La inclinación de la torre de Pisa ha concentrado durante siglos la atención de técnicos, estudiosos y curiosos.
Poco después de su construcción, a finales del siglo XII, la estructura de la torre campanario de la catedral empezó a ladearse, llegando hasta nuestros días convertida en la principal atracción de la ciudad.
Tras las obras efectuadas hace 17 años con el fin de frenar la progresión, el último informe del grupo de supervisión del monumento publicado recientemente arrojaba buenas noticias: el icono de la localidad toscana cada vez está menos inclinada.
La Torre de Pisa, un ícono en Italia. Foto EFE/ Fabio Muzzi
A pesar de la popularidad de la torre de Pisa, lo cierto es que en todo el mundo existen numerosos ejemplos de estructuras que, por algún fenómeno imprevisto, han perdido su rigidez original; construcciones en su día erguidas cuya inclinación las ha convertido en todo un atractivo. Templos, faros, casas, estructuras defensivas, torres…
Algunas de ellas casi desconocidas, pero no por ello menos sorprendentes.
Iglesia de Suurhusen (Suurhusen, Alemania)
El campanario de la capilla de Suurhusen, un pequeño pueblo situado al norte de Emden, en la región alemana de Frisia Oriental, empezó a inclinarse al poco de ser construido, a mediados del siglo XV.
Torre de Suurhusen. Foto Shutterstock
Hoy, 570 años después, su inclinación es de 5,07 grados -la de Pisa no alcanza los 4º- y figura en el Libro Guinness de los Récords como la torre más inclinada de todo el planeta.
Según los técnicos, la estructura empezó a desviarse por culpa del drenaje de los terrenos, lo que provocó que sus cimientos de roble se secaran.
Faro de Puerto Morelos (Puerto Morelos, México)
El responsable de la inclinación del faro de Puerto Morelos, en el Yucatán mexicano, es un huracán. Y es que la fuerza del Beulah, que azotó la zona en septiembre de 1967 y destrozó buena parte de este pueblo pesquero, afectó los cimientos, dejándolo desde entonces inclinado.
Faro de Puerto Morelos, México. Foto Shutterstock
Los huracanes que volvieron a castigar la localidad en 1988 y 2005 no consiguieron echar al suelo la estructura. A pesar de que se sustituyó por un nuevo faro, la vieja construcción blanca y azul sigue en pie, convertida en un símbolo de resistencia.
Market Cross House (Windsor, Reino Unido)
Transformado como la mayoría de las construcciones de estas características en toda una atracción turística, la Market Cross House es actualmente conocida en Inglaterra como la casa torcida de Windsor.
Market Cross House, Windsor, Inglaterra. Foto Shutterstock
Se encuentra en la calle principal de la localidad, cerca del castillo real y, desde su construcción, en 1718, ha albergado todo tipo de negocios: desde carnicerías a joyerías, pasando por cervecerías o tiendas de flores.
Los motivos de su inclinación no están claros. Algunos consideran que se debe a un problema con los cimientos de roble, que se secaron, mientras que otros apuntan a los efectos provocados por la demolición de los edificios contiguos en la primera mitad del siglo XIX.
Pagoda de la Colina del Tigre (Yunyan, China)
Su nombre es la Pagoda de la Colina del Tigre, aunque popularmente es conocida como la pagoda de Yunyan o la torre inclinada de China.
Pagoda de la Colina del Tigre, China. Foto Shutterstock
Está situada en lo alto de una cima de la ciudad de Suzhou, en la provincia costera de Jiangsu, y tiene más de mil años, ya que la obra finalizó en 961, durante la dinastía Song.
La torre alcanza los 47 metros de altura y cuenta con siete pisos. Parte de la estructura se sostiene gracias a columnas de ladrillo internas y otra parte en un terreno más blando.
Empezó a inclinarse durante la dinastía Ming y en 1957 se iniciaron los trabajos de los arqueólogos destinados a estabilizarla. En la actualidad, la desviación es de 3 grados.
Torre de la iglesia (Bad Frankenhausen, Alemania)
Vista de la torre inclinada de Bad Frankenhausen. Foto Shutterstock
Esta torre de 56 metros de altura de la iglesia de Bad Frankenhausen, una ciudad y balneario del estado alemán de Turingia, tiene una inclinación de 4,8 grados.
Construida en 1382 por el gremio cristiano de Salters, se tuerce de forma imparable, lo que ha llevado a plantearse su demolición. Los responsables no son otros que los manantiales de la localidad, cuya agua salada ha erosionado gravemente los cimientos.
Torres Asinelli y Garisenda (Bolonia, Italia)
Torres Asinelli y Garisenda, Otalia. Foto Shutterstock
Las dos torres más famosas de Bolonia que todavía continúan en pie fueron construidas en la edad media con fines militares y de defensa. La Asinelli mide en la actualidad 97,6 metros -originalmente tenía 60- y la Garisenda, 48 -en el momento de su construcción era más alta: alcanzaba los 60-.
Su inclinación es de 4 y 1,3 grados respectivamente. La ampliación sin tener en cuenta sus cimientos y la inestabilidad del terreno sobre el que fueron edificadas son los culpables de una inclinación que regala una imagen ciertamente curiosa.
Torres Asinelli y Garisenda, Otalia. Foto Shutterstock
Crooked House (Dudley, Reino Unido)
El nombre de este centenario pub de Dudley -funciona como tal desde 1830-, en los Midlands Occidentales, lo dice todo: Crooked House (en inglés casa torcida).
La construcción, una típica casa de campo de la zona de mediados del siglo XVIII ofrece una estampa de lo más pintoresco, con sus paredes curvadas.
La desviación, provocada por la minería local en el siglo XIX, no es menor: una parte de la casa se hunde más de un metro por debajo de la otra, una circunstancia que la ha convertido en una atracción popular. Y es que Crooked House recibe numerosos turistas ávidos por beberse una pinta entre paredes arqueadas.
La torre inclinada (Torun, Polonia)
Rodeada de leyendas -una de ellas cuenta que su edificación se relaciona con la ofensa de caballeros teutónico de Torun que, contra la regla monástica, se enamoró de la hija de un rico comerciante-, lo cierto es que la torre se erigió en el siglo XIV como una de las docenas de torres de defensa similares en las murallas de la ciudad medieval.
Y es que esta localidad del centro-norte de Polonia en su día fue un importante centro del comercio europeo.
La estructura de ladrillo empezó a inclinarse poco después de su construcción, aparentemente por la inestabilidad del suelo que la soporta. Visitarlo es casi obligatorio para cualquiera que viaje a la zona.
Fuente: Clarín