En tiempos de viajes marcados por el aislamiento social, la distancia y el poco contacto entre personas sin dudas un buen plan para el verano es subirse al auto en familia, o por qué no a la moto, y aún mejor a la bicicleta, y salir a la ruta a disfrutar de grandes paisajes, de esos que impactan por su belleza a cada momento, detrás de cada curva.
Y de la cantidad de recorridos posibles en la Argentina, de esos que invitan a detenerse a cada rato a tomar fotos o simplemente sentarse a admirar la belleza, sin dudas uno de los más famosos es la Ruta de los Siete Lagos. Tal vez el tramo más célebre de la ruta 40, este circuito va zigzagueando entre lagos y montañas en la cordillera neuquina, desde San Martín de los Andes en el norte hasta Villa La Angostura en el sur, en la provincia de Neuquén.
Son 110 de los más espectaculares kilómetros que pueden recorrerse en el país, y el verano es la época ideal para hacerlo, en moto, en auto, en bicicleta o en excursiones organizadas.
La ruta en su paso junto al lago Falkner. Al fondo, el cerro del Buque. Foto: Turismo SM Andes
Ya en el corazón de una temporada que parece haber arrancado muy bien, como lo confirmaron en diálogo con Clarín los responsables de Turismo de San Martín de los Andes, Gustavo Apaolaza, y Villa La Angostura, Marina González. Ambos coinciden en destacar la buena afluencia de visitantes desde la apertura de la provincia al turismo nacional, el 1º de diciembre, y especialmente a partir de las fiestas de fin de año.
Aunque con cautela por el horizonte a futuro, Apaolaza se entusiasma con las perspectivas del verano, destaca que el regreso del turismo “se nota en el estado anímico” de la ciudad, y detalla una tendencia que se ve más marcadamente que en años anteriores: el interés de los visitantes por conectar con la naturaleza, por hacer actividades al aire libre disfrutando de los paisajes de la cordillera.
Cuidados y protocolos mediante, en la zona se están realizan todas las excursiones habituales, tanto las tradicionales como las de aventura. “Tenemos trekking en más de 13 senderos tanto en el ejido de la ciudad como en los parques nacionales Arrayanes y Nahuel Huapi, cabalgatas, kayaks, bicicletas y Cerro Bayo con su propuesta de aventura, además de playas concurridas, como las de Correntoso y lago Espejo, y otras muy tranquilas, con más distancia social”, cuenta Marina González.
Y agrega que, como parte de las medidas que se tomaron en la provincia, el aforo de alojamiento en La Angostura se redujo en un 50%, y que en este momento la villa “está completa, con 100% de ocupación de las camas disponibles, además de quienes se alojan en casas de familiares y amigos, que representa una afluencia significativa”.
“Después de nueve meses sin actividad y aislados, necesitábamos retomar la actividad turística, y podemos decir que es una muy buena temporada. Trabajamos mucho en conjunto con San Martín, Junín de los Andes, Villa Traful y el Gobierno provincial y logramos ser una de las zonas más elegidas del país. Esperamos llegar con muy buena actividad al menos hasta Semana Santa, el objetivo que planteó la provincia”, señala González.
Por su parte, Apaolaza apunta que “hay mucha gente en los campings, que llegó con sus propios vehículos, motorhomes y casas rodantes, y la conciencia del turista ha cambiado (…) Así como antes vimos cómo creció la conciencia medioambiental, ahora lo vemos en el cuidado de la persona y la salud”. Y coincide con que “todas las excursiones convencionales se están haciendo, y se ven muchas motos y bicicletas recorriendo la Ruta de los Siete Lagos”.
San Martín de los Andes, comienzo de uno de los recorridos más escénicos del país. Foto: Shutterstock
Así, con la temporada ya en plena marcha, aquí se propone un recorrido detallado con sitios imperdibles de la fantástica Ruta de los Siete Lagos, como para llenarse de paisajes y naturaleza, tan necesario este verano.
De San Martín al sur
Desde el norte, el recorrido comienza en San Martín de los Andes, en un valle entre montañas a orillas del lago Lacar: primero del recorrido, que dice de los siete lagos pero en realidad son más, como veremos. Antes de salir a la ruta, hágase una escapada hasta el cercano mirador Bandurrias, a 7 km del centro. La vista del Lacar desde allí vale la caminata (también se puede ir en auto). Al otro lado del lago, el mirador Arrayán regala más paisajes imponentes desde otra perspectiva.
