“Lo que habla por mí es la música, la gente captura eso. Hay una personalidad de alguien detrás que puede interesarte o no, pero a través de la música el mensaje está llegando, a más o menos gente pero está llegando. Y eso es lo que me interesa”, declaraba en una entrevista Gustavo Cerati y con esa premisa el director Felipe Restrepo construyó un documental sobre procesos creativos y el legado cultural que dejó en Latinoamérica el músico.
Un Hombre Alado, no es un documental más acerca de Gustavo Cerati. El film retrata la carrera musical del líder de Soda Stereo, busca reflejar el crecimiento artístico de Gustavo a lo largo de su vida, su forma de componer, su disciplina y compromiso con el arte y cómo todo ello repercutió en numerosos artistas a lo largo de toda la región. Un documento que decidió alejarse de las tradicionales biografías que indagan en la vida personal y familiar de los artistas.
Para esto, Un Hombre Alado se vale del testimonio de más de 20 personas que formaron parte del círculo artístico de Cerati durante toda su carrera, como Richard Coleman, Adrián Taverna, Tweety González, Marcelo Moura, Andrea Álvarez, el Zorrito Von Quintiero, Flavio Etcheto, entre otros colegas y amigos del músico argentino.
El arte de Colo Gede
El documental se proyectó por primera vez en Indiebo 2020, el Festival de Cine Independiente de Bogotá, en donde fue galardonado con el Premio del Público. Formó parte de la programación del festival DocsMX 2020 de México dentro de la categoría Proyecciones Especiales. Ahora, se proyecta de manera online por primera vez en la Argentina en el Festival de Cine latinoamericano de La Plata. Puede verse desde el 28 de noviembre hasta el 5 de diciembre de manera gratuita.
Antes de la proyección en la Argentina, dialogamos con el director para hablar de sus motivaciones en este nuevo proyecto.
– ¿Qué relación tenías con la figura de Gustavo Cerati?
– No soy un gran fanático de Gustavo. Soy un admirador de la obra de él, como muchos latinoamericanos que crecimos con la música de Soda Stereo y de Cerati. Creo que en parte son la banda sonora latinoamericana. De México hacia la Argentina, todos hemos tarareado algún tema de ellos. Fue una gran aventura el no ser tan fanático y haberme atrevido a hablar sobre él. Desde mi rol como realizador audiovisual, quería encontrarme con la figura de él para abordar su proceso creativo. El motor no fue uno solo. Todo en él siempre me fue seductor, en su voz, las letras, la puesta en escena, lo estético que me generó un magnetismo muy interesante. Busqué jugar un poco a ser un aprendiz en ese recorrido y dejarme seducir por ese universo.
Felipe Restrepo, director del documental
-¿Por qué elegiste centrarte en su trabajo musical y en los procesos creativos íntegramente?
– Quise abordar el mundo de Gustavo con otra perspectiva. Antes de arrancar traté de leer todo lo que encontraba: revistas libros y archivo para nutrirme de la información qué había sobre él y no encontré mucho que hable acerca de cómo era su proceso para encontrarse con esas sonoridades, para escribir las letras de las canciones o su relación con la tecnología. Cuando empecé a entrar en ese mundo me di cuenta que había algo susceptible de ser trabajado. A medida que avanzaba, me encontraba con cosas todavía más ricas como para centrar en eso y no en la historia oficial haciendo algo biográfico. Busqué pensar al Gustavo desde el estudio, desde la confección de su obra. Nunca pensé que el documental iba a estar cargado de la música de él sin tener los temas oficiales. Preferí usar sonidos que formen atmósferas especiales para que se sintiera que él estaba navegando por esos espacios.
-¿Por qué elegiste sumar la animación a tu proyecto?
