Los que practican en serio cada año el juego de los pronósticos del Oscar saben que la evaluación más importante siempre debería hacerse dentro de un cine. Si quieren aproximarse a lo que piensa y evalúa un miembro de la Academia de Hollywood antes de decidir su voto, saben que no hay parámetro mejor que ver la performance del candidato de turno en una pantalla grande.
Los aficionados que se divierten en todo el mundo jugando a ser integrantes de la Academia y arriesgando sus pálpitos ahora dependen de que las películas en competencia estén disponibles en sus hogares y de ellas surja la evaluación de todas las figuras nominadas a partir de ellas. De otra manera no podrían evaluarlas. En un año de confinamientos forzados, el Oscar por primera vez se abre al dominio del streaming. Pero con una excepción muy visible, al menos entre nosotros. El premio a la mejor actriz protagónica.
El crecimiento sostenido de la asistencia del público a las salas desde que las funciones volvieron a habilitarse hace un mes en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires provocó un hecho inesperado. Las dos películas con las actrices en mejores condiciones de llevarse el Oscar podrán verse en los cines locales. Solo quien esté dispuesto a recuperar el intransferible hábito de ver cine en el cine podrá vivir por anticipado con el mayor rigor esa competencia por ver quién gana el Oscar a la mejor actriz protagónica, de las más atractivas en cada edición del premio.
Carey Mulligan es ahora la gran favorita. La película que le dio este año la nominación, Hermosa venganza (Promising Young Woman) se estrena hoy en los cines de la Argentina, presentada por UIP. Quien ocupaba ese lugar de candidata número uno hasta hace un par de semanas, Frances McDormand, protagoniza Nomadland, que llegará después de una larga espera a las salas de nuestro país, presentada por Buena Vista, dos semanas después, el jueves 15.
Las cosas cambiaron mucho por el lado de esta categoría en muy poco tiempo. McDormand, que parecía encaminada a ganar por tercera vez el Oscar a la mejor actriz, ahora quedó relegada al tercer o cuarto lugar en orden de mérito para los especialistas en pronósticos. Y Mulligan, que al principio de la carrera no aparecía con demasiadas posibilidades, ahora se afirma en un liderazgo que para muchos va camino a convertirse en triunfo casi sin obstáculos a la vista. Aunque puede haberlos. Y muy pronto.
El próximo domingo, día de Pascua, se entregan en Los Angeles los premios del Sindicato de Actores de Hollywood, los SAG (Screen Actors Guild) Awards. Desde que empezaron a otorgarse en 1995, solamente cinco veces las ganadoras de ese reconocimiento no se llevaron el Oscar. Cinco sobre 26. Quienes ya auguran la victoria de Mulligan en el Oscar se apoyan en la firme posibilidad de que ella gane este domingo en la misma categoría.
Curiosamente, la mayor rival que hoy tiene Mulligan en el vaticinio de los expertos en premios no aparece entre las nominadas al SAG de este año como mejor actriz. Se trata de Andra Day, responsable en The United States vs. Billie Holiday de una brillante personificación de la gran cantante de jazz. Hay algunos especialistas que le siguen adjudicando a Day buenas posibilidades de llegar al triunfo en el Oscar, pero hasta ellos admitirían un retroceso en esas chances si Mulligan termina elegida por sus pares de Hollywood como la mejor actriz protagónica del año.
¿Qué lleva a esta notable actriz londinense a estar a sus 35 años más cerca que nunca del premio más buscado del mundo por los actores? Su notable trayectoria nos dice en realidad que nunca estuvo demasiado lejos de alcanzarlo. Sabe elegir sus papeles, a cada uno de ellos les saca lo mejor y el público local puede dar fe de manera muy reciente de su talento. Con todo lo que entrega en La excavación, película disponible en Netflix, es fácil comprobarlo. Ese papel hizo que muchos empezaran a rastrear las grandes huellas de lo que Mulligan hizo en el pasado. En especial su aparición hace algo más de una década en Enseñanza de vida, su primera nominación al Oscar en la categoría por la que vuelve ahora a competir.