Quila Quina, una de las principales playas de todo el recorrido. Foto: Archivo
Y a la hora de salir a la ruta, la partida no puede ser más espectacular: la 40 va bien pegada a la orilla sudoeste del Lacar, enseguida ingresa al Parque Nacional Lanín y, luego de pasar un camping de vistas imposibles, gira hacia el sur, alejándose de la costa del lago. Ahí nomás, antes de la curva, puede ya desviarse por una salida que lleva a dos campings y a la hermosa playa Catritre, una bahía ideal para pasar el día con áreas de picnic, camping, sanitarios, proveeduría y restaurante.
Y apenas unos metros más adelante, un desvío que no hay que perderse: el camino a Quila Quina, uno de los principales balnearios de todo el recorrido. En la orilla sur del Lacar y a solo 18 km de la ciudad, Quila Quina tuvo su origen en un loteo de Parques Nacionales de 1942. Deje el auto en el estacionamiento y camine la costa del lago y el muelle que asoma a las aguas cristalinas. Hay un camping agreste y otro organizado con restaurante, además de área recreativa y, en el muelle, confitería, sanitarios y alquiler de actividades náuticas.
Ubicado en tierras de la comunidad mapuche Curruhuinca, podrá ver casas de pobladores, corrales con chivos, ovejas y huerta, escuela rural y senderos, como El Cipresal (una media hora) para conocer la importancia de una de las tres coníferas del parque nacional, y otro de 1.200 metros que lleva a la cascada Quila Quina. De paso: fines de enero y febrero es una muy buena época porque las aguas del lago suelen superar los 20 grados, como para unos buenos chapuzones.
En otoño la ruta se viste de colores. Foto: Shutterstock.
Pero volvamos a la ruta, que luego del desvío a Quila Quina sigue serpenteando hacia el sur, cerca del río Pil Pil. Pasando el mirador del Pil Pil verá una ruta que sale a la izquierda: es la 19, que lleva al cerro Chapelco, que en estos días está inaugurando la temporada de verano con actividades de aventura y grandes vistas.
Hermoso, Meliquina, Falkner, Villarino y más
Luego de cruzar el puente sobre el río Hermoso, que hace honor a su nombre y donde hay varias cabañas y un hotel, vale la pena otro desvío: por la ruta 63 hacia el este son 14 km hasta Villa Meliquina, pasando el lago del mismo nombre, que se va poblando de cabañas y posadas y a donde llegan muchos amantes de la pesca con mosca, sobre todo en las cercanías de donde el río Meliquina se desprende del lago.
Stand up Paddle en las aguas del lago Meliquina. Foto: Turismo SM Andes.
De vuelta a la ruta: 30 km al sur de San Martín de los Andes, apenas pasando la laguna Fría, deténgase un rato en el mirador del lago Machónico y siga luego hacia el sur, hasta el próximo desvío: la seccional lago Hermoso del parque nacional le indicará el acceso hasta las costas del lago, donde hay camping y un restaurante con espectaculares vistas a metros de la playa. No se pierda las cascadas del río Hermoso. Cerca hay otro lago, de los Cármenes, más pequeño y de acceso complicado.
La siguiente parada en la ruta viene por partida triple: primero, el mirador de la cascada Vulignanco, y luego el puente sobre que sortea la unión entre dos enormes lagos: el Falkner (a la izquierda viniendo del norte) y el Villarino (a la derecha).
Rodeado por los cerros Falkner, del Buque y Alto, las grandes playas de arena del lago Falkner invitan a un buen rato de relax, mates mediante. En esas orillas hay camping y una pequeña hostería, y otro camping en las costas del Villarino. Si se queda un tiempito aquí, puede caminar las costas del lago o aventurarse a trepar a las cumbres del cerro Buque (1.950 metros) o el Falkner (2.120 m). Además, en ambos lagos y sus afluentes puede probar con la pesca de truchas arco iris, marrones, fontinalis y percas.
Un buen descanso en el camping del lago Villarino. Foto. Shutterstock
Al llegar al mirador del lago Villarino, 50 km al sur del punto de partida, ya habrá recorrido casi la mitad del camino. Y solo tendrá que hacer 1.100 metros hasta la próxima parada: el mirador del lago Escondido, mucho más pequeño que los anteriores pero también de gran belleza, con sus aguas color Esmeralda y un cambio de parque nacional: del Lanín al Nahuel Huapi.
Diez kilómetros al sur, vale la pena dejar el auto a la orilla del camino para desandar el sendero hasta las cascadas Ñivincó, en el río Pichi Traful. Y a 24 km de allí, un desvío que se arrepentirá si no lo hace: la ruta 63 trepa y trepa entre curvas y luego desciende al otro lado entre más curvas hasta las orillas del lago Traful, donde espera la hermosa Villa del mismo nombre.
