“Y ahora, ¿qué miramos?”, fue la pregunta que muchos televidentes se hicieron hace un mes atrás, cuando Claudia Villafañe levantaba el trofeo y llovían papelitos plateados dando por finalizada la primera edición deMasterChef Celebrity. Es que la última carta que Telefe tenía guardada bajo la manga se convirtió en un as de espada que ganó cómodamente su franja horaria convirtiendo al canal en el más visto de 2020. Incluso, mientras la exmujer de Diego Maradona celebraba su victoria, el programa trepó a picos de 26 puntos de rating, algo que hace mucho no se registraba en la televisión argentina.
Rápidos de reflejos y aprovechando la euforia, desde la producción comenzaron a cranear a contrarreloj una segunda temporada y es así como, desde este lunes, a las 22.30, se volverán a prender las hornallas. Esta vez, no se necesitaron demasiados argumentos para convencer a los talentos porque la propuesta es de lo más tentadora: una pantalla caliente en horario central y un premio de 1.200.000 pesos. ¿Quién no quiere subirse a un éxito ya probado, que sin ninguna duda volverá a serlo y en un contexto económico y social tan particular?
Agárrate fuerte y anotá … próximo Lunes 22:30 debut #MasterChefArgentina nueva temporada x la pantalla de @telefe 🌶🍀 pic.twitter.com/nqJ69WrfzP
— SANTIAGO DEL MORO (@SANTIAGODELMORO) February 19, 2021
Con respecto a la base del programa, no habrá cambios: Santiago del Moro seguirá en la conducción de un formato que le queda cómodo mientras que el jurado seguirá integrado por Donato De Santis, Germán Martitegui y Damián Betular. Un triunvirato tan temido como admirado. Y al igual que en la edición anterior, seguirán desfilando jurados invitados de distintos ambientes (chefs reconocidos y conductores del canal) y seguramente, los familiares de los participantes estarán en algún desafío. La cinta de capitán en las redes sociales se la pondrá Fede Bal, que reemplazará a Florencia Vigna en su puesto de host digital. El actor, que fue uno de los participantes más polémicos de la edición anterior, mostrará todo lo que no se ve en pantalla y cada domingo, entrevistará en vivo al eliminado de la semana.
El plantel de famosos
Para esta segunda edición del reality gastronómico se usó un molde similar al anterior: músicos, deportistas, actores, mediáticos, influencers y periodistas. Así se fueron confirmando uno a uno, en tiempo récord, los 17 participantes. Ellos son: Juanse, CAE (Carlos Alberto Elías), Flavia Palmiero, Andrea Rincón, Sol Pérez, el basquetbolista Hernán El Loco Montenegro, Georgina Barbarossa, los periodistas Fernando Carlos y María O´Donnell, Daniel Aráoz, el exfutbolista Mariano Dalla Libera, la influencer Dani La Chepi, el mediático Alex Caniggia, Claudia Fontán, Candela Vetrano, Gastón Dalmau y Carmen Barbieri. Sí, Barbieri, porque si bien la actriz se encuentra internada desde hace más de un mes en la Clínica Zabala, tras haberse contagiado coronavirus, no descartan en algún momento su participación. “No se la reemplazó, estamos esperando que pueda incorporarse cuando esté mejor”, aseguraron desde la producción a LA NACION.
Las grabaciones comenzaron hace cuatro semanas, pero el grupo se afianzó en la previa, en las largas jornadas de inducción que tuvieron para aprender a utilizar el equipamiento de las cocinas, grabar los clips de promoción y sacarse las fotos oficiales. Fue en una de esas reuniones que Sol Pérez (recién llegada de sus vacaciones dio positivo de Covid-19) compartió espacio con Barbieri.
En la edición anterior también hubo algunos contagios y es por eso que en esta temporada reforzaron los protocolos en el set para evitar postergaciones en la fecha de inicio del reality, como pasó el año pasado. Pero, de hecho, acaban de postergar las grabaciones actuales porque Paula Chaves grabó una participación y dio positivo de Covid-19, por lo que el martes van a hisopar a todos los participantes que compartieron tiempo con ella.
