Una chica negra y flaca, descendiente de esclavos y criada por una madre soltera, puede soñar con ser la presidenta de su país en 2036. Desde que Amanda Gorman participó en la investidura presidencial, el mundo mira cómo crece la popularidad de esta joven afroamericana de 22 años que logra aglutinar su arte y activismo en torno a temas como la opresión, el feminismo, la raza, la marginación y la diáspora africana. La editorial Lumen publicará el próximo 8 de abril, una semana después de su lanzamiento en Estados Unidos, La colina que ascendemos, el poema que Gorman leyó el pasado 20 de enero durante la asunción de Joe Biden. El libro se editará en una edición bilingüe, traducida por la poeta Nuria Barrios y con un prólogo de la periodista Oprah Winfrey.
El auditorio del Capitolio quedó mudo y rendido a los pies de Gorman, licenciada cum laude en Sociología en Harvard. Ella –armada de una sonrisa esperanzada y el movimiento de las manos, como si necesitara pasar las palabras por el cuerpo- devino la nueva heroína de la política americana: “Con cada aliento de mi pecho de bronce que palpita,/ levantaremos este mundo herido hacia un mundo fascinante/ nos elevaremos desde las colinas de oro del oeste/ nos elevaremos desde el noreste barrido por el viento/ donde nuestros ancestros por primera vez/ entendieron lo que era rebelarse/ nos levantaremos de las ciudades bordeadas por los lagos/ en los estados del medio oeste americano,/ nos alzaremos desde el sur bañado por el sol/ reconstruir, reconciliar, recuperar/ y en cada recoveco conocido del país y de cada rincón de nuestra patria/ emergerá nuestra gente, diversa y hermosa,/ maltrecha y hermosa”.
Al verla y oírla es imposible imaginar que la poeta tuvo problemas con el habla y dificultades para pronunciar ciertas letras como la erre. Hasta hace pocos años le costaba decir su propio apellido o el nombre de la escuela donde estudió en Los Ángeles, la ciudad donde nació el 7 de marzo de 1998. El flechazo con la poesía para la “niña rara” comenzó a los siete años; escribía versos en el patio del colegio y después se animó a recitar. “La poesía es el lenguaje de la reconciliación. A menudo nos recuerda lo mejor de nosotros mismos y los valores comunes. Hay un poder específico en la poesía para santificar, purificar y rectificar, incluso en medio de la discordia”, plantea Gorman, que a los 16 años creó una ONG para ayudar a otros niños a leer y escribir mejor. Para ella alfabetización y democracia van de la mano.
En 2017 fue seleccionada como la primera Joven Poeta Nacional Laureada. Cuando terminó de recitar sus poemas en la biblioteca del Congreso de Estados Unidos, el público la ovacionó de pie. Entre los asistentes estaba una profesora de lengua llamada Jill Biden. En una entrevista con The New York Times la joven poeta anunció hace cuatro años: “En 2036 me postulo para la presidencia de Estados Unidos”. Después del triunfo de Biden, Jill preparó la ceremonia de asunción de su marido y supo de inmediato quién cerraría el acto. “Con sus palabras vigorosas y conmovedoras –dijo Michelle Obama-, nos recuerda el poder que cada uno de nosotros tiene para defender nuestra democracia. ¡Sigue brillando, Amanda!”. El impacto que causó la joven poeta es como una onda expansiva: fue portada de la revista Time y recientemente la invitaron a recitar un poema en la ceremonia de la final de la Super Bowl en honor a los héroes de la pandemia.
Gorman estudió castellano y literatura española en Madrid, entre febrero y junio de 2019. Entonces descubrió a Federico García Lorca y escribió sus primeros poemas en el idioma que estaba empezando a conocer. Uno de esos poemas lo tituló “Amordura”: “Si la poesía es hacer de la mirada un mundo,/ ser poeta es hacer belleza de la herida”. En el prólogo a La colina que ascendemos, Oprah Winfrey afirma que la poeta “posee un poderoso espejo: todos aquellos que se miran en él se ven mejores. (…) Y encarna un futuro que suena con latido, un faro para los jóvenes achicados por la precariedad y la pandemia que acorta sus pasos. ¡Ah, esa frescura, Amanda, capaz de combatir el persistente olor a vinagre!”. En una entrevista reciente con Vatican News, la poeta reflexiona sobre la importancia de las mujeres jóvenes como líderes de diversos movimientos. “Por cada Amanda, hay muchas más como yo. Puede que yo sea única, pero no estoy sola de ningún modo. El mundo está siendo sacudido y cambiado por la próxima generación, y es hora de que los escuchemos”.
La joven poeta afroamericana está escribiendo un capítulo inédito en la historia. “Es lamentable que a menudo la poesía se enseñe en las escuelas como si perteneciera solo al ámbito de una élite intelectual masculina, vieja y muerta, cuando en realidad la poesía es el lenguaje del pueblo«, subraya Gorman. «Yo les diría a los jóvenes que la poesía es vibrante y siempre cambiante, y que esta forma de arte nos pertenece a todos, no a un grupo selecto. Necesitamos sus voces, necesitamos sus historias, así que no tengan miedo de tomar un lápiz”.
Fuente: Página12