La única condición para el público que concurrió era que hayan sido vacunados y que hayan pasado al menos 14 días de la inoculación, lo que permitió que el legendario estadio pudiera estar colmado en su capacidad.
De esta manera, con los primeros acordes de “Times Like These” le puso inicio al histórico show en un estadio colmado y se anticipó al ciclo de conciertos que iniciará Bruce Springsteen el 26 de junio en el St. James Theatre, de Manhattan, que en un primer momento se había presentado como el espectáculo que marcaría el regreso a las actividades en espacios cerrados tras las restricciones sanitarias.
Según informó el sitio Variety, la sorpresa de la noche la dio el comediante Dave Chappelle quien irrumpió en el escenario para cantar una versión de «Creep», el clásico de Radiohead.
La conexión entre ambos se produjo en un episodio de «Saturday Night Live», en noviembre del año pasado, que tuvo a Chappelle como presentador y a los Foo Fighters en el número musical.
Durante las tres horas de show, sonaron algunos de sus clásicos más reconocidos como «The Pretender», «Learn to fly», «Monkey Wrench», «All my life», «My Hero», además de otras dos versiones tributo como «Somebody to love» de Queen -interpretada por el baterista Taylor Hawkins- y “You Should Be Dancing” de Bee Gees que le dio lugar al cierre explosivo de «Everlong».
Afiche oficial que anuncia el regreso de la banda al Madison. Foto: Twitter
“Estuvimos esperando este momento durante 15 meses y estamos emocionados de finalmente dar la bienvenida a una casa llena de fanáticos de Foo Fighters y completamente vacunados en el Madison Square Garden”, dijo James Dolan, director de MSG.
Durante el mes de mayo, Foo Fighters formó parte del concierto “Vax Live”, en Inglewood, California. Un evento convocado por la organización benéfica Global Citizen.
Ese fue el primer gran evento musical celebrado en los Estados Unidos desde el inicio de la pandemia que además de la banda de Dave Grohl contó con las actuaciones de Jennifer López, J Balvin, y Eddie Vedder, entre otros.
Cerca de 40.000 personas disfrutaron del evento que recaudó 53 millones de dólares, donados en su mayoría por empresas, con el fin de extender la campaña de vacunación.
Foo Fighters encabezó su primer concierto en el Madison Square Garden en 2008, y la última vez que tocó en el mítico recinto neoyorquino fue en 2018.