En plan promocional, algunos concursantes ya dieron notas y mostraron sus temores en relación a la cocina. La influencer Dani La Chepi, que viene a ocupar el lugar de Belu Lucius, está aterrada porque no sabe cocinar nada y su colega dejó la vara muy alta; Cae dice ser un gran cocinero pero dentro de su casa y son el temido reloj; María O´Donnell asegura que es ella quien cocina en su hogar; en tanto, Georgina Barbarossa exclama a viva voz que participar es un estrés. En el grupo de WhatsApp que tienen los participantes, juran que todas las noches alguno piensa en renunciar y el resto oficia de contención. También se envían recetas, tutoriales y memes.
Los reyes del paladar
Dentro del formato del programa habrá algunos cambios: un mercado completamente renovado que estará siempre disponible y desafíos con una vuelta de tuerca, más centrados en crear dificultades y situaciones límites. La idea es jugar mucho con el tiempo, la cuenta regresiva y la aparición permanente de nuevos ingredientes que los participantes tendrán que incorporar a sus menúes así no tengan relación con el plato que estén preparando.
El reto será también para el jurado, quienes deberán tejer relaciones con los nuevos participantes y crear vínculos atractivos para el espectador. LA NACION habló con los chefs que adelantaron cómo vienen las grabaciones y realizaron un análisis de la situación de los famosos.
– Quedó como un vacío en los televidentes después del final de la primera edición, ¿se esperaban tanta aceptación?
Martitegui: -Sinceramente, yo no sabía ni que existía este nivel de reacción en la gente, nunca pensé que podía ser así, que te tiraran tanto cariño, que te digan que les habías alegrado la vida. Bueno, es un período muy triste para mucha gente, para el mundo en general. Yo no estaba preparado para hacer televisión el año pasado y menos para esta reacción, que aún continúa. Tampoco estoy preparado para hacer esta segunda temporada si querés saberlo… [risas].
-No hubo mucho corte ni descanso, no hay mucho tiempo para cambios…
De Santis: -Sí, ¡Germán va a tener peluca!
Betular: -Lo divertido de esto es que vamos a seguir siendo los mismos y los que cambian son los cocineros que se van a enfrentar más que a nosotros, a los desafíos que están totalmente renovados y obviamente con un poco más de cositas distintas y no digan: ‘Ah, el año pasado lo hicieron así y así’. Y no, será más complejo.
Martitegui: -El otro día decíamos: ‘¿viste cuando ibas a 5º A y te pasan a 6º B, y tenés compañeros nuevos, pero es el mismo lugar, mismo colegio y mismo celador que sería Santi [Del Moro]?’ Lo cual es raro porque tenés que establecer una relación con gente que no conocés.
– ¿Y cómo son esos compañeros nuevos, ruidosos y talentosos o van directo a reprobar?
De Santis: -Es un cast totalmente distinto que trata de comprender un poco de todo, más allá de los géneros y de la veta artística de cada uno: tenemos cantantes, actores, personajes de los medios, es muy diferente. Ellos seguramente se vieron la primera temporada, quizás vienen un poquito prevenidos, y es por eso que las pruebas y los juegos son totalmente distintos. O sea vienen con un libreto y se van a encontrar con una situación completamente diferente y eso es lo lindo. Pero tenemos un nivel de cocina interesante. La Fontán siempre cocinó con otros chefs y hay un par más que se nota que hicieron algo de cocina. Candela Vetrano tiene idea; Georgina se nota que es madre y tiene cocina de casa, tiene una mano interesante y se está acostumbrando a lo que es el esquema de MasterChef.
Betular: -Hay estudiosos, no sé si virtuosos, pero algunos son muy aplicados entonces cuando no la tenés tan clara, eso de ser tan obsesivo a veces está bien y otras, mal.
Martitegui: -Y hay orgullosos también [risas], que no les gusta perder y me parece que están haciendo un gran esfuerzo con eso. La cocina en parte es imaginación, en parte es saber y en parte también es decir quiero que me salga bien y te concentrás: 2+2 es 4 siempre en cocina.