Hosterías, cabañas, gastronomía, un muelle muy fotografiado, casas de productos regionales, estación de servicio y un paisaje que lo hace a uno dudar si no sería una buena idea quedarse allí para siempre, a echar raíces. Uno de los puntos imperdibles del recorrido, aunque el Traful no es “formalmente” parte de la Ruta de los Siete Lagos.
El muelle sobre el lago Traful. Foto: Efraín Dávila
Cruzando el río más corto del mundo
Sí lo es el lago Correntoso, el siguiente de vuelta en la ruta, que recorre buena parte de su costa norte rumbo al noroeste. En un extremo, dos campings y una hostería invitan a un merecido descanso, y allí donde la ruta gira hacia el sur en el extremo noroeste del lago, vale la pena desviarse dos km por un camino de tierra hasta la orilla del lago Espejo Chico, con su camping junto a una hermosa playa de arena.
La ruta cruza luego el puente sobre el río Ruca Malen e invita a un stop en el mirador del Correntoso; luego da unas cuantas curvas, pasa a orillas del pequeño lago Bailey Willys y llega a un punto en el que vale la pena disfrutar el atardecer: un extremo del inmenso lago Espejo, que se extiende desde ese punto hasta casi el límite con Chile.
Seis km al sur, el mirador del lago Espejo y otra playa amplia desde donde se pueden hacer caminatas por el bosque.
La sorprendente laguna Piré, en la ruta 231 hacia el cruce a Chile. FOto: Villa La Angostura Turismo
Siguiendo nuestro camino, allí nomás hay un importante cruce de rutas: mientras la 40 sigue hacia el sur, hacia el oeste sale la 231, que pasa cerca del lago Totoral, la laguna Piré y el acceso a la cascada Dora y Santa Ana, y cruza a Chile por el paso cardenal Samoré (aunque ahora, pandemia mediante, no se puede cruzar).
Pero atención, que apenas a 2,4 km del cruce de rutas vale la pena nuevamente dejar el auto a la vera de la 231 para una caminata imperdible, que lleva al coihue El Abuelo, un extraordinario ejemplar que se estima tiene casi 500 años, y el brazo Última Esperanza del lago Nahuel Huapi, con una hermosa playa escondida entre el bosque.
De vuelta en la 40, estará ya en el último tramo de la ruta, cerquita ya de la inmensidad del lago Nahuel Huapi. Pasando la espectacular playa de bahía Istana y el mirador Inalco, comenzará a ver cabañas y carteles que invitan a ambos lados de la ruta. Son las afueras de Villa La Angostura, justo antes de cruzar el puente sobre el río Correntoso, que con entre 200 y 300 metros de largo -según la altura de los lagos-, se suele nombrar como “el río más corto del mundo”. Une el lago Nahuel Huapi al oeste con el Correntoso al noreste, y en su corto recorrido casi siempre encontrará pescadores.
El río Correntoso une los lagos Nahuel Huapi y Correntoso, en Villa La Angostura. Foto: Shutterstock
Puede disfrutar de la enorme playa pública del lago Correntoso y del centro comercial de La Angostura, con sus galerías y locales construidos en madera. O relajarse desde el hermoso muelle de la localidad, con la bahía Mansa a un lado y la Brava al otro; caminar entre los árboles de tonos ocre y anaranjado del Parque Nacional Los Arrayanes, o hundir los pies en la arena tibia de alguna de las playas de bahía Mansa o Puerto Manzano.
O, por qué, no, hacer 15 km montaña arriba hasta la cima de Cerro Bayo, donde en verano se puede hacer tubbing, canopy, mountain bike y, subiendo por la telesilla, una caminata guiada con las vistas más impresionantes del lago Nahuel Huapi y la inmensidad de la Cordillera de los Andes.
Recomendaciones:
La ruta ideal para iniciarse en el cicloturismo
Este tramo de la ruta 40 es uno de los preferidos del país por los ciclistas. Foto: Shutterstock
La Ruta de los Siete lagos suele ser para mucha gente “el primer paso al cicloturismo fuera de las ciudades. Es una ruta segura, con buenas banquinas, normalmente no hay vehículos de gran porte y no se circula a altas velocidades. Además, es parte de la ruta 40 y tiene una buena oferta de lugares para pasar la noche. Posiblemente sea la mejor ruta a nivel nacional” para recorrer en bici, dice Flavio Bonilauri, propietario de Adventure Store y presidente de la Asociación de Guías de Cicloturismo de San Martín de los Andes.
Aunque se puede recorrer en un día Flavio recomienda hacerlo en tres días y dos noches para disfrutarla bien, parando en campings como los de los lagos Hermoso y Pichi Traful, o Falkner y Espejo Chico. Y que para asegurarse que los campings estén abiertos, hay que recorrerla entre diciembre y principios de marzo.
