Con Europa asediada por la segunda ola de coronavirus, Uruguay con las fronteras cerradas, Brasil en pleno rebrote y los destinos asiáticos cada vez más alejados por la falta de vuelos, el segmento de turistas de alto poder adquisitivo de la Argentina tuvo que elegir nuevos rumbos.
Los itinerarios de varias semanas recorriendo un puñado de países fueron reemplazados por estadas más cortas pero más lujosas en alguna isla pequeña del Caribe como Turks and Caicos o Saint Barths. La misma decisión tuvieron que tomar los turistas que vacacionaban en cruceros, ya que la mayoría de las empresas suspendieron su actividad hasta el año que viene.
Una de las cuestiones que hace a estas islas tan atractivas, es que son consideradas como destinos seguros por la baja incidencia del coronavirus. En la última actualización, Turks & Caicos registró 772 casos y 6 muertes desde que empezó la pandemia. Hasta hora, no había ninguna persona hospitalizada. Algo muy similar sucede en Saint Barths con 162 casos confirmados, 35 casos activos y una muerte.
A este panorama, se suma que ambas islas abrieron el turismo a mediados de año y que no tienen muchos requisitos para recibir a turistas: sólo hace falta un resultado de PCR con 48 horas de vigencia o uno de antígenos con 72 horas.
“En este último mes, recibimos muchas consultas con respecto a programas en el Caribe. Estas islas no exigen cuarentena y tienen una gran oferta aérea con conexiones desde Punta Cana, Cancún o Miami. Hay muchísima demanda. Enero ya está todo vendido y queda un poco para febrero”, dijo Cecilia Vignolo, gerenta de ventas de Biblos Travel, una agencia especializada en turismo de lujo.
Un paquete de 7 noches en las islas Turks & Caicos con aéreo incluido vía Miami (operado por American Airlines) y hospedaje en el Grace Bay Club con desayuno, tiene un costo de $686.000 por persona en base doble. La misma estadía y condiciones, pero en el hotel Club Med Turkoise con servicio all inclusive cuesta $412.184 por persona en base doble. Ambas estadías fueron calculadas con salida en marzo.
“Otro punto favorable es la adaptación de la oferta hotelera: si bien no están abiertos todos los establecimientos, hay alojamientos para todos los niveles. Hay que tener en cuenta que no están al 100%, aunque ofrecen todas sus actividades y servicios”, agregó Vignolo.
Desde Club Med también indicaron que creció el interés de los argentinos por los paquetes hacia destinos de Caribe menos habituales, como Bahamas, Turks y Caiks, Guadalupe y Martinica.
México y República Dominicana
Algo similar están detectando los agentes de viaje en aquellos turistas que elegían como destino turístico, por ejemplo, Brasil. Con el aumento desmedido de casos, que trajo como consecuencia la orden de salida de los turistas que estaban vacacionando en Buzios, y la incertidumbre por un posible cierre de fronteras, muchos argentinos deciden cambiar su rumbo y volcarse hacia el Caribe.
Aquellos turistas con un presupuesto un poco más acotado, demandan pasajes y paquetes a destinos como Playa del Carmen, Cancún y Punta Cana.
Las cifras de coronavirus son bastante más altas que en las islas pequeñas: en Quintana Roo (estado al que pertenecen Playa del Carmen y Cancún) se registraron 15.178 casos positivos y 986 muertes en lo que va de la pandemia. En República Dominicana, el pasado jueves se registraron 720 nuevos casos, aumentando la cifra total a 15.305.
Los pocos requisitos para ingresar a estos lugares es uno de los incentivos a la hora de elegir. Por ejemplo, México no impone restricciones al ingreso ni obliga a hacer test. Tanto San Andrés (Colombia) como Panamá, solicitan un PCR negativo con vigencia de 48 horas que puede realizarse en los mismos aeropuertos de ingreso. Aruba suma a este requisito un formulario web y el certificado de la vacuna contra la fiebre amarilla. En Punta Cana, no exigen ningún test aunque los turistas podrán ser sometidos a una prueba de aliento aleatoria cuando lleguen a destino.
Para ingresar en St Martin/St. Maarten los viajeros deben presentar obligatoriamente una prueba de rt-PCR negativa realizada dentro de las 120 horas anteriores a la llegada a la isla; con excepción de niños menores de 10 años. Antes del viaje, los visitantes deben completar y aprobar una solicitud de autorización de salud en línea en https://stmaartenehas.com/
“México y República Dominicana fueron los primeros en abrir y preparar los protocolos sanitarios. Además, los hoteles all inclusive sacaron promociones de hasta 65% de descuento y menores gratis. También favorece que se pueden contratar en pesos y viajar con todo pago”, comentó Belén Amato, propietaria de la agencia Cityrama.
Un paquete de 7 noches a Punta Cana con hotel all inclusive, aéreos y traslados incluídos en enero de 2021 cuesta desde $188.990 por persona en base doble. En febrero y marzo de 2021, el precio sube a $199.990. Estas tarifas figuran en la página web de Avantrip.
En esa misma plataforma, un paquete de 10 noches en Cancún con all inclusive y aéreos -sin traslado- cuesta desde $242.990 para una persona en base doble para enero de 2021.
A esto se suma que, desde que estos destinos abrieron sus fronteras, los vuelos recuperaron sus frecuencias diarias aunque “se espera que puedan sumar más rutas los próximos días”, según detalló Agustina del Mestre, gerenta de Producto de TTS Viajes. La aerolínea Copa Airlines amplió sus salidas por día y Avianca restableció sus rutas.
Un vuelo ida y vuelta a Cancún en marzo o abril de 2021 -sin equipaje de bodega- tiene un costo de $52.205. La tarifa para esa misma fecha a Punta Cana cuesta $86.815 mientras que a San Andrés sale $55.390. Estos precios fueron aportados por la propia agencia.
Otro destino que es considerado por los turistas argentinos es Cuba. Emiliano Mora, responsable de destino de Caribe y USA en Avantrip, indicó que si bien no es el más económico, resuena entre quienes tienen planeado viajar en marzo o abril de 2021. Para ingresar, se pide un resultado PCR negativo con vigencia de 48 horas y abonar una tasa de salud de 30 dólares. La Habana tiene conexión diaria con Buenos Aires (con escalas) y un vuelo directo semanalmente.
Fuente: Carola Cinto, La Nación