En el Showcase Belgrano, el proceso de sanitización de la sala entre función y función, parte del protocolo del funcionamiento de los cines en la ciudad de Buenos Aires.
Con algo más de 800.000 espectadores, marzo cerrará con unos cuantos síntomas positivos y varios otros preocupantes. Como en todo análisis que se haga en tiempos de crisis, el balance más o menos estimulante dependerá de dónde se ponga en énfasis (la remanida imagen de la copa medio vacía o medio llena vuelve a cobrar sentido). Si se tiene en cuenta que en febrero de este año solo funcionaban salas en pocas provincias y se vendieron en total apenas 52.000 entradas (36.000 de ellas en Córdoba), los más de 800.000 tickets de marzo significan una mejora notable. ¿Pero qué significan esas 800.000 localidades?
La comparación con marzo de 2020 no sirve porque a mediados de ese mes se cerraron los complejos cuando se decretó el aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) para combatir los por entonces primeros efectos de la pandemia del coronavirus y ese mes terminó con 760.000 espectadores. Lo correcto, entonces, es ver cuántos tickets se vendieron en marzo de 2019 (2.820.000) y en marzo de 2018 (2.430.000). Ahí está, entonces, la respuesta: el negocio está funcionando al 30 o 35% de lo que era su capacidad habitual. Y esos números son absolutamente lógicos: al miedo que un segmento importante del público (sobre todo el de mayor edad) todavía tiene a la hora de volver a un cine se le suma el aforo máximo que en buena parte del país sigue siendo del 30 por ciento (en Córdoba, por ejemplo, es del 50 por ciento) y la menor cantidad de funciones diarias que se programan para que haya más tiempo entre proyecciones y evitar así las aglomeraciones.
También es cierto (y aquí uno de los aspectos más negativos) que no todos los complejos reabrieron entre el miércoles 3 y el jueves 4 de marzo. Se calcula que un tercio de las salas que funcionaban en la prepandemia hoy no está operando. En algunos casos, porque se están readaptando a las nuevas (y estrictas) exigencias de los protocolos sanitarios; en otros, porque los dueños comenzaron a trabajar con solo algunas pantallas de sus multicines (para bajar costos y esperar tiempos mejores); y, finalmente, porque hay varios que, lamentablemente, ya no volverán. Tal como informó LA NACION, el Cinema City General Paz cerró de manera definitiva, el Artemultiplex (también en el barrio de Belgrano) podría seguir el mismo camino y tampoco funcionan por el momento otros complejos como el Cinépolis Caballito.
Entre cierres y reaperturas demoradas o parciales, en Ciudad de Buenos Aires solo operaron el último fin de semana unas 90 salas. Dentro de ese panorama crítico (hay que tener en cuenta que el sector llevaba 11 meses sin funcionar), los números han ido creciendo de manera sostenida: en la semana del 4 al 10 de marzo se vendieron 110.000 entradas; en la del 11 al 17 de marzo, 160.000; en la del 18 al 24 de marzo, 205.000; y solo en el úlimo fin de semana (25 al 28 de marzo), 270.000 (la semana cerrará el miércoles próximo con alrededor de 350.000). Más allá del aumento progresivo en la concurrencia, es interesante analizar en particular el fenómeno de Godzilla vs. Kong, primer “tanque” que llegó a los cines argentinos en pandemia en medio de un lanzamiento simultáneo y a escala global (estrenos anteriores como Tenet o Mujer Maravilla 1984 eran considerados “viejos” y circulaban de forma ilegal por Internet desde hacía varios meses).
La superproducción de Warner fue vista por casi 200.000 personas entre jueves y domingo y se quedó con el 70 por ciento del público total. Es algo que vienen sosteniendo los analistas: si hay estrenos fuertes (y exclusivos) la gente acompaña. Pero, si como ocurrió con el film animado de Disney Raya y el último dragón, un título se lanza en simultáneo en alguna popular plataforma de streaming, la merma en la convocatoria de las salas es muy significativa. Consultado por LA NACION, el distribuidor independiente Carlos Zumbo, dueño de la compañía Zeta Films, opinó que “en comparación con otros países, las cifras en Argentina fueron bastante aceptables, han ido mejorando semana a semana y, en el caso de películas como Godzilla vs. Kong, pueden incluso considerarse como muy buenas”.
Sin embargo, para quienes lanzan películas en el segmento de cine de arte, la evaluación ya no es tan positiva: “Nuestro público mayoritario tiene entre 60 y 80 años y –hasta que la vacunación no sea masiva en ese segmento etario considerado de riesgo– sigue siendo muy reacio a volver. En nuestro caso, hemos decidido postergar varios lanzamientos, pero al mismo tiempo nos enfrentamos a la amenaza de que una segunda ola fuerte del Coronavirus pueda complicar aún más la leve recuperación que se ha conseguido”. Zumbo agrega que “la no reapertura del Artemultiplex, que para muchos de nuestros títulos significaba un 30 por ciento de la facturación total, el cierre del General Paz y la postergación en la anunciada inauguración del complejo Cine Arte Lumière hacen que el panorama específico para el cine de autor sea inquietante y preocupante. Además, no hemos tenido ningún tipo de ayuda oficial, como sí existe en numerosos países del mundo”.
Por el lado de los exhibidores, Gabriel Feldman, CEO de la cadena argentina Multiplex, indicó que “el primer balance es muy positivo porque quedó demostrado que la actividad está viva, que la gente quiere ver cine en el cine; con el aforo actual del 30 por ciento el negocio no es sustentable porque solo para pagar la factura de la luz necesitamos vender 1000 entradas por sala, pero aun sabiendo que la situación epidemiológica sigue siendo complicada apostamos a una crecimiento progresivo, que se pueda ampliar el aforo y así mejorar las cifras de recaudación”. En los próximos días, además, la empresa tomará una decisión definitiva respecto de la suerte del mencionado complejo Artemultiplex, aunque el ejecutivo adelantó que “la perspectiva no es nada buena”. Así, entre algunas luces y varias sombras (que podrían ser nubarrones negros si se producen más cierres de complejos o la segunda ola obliga a decretar una nueva inactividad del sector), las salas de Argentina intentan recuperarse tras un año de terror. En tiempos de furor por el streaming hogareño, el cine sigue luchando por mantener vivas las imágenes en pantalla gigante.
Las más vistas de jueves a domingo
- Godzilla vs. Kong, 187.218 espectadores
- Tom y Jerry, 24.578 espectadores
- Mujer Maravilla 1984, 21.518 espectadores
- Raya y el último dragón, 14.634 espectadores
- Tenet, 4494 espectadores
Fuente: Ultracine
Fuente: Diego Batlle, La Nación