Recomienda no perderse el trekking hasta la cascada Ñivinco ni las costas del lago Falkner, por sus playas de arena. Y a la hora de dar algunos consejos, detalla: · Indumentaria: prever que el tiempo es muy cambiante.
Es habitual alquilar las bicis con el equipamiento completo y devolverlas al finalizar la travesía. Foto: Adventure Store
· Campings: tener en cuenta dónde están, para el reabastecimiento.
· Bicicleta: tiene que estar en buen estado y es importante tener nociones básicas de mecánica, porque no hay lugares donde repararla en el camino.
· Reglas: se circula por parques nacionales, por lo que hay reglas a respetar, como no acampar o hacer fuego en lugares no autorizados.
Cruzando el puente sobre el río Correntoso. Foto: Efraín Dávila
· Información: visitar las oficinas de turismo antes de salir para saber, por ejemplo, cuáles son los campings operativos.
Finalmente, recomienda no continuar en bici desde Villa La Angostura hasta Bariloche, “porque hay mucho tráfico de camiones y se torna peligroso”.
Protocolos y asistentes al cuidado de la salud
La provincia de Neuquén desarrolló 13 protocolos para distintas actividades, desde alojamientos a excursiones, gastronomía, estaciones de servicio, etc. (se pueden consultar y descargar en neuquentur.gob.ar), lo que permite desarrollar las actividades turísticas habituales con normalidad, aunque con aforos reducidos.
Ruta de los Siete Lagos. Foto. Shutterstock
Además, específicamente en la zona de Siete Lagos, San Martín de los Andes desarrolló el programa “Anfitriones Turísticos”, con guías encargados de recorrer la ciudad y las principales playas llevando el mensaje de concientización sobre medidas de prevención.
Villa La Angostura también lleva adelante un programa de asistentes que dan recomendaciones en los puntos de mayor afluencia, sobre todo en la avenida Arrayanes y en el puerto. Y mucha cartelería con información y consejos. Además, para ingresar exige presentar la Circular Verano y completar un formulario en www.villalaangosturaturismo.gob.ar. Al llegar, a los visitantes se les toma la temperatura y se coloca un sticker al vehículo para facilitar posteriores movimientos.
MINIGUIA
Cómo llegar
De Buenos Aires a San Martín de los andes son 1.583 km por ruta 5 hasta Santa Rosa, luego rutas 35, 143, 151, 237, 234 y 40.
Aerolíneas tiene cuatro frecuencias semanales a Chapelco a fines de enero y en febrero; ida y vuelta, desde $ 16.364.
Bus desde buenos Aires (terminal Dellepiane), desde $ 7.480 ida en semi cama a $ 9.460 en cama ejecutivo (Vía Bariloche, de 20 a 34 hs de viaje)
El paisaje en la cascada Dora y Santa Ana.
Dónde alojarse
En San Martín, departamento de un dormitorio para dos personas, desde $ 5.983 la noche; hostería tres estrellas, desde $ 7.435 con desayuno; hotel 5 estrellas, desde $ 27.818. En La Angostura, cabañas para dos, desde $ 4.137; hostería tres estrellas, desde $ 10.755. También hay buena oferta en Villa Traful, en Villa Meliquina y en campings libres y organizados a lo largo de la ruta.
Cuánto cuesta
Siete Lagos desde San Martín, full day, $ 3.500 por persona (incluye parada para degustar tortas fritas caseras en hostería del lago Correntoso). Sumando Bariloche, $ 4.000 (Destino Andino). Opción 7 Lagos desde Bariloche, $ 3.445 por persona (www.despegar.com).
Rental bike 7 lagos (autoguiado): alquiler de equipamiento (bici, carro+kit de reparación y seguridad). Partiendo de San Martin todos los días o de La angostura un día por semana: 3 días/2 noches, $ 10.900; 4 días/3 noches, $ 12.900; 5 días/4 noches, $ 14.900 (incluye todo el equipamiento). Alquiler bici para circuitos locales, $ 450 la hora, $ 1.000 por 4 horas y $ 1.700 full day. Para tours organizados, desde US$ 35 todo el día. E-bike, US$ 45 (www.adventurestore.com).
Un parapente en Cerro Bayo. Foto: Cerro Bayo
Dónde informarse
San Martín de los Andes: (02972) 42-7347
www.sanmartindelosandes.gov.ar/turismo
Villa La Angostura: (0294) 449-4124 / +54 294 449-5941
www.villalaangosturaturismo.gob.ar
Fuente: Clarín