El Festival Internacional de Cabaret Argentina (FICA) vuelve para celebrar su 5º edición en formato online y en vivo desde el Teatro Picadero. Dirigido y producido por Noralih Gago, Cristina Fridman y Marcelo Riva, el evento se extiende desde este jueves hasta el sábado con tres galas cabareteras conducidas por Concha del Río, el reconocido personaje que interpreta Gago hace casi dos décadas.
Con parte de los espectáculos filmados y con otra en vivo desde el escenario del Picadero, la programación reúne a variedad de artistas locales e internacionales del cabaret. El jueves 3, a las 20.30, el festival abrió con Dream, a little dream, de la cantante italo-española Alessia Desogus; Pandemia homosexual y cómo prevenirla, de Pablo Palavecino; Venceré, de Victoria Almeida; Santa Rita, de la mexicana Ana Francis Mor; Nina Morante, de Andrea Fiorino y La Grupal, con Marina Castillo, Nancy Gay y Julia Amore. En la segunda gala del viernes, a las 22, pueden verse Las golondrinas del monte, con Las Ramponi; El cabaret barroco de Astrid Hadad, de la mexicana Astrid Hadad y La señora anti – todo, de Mónica Cabrera. Y el sábado 5, a las 22, el cierre queda a cargo de Apocalipsis sentimental, del trío chileno Lágrimas, Celos y Dudas; Burlesque, con la actuación de Yani Giovannetti y Macorina televisora color, de la Compañía de Raymi Guggiari.
Las entradas están disponibles en: www.alternativateatral.com/ficha_evento.asp?codigo_evento=2290
“En el cabaret siempre tratamos de hacer una crítica social y una sátira política. Y por eso en esta edición, habrá mucho de actualidad. Por ejemplo, Astrid Hadad trabaja con el cabaret político mexicano, y Lágrimas, Celos y Dudas, de Chile, presentará un espectáculo totalmente vinculado a la realidad de su nueva Constitución y de lo que está atravesando socialmente su país, pero a través del humor y la música”, anticipa la actriz Noralih Gago, quien organiza el festival en Buenos Aires desde 2016.
“La idea se gestó en 2014, cuando la compañía mexicana de Las Reinas Chulas me invitaron al Festival Internacional de Cabaret de México. Ahí me di cuenta que esto era lo que quería seguir haciendo, y en 2016 armamos una red que llamamos `El concilio cabaretero´ y escribimos un manifiesto, y cada una se comprometió a difundir el género en su región”, recuerda.
Desde su primera edición, el FICA se propuso difundir las múltiples expresiones del género, y se fue posicionando como un festival de interés por proponer temáticas actuales como la diversidad, los derechos de la mujer, problemáticas de género, igualdad, derechos LGBTIQ y desigualdad social, entre otros. “Antiguamente, como ocurría con la revista, el cabaret era una forma de informarse sobre lo que pasaba y que no salía en los diarios. Es un género que reúne infinitas disciplinas, y que se caracteriza por el humor, la música, y la comunicación directa con el público”.
–¿Cómo trabajaron esta nueva edición virtual?
–No imaginamos que el festival se pudiera hacer de esta manera, porque el cabaret se caracteriza por su humor e improvisación y por romper la cuarta pared. Entonces las funciones se terminan de escribir con el público. Por eso, en un primer momento evaluamos no hacerlo este año, pero después pensamos que este género se siguió haciendo en medio de guerras, y ahí pensamos la forma de llevarlo adelante. Y no quisimos modificar la programación que teníamos pensada, pero sí quisimos adaptarla a este lenguaje virtual porque no nos gusta el teatro filmado. Así que trabajamos codo a codo más que nunca (risas).
–¿De qué manera impactaron todos estos meses de pandemia en la actividad?
–Impactaron con todo. Al comienzo de la cuarentena, Las Reinas Chulas, que empezaron con el Festival Internacional de Cabaret en México, enseguida empezaron a hacer delivery de comidas y espectáculos de cabaret por Zoom. Ahí fue que con el equipo del FICA nos dimos cuenta de que eso funcionaba, y que la virtualidad era un medio para seguir llegando. Además, veíamos que todo el mundo necesitaba entretenerse y consumir arte. Por eso, entre les artistes tuvimos muchos conversatorios y encuentros para ver cómo podíamos seguir, y aún seguimos en ese proceso, tratando de amigarnos con esta modalidad y viendo si esto se instala como un nuevo lenguaje. Pero nunca vamos dejar de amar y sostener lo presencial.
–¿Qué cambios a futuro advertís en la realización del género después de atravesar este contexto?
–Hay muchas cosas que no podemos saber porque todavía estamos atravesando la pandemia, aunque en el mientras tanto nos estamos haciendo un montón de preguntas y planteos. Yo creo que si volvemos a los teatros, después de semejante bofetada mundial, para hacer una obra costumbrista de los años ochenta, no aprendimos nada. Pero estamos evaluando de qué manera seguir trabajando, porque también está la premura de comer.
–¿Qué expansión tenía el cabaret en la Argentina antes de que se creara el festival?
–En los últimos años, notábamos que el cabaret venía un poco vapuleado y bastardeado, y que en general siempre se terminaban haciendo varietés sin sentido porque muchos buscaban hacer cosas fáciles y efectivas, que rindieran económicamente. Y creo que eso responde al hecho de que, en general, al humor se lo piensa como un género menor. Pero es todo lo contrario, porque hacer reír, y a la vez tener un buen contenido, es muy difícil y lleva mucho trabajo y mucho estudio. Hubo en la Argentina momentos fuertes y transgresores con fenómenos como el Di Tella y la movida del Parakultural, que generaron artistas impresionantes que hacían cosas que en otros lados no se podían ver. Y con el FICA, nuestro objetivo fue recuperar ese espacio de libertad y de creación.
*Para más información acerca del FICA: fica.com.ar/
Fuente: Página 12