Las luces, los árboles repletos de adornos y la decoración típica de la época navideña es un momento del año que entusiasma a muchas personas. Es que la Navidad y sus costumbres tienen su magia y, aunque este año serán las fiestas menos convencionales de las últimas décadas, existen algunas alternativas seguras para no perder el espíritu.
Decorar un árbol con bolas, guirnaldas y luces, es una tradición que tiene muchas versiones en cuanto a su origen. La más popular, sostiene que esta costumbre comenzó en Alemania en 1605 para darle un nuevo espíritu cálido al frío invierno. En Inglaterra, se comenzó a realizar algunos siglos más tarde y fue el príncipe Alberto, esposo de la reina Victoria, el primero en mostrarlo en Windsor en 1841.
Contra viento y marea, algunos rincones de la ciudad de Buenos Aires quisieron respetar esta tradición como si este fuera un año como cualquier otro e impusieron tendencias con deslumbrantes decoraciones navideñas.
Un ejemplo de ello, es el imponente árbol navideño que armó la marca Carolina Herrera bajo la cúpula de las Galerías Pacífico. Por octavo año consecutivo e inspirados en la estética de las tradicionales fiestas de Nueva York, la marca preparó un gran árbol que marcará un punto de encuentro durante la temporada más festiva del año.
“Quienes lo visiten se sorprenderán con una instalación que transmitirá la alegría de vivir, la atención al detalle y el buen gusto tan característico de la casa Herrera”, explicaron desde la firma sobre su intención de respetar la tradición.
El árbol gigante se encuentra en uno de los espacios comunes del shopping Galerías Pacífico, que volvió a abrir al público en octubre pasado, tras permanecer siete meses cerrado a causa del aislamiento social obligatorio. La propuesta navideña estará abierta al público de manera gratuita hasta el 8 de enero de 2021.
“En este año tan especial Carolina Herrera brinda un espacio exclusivo para disfrutar del espíritu navideño y volver a reencontrarse con familiares y amigos”, sostuvieron sus organizadores.
El imponente árbol se convirtió en un punto casi panorámico, al que todos los clientes del shopping se acercan a tomar fotos para las redes sociales. La estética y los colores de la decoración, en donde predomina el color rojo, reflejan una sofisticación natural inherente al estilo particular de la firma internacional.
El lugar donde está ubicado también es un emblema del turismo porteño: la cúpula fue creada en 1946 por los artistas Berni, Spilimbergo, Castagnino, Urruchúa y Colmeiro. Está compuesta por murales que representan mensajes universales.
Además de su árbol glam, la marca armó, bajo el concepto #HerreraHolidays, una “wrapping station” para envolver todas las fragancias Carolina Herrera con su tradicional packaging rojo.
Fuente: Infobae