con la que Nadie tiene más de un punto en común. Ya se habla de una secuela.
Para el 8 todo estará acaparado por Black Widow, el primer largometraje de Marvel que se estrena después de dos años (el último fue Spider Man: lejos de casa, el 4 de julio de 2019). La llegada de esta aventura de la gran heroína surgida en el mundo de los Avengers tenía fecha original de estreno el año pasado hasta que la pandemia alteró todos los planes. Sobre todo los de Marvel, que eligió concentrarse en las series que prosiguen a través del streaming con la evolución de su universo cinematográfico: WandaVision, Falcon y el Soldado del Invierno y ahora Loki. Los planes para el cine de Marvel continúan este año con dos lanzamientos más: Sang Chi y la leyenda de los diez anillos (3 de septiembre) y The Eternals (5 de noviembre). Por allí, junto a Black Widow, podría colarse algún estreno más pequeño como La verdad, de Hirokazu Koreeda, con Catherine Deneuve, Juliette Binoche y Ethan Hawke.
Para el 15 de julio están anunciados solo dos estrenos. Uno es Space Jam 2: una nueva era, con un segundo encuentro en la pantalla grande entre los clásicos personajes animados de losLooney Tunes (encabezados por Bugs Bunny, el Pato Lucas y el gato Silvestre) con las grandes estrellas deportivas de la NBA. Ahora le toca a LeBron James ocupar el lugar que la película original de 1996 ocupó Michael Jordan. El otro es La purga por siempre, quinta entrega de la serie de películas de suspenso y terror conocidas como La purga, cuyo eje argumental no varía: un día al año, durante 12 horas, los ciudadanos estadounidenses tienen piedra libre para cometer el crimen que se les ocurra sin ser castigados; una distopía que aparece acompañada cada vez más por lecturas e interpretaciones políticas.
El 22 de julio es el turno de Hotel Transylvania 4, nueva secuela de la muy lograda creación animada de Genndy Tartakovsky (el creador de El laboratorio de Dexter y Samurai Jack) a partir de la parodia de los clásicos personajes de las historias de terror (empezando por Drácula) y sus contrastes con el mundo real, ya que la hija del vampiro de Transilvania está casada con Johnny, un atolondrado muchacho de carne y hueso. Con el título de Transformanía, esta cuarta parte propone una inversión en los papeles: los personajes terroríficos se convierten en humanos y Johnny pasa a integrar el equipo de los monstruos.
Ese mismo día se estrena una de terror, pero en serio. Un lugar en silencio 2 (A Quiet Place 2) continúa con la historia de la familia Abbot, que trata de sobrevivir en un mundo post-apocalíptico en el que la amenaza más horrenda aparece apenas se levanta la voz. Dirigida de nuevo por John Krasinski, el elenco trae de vuelta a Emily Blunt(esposa de Krasinski en la vida real), Noah Jupe, Millicent Simonds, Bryan Tyree Henry y Cillian Murphy (Peaky Blinders).
Blunt aparecerá por partida doble en esos días en los cines argentinos. La actriz canadiense también es la protagonista, en este caso junto a Dwayne “The Rock” Johnson, de Jungle Cruise, otro de los estrenos grandes que la pandemia postergó un año y que llega a los cines argentinos el jueves 29 de julio. Inspirada en una de las atracciones más populares de los parques temáticos de Disney, la aventura muestra al dúo y a otros personajes expuestos a los peligros y las sorpresas de un viaje en bote que promete escapar a lo normal. El director es el catalán Jaume Collet-Serra (Una noche para sobrevivir, Miedo profundo) y el elenco protagónico se completa con Paul Giamatti, Edgar Ramírez, Jesse Plemons y Jack Whitehall.
Para ese mismo jueves se espera la llegada de otras dos novedades. Una es Viejos (Old), la nueva película de M. Night Shyamalan (Sexto sentido), un thriller que comienza en las paradisíacas vacaciones de una familia. Todo cambia cuando en la playa a la que llegan se activa un misterioso mecanismo por el cual cada persona que pise ese lugar envejecerá tan rápido que su vida quedará reducida desde allí a apenas 24 horas. Eliza Scanlen (Mujercitas) y el mexicano Gael Garcia Bernal son sus figuras principales.