– Me gustó mucho Montage Of Heck, un documental inspirado en Kurt Cobain que tiene unos dibujos animados muy bien trabajados y se me ocurrió poder armar estampas audiovisuales de Gustavo a partir de distinto elementos que iba tomando de su mundo. Cuando buscaba quién se encargara de hacerlas me topé con el trabajo del artista Colo Gede y quedé fascinado. Lo contacté a través de una persona en común, le conté el proyecto y le pedí que me aguante hasta que termine de pensar todos los segmentos ya que en ese momento no estaba tan avanzado el documental. Me espero y después fue armándolos, creándoles contextos y entre los dos íbamos teniendo un ida y vuelta hasta llegar al definitivo, teniendo en cuenta la paleta de colores que quería utilizar para cada uno. Buscaba que las animaciones tuvieran algo fantástico que sintiéramos que todos estos elementos de su universo estuvieran inscriptos en cada estampa. El trabajo que realizó fue ejemplar, estoy muy agradecido. Lo que más quiero resaltar de este film es el trabajo en equipo. Es imposible hacer este proyecto solo, no hubiera logrado nada sin el director de fotografía, o la directora de arte, sin el proceso de montaje, que fue largo y extenuante, o sin el diseñador de sonido que luego me ayudó a pensar la banda sonora del proyecto junto con los músicos que iban trabajando a la par del proceso tratando de encontrar ciertas sonoridades que me ayudaran a generar atmósferas en el documental.
El músico Richard Coleman es uno de los entrevistados
-¿Cómo fuiste seleccionando a los entrevistados?
– Paulina De Cesare fue clave para esta parte. Ella es periodista y me ayudó mucho en la investigación y en la producción. Entre los dos íbamos haciendo un listado con la descripción de cada uno y cuándo aparecen en la vida de Gustavo. Creamos un mapeo de cada uno y empezamos a contactarnos de a grupos para que sea más viable hacerlo. Con los primeros entrevistados, creamos un teaser para poder captar la esencia del documental. Tener ese material nos dio más confianza a la hora de contactar a nuevos entrevistados que eran más difíciles de convencer. Por suerte, hay tanta gente que trabajó con él y que querían participar. Eso demuestra que era una persona muy abierta que permitía dialogar en una relación horizontal y que tenía un lado muy humano. Tuvimos que armar una estrategia para poder cubrir todas las entrevistas. Uno de los personajes que más nos enriqueció, por ser alguien tan cercano, fue Adrián Taverna, que lo acompañó desde siempre y fue un lujo contar con su testimonio. Nos planteamos con la directora de arte crear un ambiente ameno para hacer las entrevistas y así se transformen en un diálogo y no en una sesión de preguntas y respuestas, quería que saliera algo de la emoción de ellos. Por ejemplo, el caso del músico Rudie Martínez, que sin haber trabajado mucho con él se expresaba de manera muy cercana y a su vez de admiración, no solo por haberlo conocido sino por lo que representaba para la escena de los años 90 que se generó a su alrededor en la Argentina. Leo García también fue muy emotivo y el testimonio del productor Tweety González nos fue muy útil por la claridad con que habló.
– ¿Qué cosas descubriste mientras lo hacías?
– Una de las cosas que me marcó mucho fue la idea de no quedarse quieto. Siempre trataba de encontrar riesgos. Buscaba, investigaba con la tecnología, las nuevas tendencias y estaba predispuesto a aprender. No se conformaba nunca y tenía la capacidad de admitir que no lo sabía todo. También rescato esa necesidad de estar presente en todos los procesos, no para controlar sino para que tuviera su impronta, que sea orgánico. Me hubiera gustado contar con el músico Daniel Melero, que fue una personas que más le despertó inquietudes musicales a Gustavo y para mí, el disco “Colores santos” es un álbum muy potente y muy adelantado para su época.
La animación está presente en el documental
*”Un hombre alado”, de Felipe Restrepo, puede verse desde el 28 de noviembre hasta el 5 de diciembre, de manera gratuita y online, en Festival de Cine latinoamericano de La Plata, por la plataforma de OctubreTV
Fuente: Infobae.