Nomadland es la gran ganadora de la noche, no sólo porque se llevó el Oscar a la mejor película. Hizo historia porque su realizadora, Chloé Zhao, al ganar el premio a la mejor dirección, se convirtió en la segunda mujer en lograrlo en 93 años.
A esos dos premios Nomadland le sumó el de mejor actriz protagónica, para Frances McDormand. Es el tercero que obtiene la esposa de Joel Coen, tras los que ganó por Fargo y 3 anuncios por un crimen.
Pero ¿por qué Nomadland es la película de la que todo el mundo habla, pero muy pocos vieron? En el AMBA no llegó a estrenarse el jueves 15 de abril, pero sí en algunos pocos cines del interior del país.
Chloe Zhao acepta su premio a la mejor dirección. Foto Reuters
¿Por qué conmueve este filme con Frances McDormand?
Una punta es que, en cierta situación, un personaje se plantea cuál fue el momento más feliz de su vida.
Y si las películas nos permiten proyectarnos en sus historias, y sus protagonistas, la sensibilidad con que Chloé Zhao muestra a sus personajes implica una invitación bienvenida a abrir los sentimientos.
Hasta los Oscar, ya había ganado 227 premios internacionales desde que tuvo su première internacional de manera presencial en el Festival de Venecia, en setiembre de 2020.
Frances McDormand fue quien contrató a Chloé Zhao para que la dirigiese en «Nomadland». Foto Disney
Hay distintos modelos de vivir, y de entender e integrar una sociedad. La que planeta Nomadland es distinta a la que tenemos.
“Somos houseless, no homeless”, dice Fern. No tienen casa, pero no es que no tengan un hogar.
La gente con la que se cruza Fern está como ella, preguntándose qué hacer con su vida.
En el filme, Fern (McDormand) parte a recorrer el Oeste de los Estados Unidos a bordo de su casa rodante. Foto Disney
Fern decide vivir de manera nómade, como indica el título, por voluntad propia. Es cierto que Empire, en Nevada, la ciudad en la que vivía junto a su esposo, desapareció del mapa cuando la fábrica de yeso en la que trabaja con él cerró.
Pero nadie la obligaba, cuando enviudó, a vender sus cosas, poner lo que le queda en un depósito, comprarse una casa rodante y salir a recorrer el Oeste estadounidense.
La crisis de 2008 la golpeó, pero no la derrumbó.
Frances McDormand ya obtuvo dos Oscar, por «Fargo» y «3 anuncios por un crimen». Foto Disney
Así, tendrá trabajos ocasionales, como golondrina, alguna vez lo hará en Amazon y volverá al año siguiente. Dormirá en su remolque, pasará frío, se asustará alguna noche. La dejarán o no quedarse en un estacionamiento público.
La mirada de Chloé Zhao es claramente humanista y comprensiva. Con Fern y con quienes la rodean eventualmente.
Porque a excepción de McDormand, que como Fern pasó los 60, y David Strathairn (Dave), que puede trabajar en Buenas noches, y buena suerte, también en Godzilla y en Nomadland, el resto de los personajes de la película son no-actores.
McDormand y David Strathairn, los únicos actores profesionales. Los nómades son los protagonistas que aparecen en el libro original. Foto Disney
Esa búsqueda de la “verdad” que dicen emprender los realizadores que en vez de contratar actores hacen que las personas se interpreten a sí mismos, funciona en Nomadland porque las historias -mínimas, porque aquí lo que importa son las relaciones- nos llegan.
Conmueven.
Pero no es que interese la forma y no tanto el contenido. En los diálogos que Fern tiene con otras nómadas se llega a preguntas significativas, pero no solemnes.
En los diálogos que Fern tiene con otras nómadas se llega a preguntas significativas, pero no solemnes. Foto Disney
¿Cuál es el momento más feliz de nuestra vida?
El ritmo de la película es pausado, pero no moroso. Hay una diferencia. Como seguramente la hubiera sino fuese Frances McDormand quien prestara su rostro, su cuerpo, su voz y sus expresiones a Fern.
Pero que se entienda que Nomadland es más que la actuación de la actriz ganadora de dos Oscar, por Fargo y por 3 anuncios por un crimen. McDormand no se pone la película al hombro, porque Zhao tampoco se lo indica, se lo señala o sugiere.
Chloé Zhao y Frances McDormand se volvieron amigas tras recorrer kilómetros y kilómetros de ruta, rodando «Nomadland». Foto Disney
Nomadland no es una película en la que se distinga entre buenos y malos. No.
Zhao comparte la mirada de Terrence Malick, y Nomadland nos trae recuerdos, comparaciones con Proyecto Florida, el filme de Sean Baker.
Autenticidad. Eso es lo que comparten.
Deténgase a pensar un minuto cuántas películas le plantean lo mismo, le preguntan cuál fue el momento más feliz de su vida.
Quizás allí esté una respuesta a por qué todo el mundo hablaba de Nomadland. Y ahora que ganó el Oscar, más aún.
Fuente: Clarín