La otra novedad prevista para el 29 de julio es Escape Room 2: Reto mortal, secuela de la película de terror estrenada en 2016 y ambientada en una sala de escape a la que llegaban varios extraños expuestos a partir de ese momento a un juego de supervivencia. Esta continuación parte de la misma premisa y tiene al mismo director que el film original, Adam Robitel.
El panorama de las próximas semanas se completa el 5 de agosto con dos títulos fuertes. El primero es El escuadrón suicida (The Suicide Squad), nueva aventura del grupo de antihéroes y villanos de la escudería DC Comics en la que veteranos de la primera parte se unen con personajes nuevos, todos de la mano de James Gunn, que dirigió para Marvel las películas de Guardianes de la galaxia y ahora prueba fortuna en la vereda de enfrente.Siguen Margot Robbie (Harley Quinn), Joel Kinnaman (Rick Flag), Viola Davis (Amanda Waller) y Boomerang (Jai Courtney), ahora acompañados por un frondoso elenco: Idris Elba, John Cena, Taika Waititi, Alice Braga, Michael Rooker, el argentino Juan Diego Botto y la voz de Sylvester Stallone.
El plan de estrenos de cine de aquí a principios de agosto se completa con el único título argentino fuerte de estas semanas. Hoy se arregla el mundo, la nueva comedia de Ariel Winograd, el exitoso director de Vino para robar, Sin hijos, Mamá se fue de viaje y El robo del siglo, es la historia de un hombre (Leonardo Sbaraglia) que descubre que no es el padre biológico de su hijo y empieza una búsqueda para tratar de encontrarlo. Natalia Oreiro, Luis Luque, Martín Piroyansky, Gerardo Romano, Soledad Silveyra y Gabriel Corrado completan el elenco de este lanzamiento previsto para el 5 de agosto.
En la última semana de julio y la primera de agosto también aparecen con posibilidades de estreno las películas francesas El territorio del amor y Dios mío y ahora qué hemos hecho, y las argentinas Sector VIP, Las ranas y El maestro. Este es el escaso espacio que tendría el cine independiente y de autor en las próximas semanas. También se recupera la posibilidad en ese momento de que finalmente llegue a los cines El padre, la película de Florian Zeller que le dio a Anthony Hopkins el Oscar al mejor actor. Iba a estrenarse a mediados de abril, justo en el momento en que los cines debieron cerrar de nuevo los cines a la fuerza. Lo mismo iba a pasar con Otra ronda (Druk), la película danesa de Thomas Vinterberg, ganadora del Oscar al mejor film internacional. Pero hasta ahora no hay novedades de que el lanzamiento local se produzca en las próximas semanas.
Todo dependerá de la evolución de la situación sanitaria (siempre sostenida con hilos muy finos), de la disponibilidad de butacas en cines que vuelven a operar con una capacidad reducida al mínimo y de la respuesta del público a esta oferta de títulos tan reducida y dominada por las producciones de Hollywood que se estrenan de manera simultánea con el resto del mundo.
Se trata de un menú conformado en su gran mayoría por secuelas, continuaciones y desprendimientos de producciones conocidas y de éxito ya probado, con thrillers, bastante animación para el público familiar y mucho cine de terror. La pandemia logró hasta que pasara inadvertido el dato de que julio será el mes de las vacaciones de invierno, tradicionalmente el momento de mayor convocatoria del año para los cines en la Argentina. Eso no ocurrirá en este atípico 2021, pero al mismo tiempo nadie quiere perder la posibilidad de mantener las salas llenas hasta el límite de la capacidad admitida. La gran perdedora será la diversidad que siempre caracterizó a la cartelera de los cines en la Argentina y hoy aparece, en busca del tiempo perdido, como una realidad casi imposible de sostener.
Fuente: Marcelo Stiletano, La Nación
Fuente: La Nación