De Santis: -Totalmente, yo creo que todos se dieron cuenta cuando pisaron esta cocina del espesor que tiene hacer un plato acá porque como siempre decimos: vos podés hacer en tu casa la mejor pizza, el mejor sándwich, el mejor asado, pero cuando pisás esta cocina, todos se dan cuenta de lo poquito, de lo chiquito que queda todo y de la exigencia que tenemos. Ahí se van moldeando, pasan los días, algunos se animan, algunos se pierden, algunos se quedan. De hecho los que se van yendo, son los que se quedan en el camino. Es así, de acá a la final.
-En le edición anterior sorprendieron participantes que tal vez no cocinaban bien, pero eran carismáticos, como el Turco García y el Mono de Kapanga, ¿quiénes se podrían ganar ahora el corazón del público?
De Santis: –Hay un par que quizás no se esperan y van a lucirse. Atención con Alex Canniggia, va a sorprender.
Martitegui: -Creo que va a haber grandes sorpresas. El año pasado no elegimos nosotros a quienes fueron más populares. La gente empezó a ver y a elegir quiénes les caían mal o bien y nosotros, más que era la primera vez, tratamos a todos exactamente igual y recién los escuchábamos [a la gente] cuando estaba grabado hacia tres semanas, o sea que no nos afectó en nada. Van a tener a sus favoritos, de hecho ya vi que algunos aman y odian a los nuevos participantes sin haber visto nada.
De Santis: -El gran contraste de siempre se va a dar entre los que son más simpáticos y queridos por el público con los que realmente nosotros probamos ahí en la cocina. Y eso sucede en todos los MasterChef: que uno sea simpático no significa que va a ganar, a veces los favoritos del público se quedaron atrás y va a suceder en esta edición también.
– ¿Qué podemos esperar para esta nueva temporada?
Betular: -Los desafíos tienen todos una vuelta más. Van a ver que todo tiene una espectacularidad impresionante y eso está buenísimo, las temáticas son geniales. Este reality la gente lo ve en su casa y ya está editado, pero en tiempo real, en esa hora que cocinan los saca de personaje. Y era un poco el miedo que teníamos de cómo serían las celebrities adentro de la cocina, pero la realidad es que son pollitos mojados porque se enfrentan a algo que nunca hicieron y a ese reloj que hace estragos y los vuelve un poco locos. Cuando Santi [Del Moro] empieza con ese conteo final “10, 9, 8…″ parado sobre una sola pierna es Las Vegas [risas]. Yo vi la final de la temporada 1 como la mayoría de los argentinos y era como una final de un mundial.
Martitegui: –El Super Bowl.
De Santis: -Algo que me impactó es que el día de la final hubo un terremoto en San Juan y nos llegó información que MasterChef salvó muchas vidas porque la gente se quedó despierta a mirar el programa, pudo alertarse y tomar recaudos. Si se hubiesen quedado dormidas, hubiera habido más fatalidad de la que hubo. Somos salvadores de vidas.
-¿Se quedaron conformes con las finalistas de la edición anterior?
Martitegui: –La sorpresa de todos, incluida la nuestra, es que las dos finalistas cocinaron increíblemente bien y la final se definió por un pelito. Para nosotros el mayor premio fue ese, que las dos personas que arrancaron cocinando muy mal terminaron haciendo un menú súper profesional en dos mesadas con una espectacularidad increíble, una precisión y una perfección que fue súper profesional. Las dos llegaron a eso, ganó Claudia y fue súper justo, pero para nosotros, el mayor premio fue mirarnos el día de la final y decir: “Mirá lo que prepararon, no lo puedo creer”. Y era imposible no mirar para atrás y pensar: “¿te acordás cuando te sirvió la bruschetta llena de ajo?”
El desafío para la nueva edición será entonces mantener el nivel de entretenimiento y ser lo suficientemente novedosos para seguir reuniendo a la familia argentina frente al televisor.
Fuente: Paola Florio, La Nación