Si llegara a ganar el Oscar nadie podría negar que el premio estaría reconociendo por fin méritos interpretativos largamente probados. Pero en este caso, a ese atributo incuestionable se agrega el hecho de que Mulligan aparece en la competencia por el Oscar en el momento justo y en el lugar justo. En Hermosa venganza, escrita y dirigida por Emerald Fennell (también nominada en ambas categorías), a Mulligan le toca representar dentro del gran momento Oscar 2021 ciertas banderas muy ligadas a las conversaciones y a los debates sobre la reivindicación femenina que resultan una clave de este tiempo. Para muchos, el afirmar ese lugar desde una comedia negra planteada a partir de una venganza es toda una arriesgada apuesta que fortalece las posibilidades de la película y de su actriz principal.
Mulligan perdió ante Day en los Globo de Oro, pero se llevó a la semana siguiente el premio a la mejor actriz en los Critics Choice 2021, un espacio más preciso en la predicción de la futura carrera por el Oscar que el reconocimiento de la cuestionada Asociación de la Prensa Extranjera en Hollywood. Y el crecimiento de sus posibilidades se hizo mucho más sostenido en las últimas semanas después de un largo período dominado en esta categoría por McDormand, para quien ganar el Oscar como mejor actriz está lejos de ser algo nuevo. Lo logró dos veces ya. Primero con Fargo (1996) y más cerca con Tres anuncios para un crimen (2018). Todos estos antecedentes, más la fortaleza de su presencia en Nomadland, película que sin ella difícilmente alcanzaría el peso que tiene, mantienen intactas sus aspiraciones de volver a subirse al podio.
El Oscar tiene su propia lógica y es un premio que en los últimos años demostró ser bastante más fiel a sus rituales que a las sorpresas, sobre todo en los reconocimientos actorales. Podría decirse en este sentido que las chances de McDormand se siguen sosteniendo en su magnética presencia como actriz, en lo que significa para la película que protagoniza y en el poder que ejerce el hecho de haber sido una doble ganadora del premio. Y ni hablar de lo que propone Day como Billie Holiday, una figura que expresa a través de la personificación de su famosa intérprete ese impulso de humana superación y alarde de talento en medio de la adversidad y la tragedia que tanto le agrada a Hollywood. La última ganadora del Oscar a la mejor actriz, Renée Zellweger, hizo exactamente eso con Judy Garland.
Pero Mulligan es el rostro visible de una de las películas más comentadas y celebradas de esta atípica temporada de premios, sobre todo entre las corrientes de mayor renovación entre los 9362 miembros de la Academia de Hollywood. Y es posible que esos mismos votantes del Oscar, sobre todo los más jóvenes, conscientes de que Hermosa venganza difícilmente se lleve otras estatuillas importantes, quieran darle el lugar que creen que se merece a través de la consagración de su actriz principal. De cualquier manera, los expertos en pronósticos también colocan hoy a Fennell como la gran candidata a llevarse con su película el Oscar al mejor guion original, un premio siempre muy valorado en la industria.
Hermosa venganza y Nomadland son dueñas en este momento de una rara virtud. El cine en el cine, la materia prima que desde siempre definió el valor del Oscar, se reivindica en la Argentina solamente en estos tiempos a través de ellas. Las dos se miran varias veces en un mismo espejo. Están dirigidas por mujeres (Fennell y Chloé Zhao, respectivamente, ambas nominadas en esa categoría) y comparten nominaciones en los rubros esenciales del máximo premio de Hollywood: mejor película, mejor dirección, mejor guión, mejor edición, mejores actuaciones protagónicas. Sus dos actrices también aparecen simbólicamente frente a frente, por más que levanten una misma bandera. Por ahora, Carey Mulligan saca ventaja.
Fuente: Marcelo Stiletano, La Nación