Todo comienza en Filadelfia, en 1965. Dos policias, George y Stan, un negro y un blanco, beben una cerveza en un barrio popular, cuando son fríamente asesinados. Stan Walczak deja un hijo de 12 añs, Jim.
Treinta años mas tarde, ese mismo Jim se hace inspector, como su papá, investiga sobre un sórdido crimen, un caso de violación y de muerte, cuando llega a saber que el presunto asesino de su padre acaba de salir de la cárcel, donde purgaba una pena por otro crimen. Poco tiempo después, el posible asesino es encontrado muerto victima de una sobredosis.
Veinte años pasan y, en 2015, la hija de Jim, Audrey, estudiante en criminología retoma la investigación para intentar esclarecer las muchas zonas oscuras del asesinato de su abuelo, un drama que sacude a toda una familia desde hace medio siglo. Con sus tatuajes, su manera de hablar y su gusto por el alcohol, no duda en patear el hormiguero y hacer descubrimientos de consecuencias inesperadas.
La construccion de esta singular novela policial alterna, capitulo tras capitulo, tres épocas dominadas por tres personajes diferentes. Parece en el comienzo algo desconcertante. Sin embargo, rapidamente resulta muy eficaz (contrariamente a los numerosos flash-back que frenan y gangrenan en muchos casos el policial actual) y sirve a las mil maravillas a través de los rebotes de una intriga complicada, una palpitante y trágica saga policial norteamericana. A leer sin falta, ya sea en francés, castellano o ingles. Eecelente!!.