El celular esta cada vez más arraigado a nuestra vida cotidiana, mucho más en tiempos de coronavirus. Lo usamos en la oficina, la calle, al momento de lavar los platos y hasta en el baño. Esta dependencia, claro, también hace que aumenten los riesgos y que el dispositivo pueda sufrir un accidente involuntario con el agua. Entonces, ¿qué podemos hacer para recuperarlo? Spoiler: el arroz no va a salvar tu teléfono.
Al entrar en contacto con el agua, los componentes electrónicos del celular sufren directamente la acción de la humedad. La placa electrónica tiene muchos «cables» y conectores juntos entre sí. Por eso, el agua puede generar que haya cortocircuitos y eso «quema» la placa electrónica.
Humedad en la lente, líquido en la pantalla, audio alterado -o directamente sin audio- y pin de carga incapacitado son otras de las consecuencias de sumergir el teléfono en el agua.
La gran mayoría de los dispositivos actuales pueden sobrevivir a volúmenes de líquido más pequeños, como cuando un vaso se vuelca encima. De ahí que casi todos los teléfonos de Apple y Samsung cuenten con una tira indicadora de daños/contacto de líquidos ubicada dentro de la bandeja donde se coloca la tarjeta SIM.
El iPhone 12 tiene una profundidad de inmersión permitida de un máximo de 6 metros durante 30 minutos. (Foto: Apple)
El iPhone 12 y el Samsung Galaxy S21 tienen una clasificación IP68, que garantiza protección hasta 1.5 metros de profundidad por 30 minutos. Sin embargo, con respecto a la exposición al agua, el iPhone 12 tiene una profundidad de inmersión permitida de un máximo de 6 metros durante 30 minutos, mientras que el límite de inmersión del Galaxy 21 es de hasta 1,5 metros, también durante 30 minutos.
La nueva Serie A de smartphones, que son de los más populares por su precio y que suelen ser los primeros teléfonos Galaxy que adquieren nuevos consumidores, traen actualmente certificación IP67, lo que significa que está totalmente protegido al polvo y que puede ser sumergido hasta 1 metro de profundidad en agua sin movimiento durante 30 minutos.
Por ejemplo, los nuevos A52 y A72 que se lanzaron al mercado recientemente son sumergibles en hasta 1 metro en agua dulce por hasta 30 minutos. Con lo cual ya no hará falta el arroz en estos casos.
Los Motorola, en tanto, tienen en sus celulares una protección denominada Nano-coating. Es una tecnología que aplica una película protectora hecha con polímetros que no solo recubre el dispositivo, sino que también cubre los componentes internos.
En la vida real, un dispositivo con esta capacidad es resistente a salpicaduras, como lluvia e incluso a algún derrame de agua, como un vaso. Sin embargo, al no estar certificados, si se encuentra daños por líquidos en el interior, es probable que la garantía no lo cubra.
¿Sirve meterlo en arroz?
Los efectos del arroz en un celular mojado. Foto: Shutterstock
Consultado por Clarín, una fuente del área técnica de la división argentina de Samsung Electronic se refirió al tema de forma contundente: “No existe una salvación mágica y definitiva para un dispositivo que fue mojado y no es resistente al agua».
“Usualmente, hay partes del circuito que tienen protecciones contra este tipo de fallas. Y se apagan automáticamente. Esta es parte de la salvación del dispositivo. Si la parte de la electrónica que entra en corto tiene una protección, basta con dejar que se seque bien. Quizás con la idea del arroz u otras alternativas. Si no existe esta protección y no se seque bien, el teléfono deja de funcionar”, aclara.
Por eso, cuando el teléfono cae al agua será crucial sacarlo de inmediato. Cuantos menos segundos se tarde más oportunidades tendremos de salvarlo. Una vez afuera, si estaba apagado no hay que encenderlo; lo mismo que si se apagó para comprobar si aún funciona.
Generalmente, cuando ocurren estos incidentes el usuario cree que la solución bien puede estar en internet. Uno de los consejos comunes que pueden encontrarse está en colocar el dispositivo mojado en un recipiente colmado de arroz. Esto podría funcionar en caso de apuro y desesperación, pero es un método que puede causar más problemas.
Si bien el arroz es absorbente, es incapaz de recolectar toda la humedad oculta en lo profundo de un celular mojado, por lo que solo sirve como una solución parcial.
Como el arroz cambia de estado a blando y pegajoso a medida que absorbe el agua, esto podría adherirse en los puertos o los bordes del dispositivo teléfono. Por eso, los expertos no lo recomiendan. De hecho, no es más que un mito que se vaya a secar y arreglar.
Qué recomiendan los expertos
Lo que se debe hacer es limpiar rápidamente el teléfono sin su carcasa con una toalla limpia, asegurándose de que no se escurra agua accidentalmente en las ranuras SIM o MicroSD, el conector para auriculares, ya sea el pin de carga o el puerto jack 3.5.
Desde ya que no habrá que enchufarlo a ninguna fuente de electricidad, batería externa, ni conectarle el cable de carga.
Si hay rastros de agua atrapados dentro de las grietas o hendiduras de la carcasa, intente con cuidado y de forma conservadora usar aire comprimido para soplar. Solo deberás tener cuidado de no soplar el agua más adentro del teléfono, o agregar saliva en el intento.
Tampoco sirve utilizar un secador de pelo u otras fuentes de aire, ya que esto puede generar descargas de estática y más problemas en el celular.
El Samsung Galaxy S21 también es «waterproof».
Otro dato a tener en cuenta es evitar cualquier contacto con una fuente de calor, o dejarlo al sol. Esto puede ser engañoso. «Si el agua se evapora pero no sale del celular, puede condensarse luego en otra parte del teléfono. Entonces parece seco, pero al poco tiempo puede fallar», dicen desde Samsung.
Y agregan: «Si se quieren hacer las cosas bien hay que usar bolitas o gel de sílice (esas que vienen en sobrecitos en algunas prendas, mochilas y otros productos para evitar se acumule humedad en el interior del producto)». Este proceso deberá realizarse como mínimo 24 a 48 horas, pero no existe una regla oficial al respecto.
Tras haber esperado un plazo considerable, llegará el momento de volver a encenderlo. Si no sucede nada y el teléfono tiene batería removible, como el Nokia 1.3, habrá quitársela y conectar el teléfono al cargador. Si no es así, pero enciende y se observan fallas en la pantalla o se escuchan mal los parlantes, es posible que aún quede algo de agua en el dispositivo y habrá que repetir el proceso de secado.
Fuente: Clarín