En muchos -la mayoría-, aparecían encima de la cabeza de el o la tiktoker mientras hacía una coreografía intentando que no se cayera mientras bailaba y ahí comprobó que su hija de 6 años había pedido como regalo de Navidad el muñequito que es viral en la red social del momento.
Los famosos pulpitos reversibles son peluches de dos colores que tienen la particularidad de cambiar su estado anímico de contento a enojado con solo empujar la cabeza hacia arriba o hacia abajo. El color y la expresión cambian según el peluche esté feliz o no. Nadie sabe explicar cómo es que este juguete bastante simple ha logrado convertirse en furor en las redes sociales. Sin embargo, es posible trazar un paralelismo con lo que ocurrió hace unos años con el spinner, ese artilugio antiestrés que se vendía como pan caliente allá por 2017.
A pesar de ser un peluche para jugar y entretener a los chicos (y no tanto), se cree que nació para ayudar a niños autistas, con déficit de atención con hiperactividad (TDAH) o Asperger. Es decir, muchos creen que se trataría de una herramienta terapéutica para que estos niños puedan expresar sus emociones de forma sencilla. Sin embargo, Teeturtle, la empresa norteamericana a la que se le adjudica la fabricación de los pulpitos originales, no confirmó que esa haya sido su intención. Pero aun así algunos padres con hijos que sufren estos trastornos empezaron a pedir por las redes no comprarlos para que haya disponibilidad para quienes los necesitan. Varios, incluso, han criticado la banalización que se hace de su uso en TikTok.
En Argentina el pulpito también causa furor e incluso hay una empresa que los fabrica y comercializa en el país: «Es la mejor manera de expresar nuestro estado de ánimo sin decir una palabra. Solo revertilo y hacele saber al mundo cómo te sentís. Este tierno pulpito ha ayudado a miles de personas a mejorar su comunicación. Es el compañero ideal», dice la tienda online mipulporeversible.com.ar, dedicada a fabricar y vender estos simpáticos muñequitos y que asegura haber entregado más de mil. Por su elevada demanda (sobre todo en épocas de compras navideñas) el marketplace nacional advierte: «Debido a la popularidad del producto y la alta demanda en redes sociales, estamos próximos a quedarnos sin stock. Por favor, hacé tu pedido cuanto antes para garantizar disponibilidad.» También pide tener cuidado con las imitaciones.
Los famosos pulpitos no se venden en jugueterías, solo se consiguen por internet. En Mercado Libre, por caso, hay cientos de vendedores que comercializan el peluchito con precios que van entre los 800 y los 2500 pesos, según sean originales o no. Los hay también tejidos al crochet, hechos de manera artesanal.
«Mi hija lo vio por TikTok y me lo pidió para su cumpleaños. Está muy contenta, lo lleva a todos lados, duerme con él. Sus amiguitas del jardín también lo tienen. Para Navidad pidió otro con una combinación de colores diferentes. Realmente son muy lindos», dice Cecilia, mamá de Camila, de 4 años.
Pero también ha resultado ser un producto muy demandado por los adolescentes, que ven en estos pulpitos la forma más segura y rápida de ganar seguidores en TikTok. Incluso es el regalo que muchas parejas se hacen para demostrar su amor. Y de paso, expresar sus emociones sin decir una sola palabra
Fuente: Laura Reina, La Nación