La baronesa, posando frente a «Mata Mua», de Gauguin, expuesto en el museo Thyssen-Bornemisza
Fueron meses de encierro y oscuridad. Mata Mua, la famosa obra de Paul Gauguin, viajó en plena pandemia desde Madrid, donde se encontraba expuesta en uno de los museos más concurridos de la ciudad, hacia Andorra, donde permaneció en una búnker. Mientras tanto, la baronesa Thyssen, dueña de una de las mayores colecciones de arte del mundo, desafiaba al gobierno español al que le pedía una ayuda económica para exponer su colección privada en el museo que lleva su nombre.
Carmen Cervera, también conocida por su título nobiliario, baronesa Thyssen, logró acordar con el ministro de Cultura español, José Manuel Rodríguez Uribes, el pago de 6,5 millones de euros anuales [la interesada había pedido 7 millones], por un plazo de 15 años. Aún falta firmar el contrato, pero las partes, que se reunieron presencialmente en la capital española, están de acuerdo. La baronesa exigía desde hacía casi una década, a distintos gobiernos, de distinto color, el resarcimiento económico por exponer en el Museo Nacional Thyssen–Bornemisza estos cuadros que son un atractivo invaluable de la ciudad. A su vez, cuando se cumplan los 15 años, tal como establece este acuerdo, quedará abierta para el Estado la opción de compra del lienzo del pintor francés.
Esta noticia ha tenido una amplia repercusión, no solo en el ámbito cultural, sino incluso en otras esferas. La baronesa, quien tuvo una carrera como actriz antes de casarse con el millonario barón Thyssen, heredero de la industria siderúrgica, aparece en la portada de hoy de la revista ¡Hola!, publicación a la que cedió una entrevista tras el “histórico acuerdo que cambiará su vida” y donde afirma que tuvo varias ofertas de interesados en la compra del famoso cuadro de Gauguin.
El Mata Mua no es el único cuadro que viajó hacia Andorra durante la reciente disputa entre el gobierno y la baronesa: lienzos de Degas, Hopper y Monet también fueron trasladados fuera de España. Sin embargo, el Mata Mua es la estrella de la colección y tendrá en breve su propia sala. Dentro del acuerdo entre las partes, se permitirá que el cuadro de Gauguin sea alquilado fuera del país, una acción que le brindará grandes réditos a su propietaria.
La baronesa Thyssen va por más y busca también poder unificar su colección privada, integrada por más de 400 cuadros [valuados en 1000 millones de euros], con la de su marido, compuesta por 775 obras, adquiridas por el gobierno en 1993, valuadas en 350 millones de euros.
Hacienda siempre ha estado pendiente de la fortuna Thyssen y la baronesa, que reside en Andorra, un paraíso fiscal, se enfrentaba a un problema de liquidez el último tiempo, motivo por el cual subastó La esclusa, de John Constable, una obra que no pudo adquirir el Estado español. Cabe destacar además que los museos españoles, a causa de la pandemia, el confinamiento y las restricciones, han sido severamente damnificados y según datos oficiales sus visitas se desplomaron un 70% en el último año, cifra que además se traduce en la merma de entradas.
Fuente: Laura Ventura, La Nación