SuperUco es mucho más que otra bodega argentina que conquista el mundo. Es la materialización del sueño máximo de 4 hermanos con una obsesión: hacer vinos de culto en el marco de un proyecto ambicioso en cuanto a la calidad y 100% biodinámico. Toda una apuesta emprendida hace 10 años que hoy da sus frutos porque ganó el primer premio en la categoría Prácticas Sustentables del concurso Best of Wine Tourism 2021 organizado por Great Wine Capitals.
Sin embargo, antes de llegar hasta ese reconocimiento internacional hubo mucho camino recorrido por los hermanos Matías, Gerardo, Gabriel y Juan Pablo Michelini junto al empresario –y amigo incondicional de la familia– Daniel Sammartino.
Todo comenzó en 2011 en 2 hectáreas situadas en el corazón de la Villa de los Enólogos de The Vines of Mendoza, en Los Chacayes, un terruño privilegiado para el cultivo de la vid tanto por su altura (1.200 m.s.n.m.) como por el carácter que su suelo pedregoso imprime a los vinos.
Inspirados por el potencial del Valle de Uco, los Michelini decidieron hacer auténticos vinos de terroir, y para ello apostaron por la agricultura orgánica y biodinámica, dejando que el terruño y la fruta se expresen trabajando de manera ecológica e interviniendo lo mínimo posible en el proceso de elaboración.
Como en la naturaleza no existen vértices ni líneas rectas, sino que todo tiende a formar círculos, allí proyectaron todo en forma circular; desde la plantación de los viñedos y de la huerta orgánica familiar, hasta los corrales de los animales.
“La bodega es un octógono espacioso y luminoso justo en el medio de la finca, en el círculo principal, que está unido a los otros tres por senderos, al igual que nuestras propias vidas íntimamente relacionadas. Pensamos que si en la naturaleza el círculo es sinónimo de perfección, el octógono es la figura geométrica más parecida al círculo: el camino a la perfección. Y si bien nuestros vinos no son perfectos, intentamos ir tras de eso, estamos siempre trabajando un poco más para mejorar lo que hacemos” cuenta Matías Michelini.
En SuperUco la tierra es trabajada en familia: los Michelini plantan y cuidan sus vides, realizan las tareas en la huerta, hacen el compost y los preparados biodinámicos para fertilizar, pisan las uvas con los pies y las fermentan en equipo, un grupo humano que ya involucra a distintas generaciones.
“Trabajar de forma sustentable y ecológica significa tener un entendimiento mucho más profundo de la viña y el terroir. Así podemos expresar dentro de la botella ese paisaje siendo sumamente honestos con las características del viñedo y las singularidades del terruño. Básicamente, esta agricultura nos lleva a comprender las necesidades de la planta y poder acompañarla en todo su ciclo para que dé como fruto la identidad del lugar y eso se pueda expresar fielmente en el vino”.
Todos los años, la red global Great Wine Capitals realiza el certamen Best Of Wine Tourism que distingue las mejores experiencias enoturísticas de las principales capitales productoras de vino del mundo: Adelaide (Australia) Bilbao y Rioja (España), Cape Town y Cape Winelands (Sudáfrica), Burdeos (Francia), Lausanne (Suiza), Mainz y Rheinhessen (Alemania), Mendoza (Argentina) Oporto (Portugal), San Francisco y Napa Valley (Estados Unidos), Valparaíso y Casablanca (Chile) y Verona (Italia).
Este año, un exigente jurado compuesto por un representante de cada ciudad miembro de la red se reunió de forma online para premiar a las bodegas más destacadas en materia de turismo enológico. Fue así que SuperUco recibió el premio de Oro en Prácticas Sustentables, un reconocimiento a la perseverancia y el esfuerzo realizado por la familia a lo largo de 10 años.
Así lo sintetiza Juan Pablo Michelini: “Estamos muy emocionados por el momento histórico en el que llega este premio y todo lo que nos costó obtenerlo. El camino de lo natural y lo ecológico va por la tangente y, como todo lo que es diferente, también suele generar controversias. Hoy lo vivimos como un premio a ser consistentes, recios respecto a nuestros ideales y al trabajo que queremos hacer. Para nosotros esta forma de trabajo es un estilo de vida, no es algo comercial o una moda pasajera, esto es verdaderamente nuestra vida: cómo amamos vivir y cómo amamos hacer vino. Es un gran reconocimiento que nos provoca mucha felicidad y renueva nuestro compromiso para seguir trabajando y mejorando hasta que SuperUco sea un ejemplo concreto de vitivinicultura y agricultura biodinámica”.
En el mismo sentido, su hermano Matías agrega: “Obtener este premio es para nosotros un orgullo y un honor como familia. Después de 10 años de trabajar de forma ecológica, orgánica y biodinámica es un reconocimiento al trabajo, al cariño por el vino, por la tierra y por la agricultura”.
Fuente: El Cronista