«Nuestra democracia parece estar al borde de la crisis», dice el expresidente Barack Obama en el primer tomo de sus memorias, que saldrá a la venta la semana próxima y donde admite que las divisiones de su país son «profundas» y los desafíos, «abrumadores».
Sus esperadas memorias, tituladas A Promised Land (Una tierra prometida), debieron esperar a que pasaran las elecciones para salir a la luz, para no interferir en la campaña que le dio el triunfo a Joe Biden, quien compartió sus años en la Casa Blanca como vicepresidente.El Papa tiene un nuevo aliado en la Casa Blanca: Joe Biden
Según adelantos difundidos por la prensa, Obama revisa su presidencia y evoca los cuatro años posteriores destacando que la salida de Donald Trump de la Casa Blanca no será suficiente, por sí sola, para cambiar la situación.
En referencia a la sorpresa de 2016, con la elección de un hombre «diametralmente opuesto» a él, Obama deplora el desprecio reciente a las normas y las garantías básicas que, durante mucho tiempo, tanto demócratas como republicanos «dieron por sentado».
«Lo más preocupante de todo esto puede ser que nuestra democracia parece estar al borde de la crisis», escribe el exmandatario demócrata.
«Una crisis anclada en el enfrentamiento fundamental entre dos visiones opuestas de lo que es Estados Unidos y de lo que debería ser», continúa.«Una crisis que ha dejado a los ciudadanos divididos, enfadados y desconfiados», añade.
«Sé también que una única elección no arreglará el problema», opina. «Nuestras divisiones son profundas, nuestros desafíos son abrumadores».
Obama, de 59 años, admite que el discurso sobre «los ideales» de Estados Unidos tiene dificultades para calar en un periodo de grandes sacudidas en el país.
«Reconozco que hay quienes piensan que es el momento de acabar con ese mito, que un examen del pasado de Estados Unidos y un vistazo aunque sea rápido a los titulares de los diarios muestran que los ideales de esta nación» siempre fueron secundarios frente a «la conquista y subyugación, un sistema de castas racial y un capitalismo rapaz«, escribe el exmandatario (2008-2016).
Admite, igualmente, haberse preguntado si no fue demasiado «moderado» en la elección de sus palabras, demasiado «prudente» en sus actos.
Obama se dice, sin embargo, optimista respecto al largo plazo, reafirmando su convicción de que con «trabajo duro, determinación y una buena dosis de imaginación», Estados Unidos podrá mostrar «lo mejor que tenemos».
En este intenso primer tomo (768 páginas), quien fue el primer presidente negro de la historia de Estados Unidos evoca también el papel que jugó, según él, su elección en 2008 para la profunda transformación del Partido Republicano y el ascenso de Donald Trump.Decenas de falsos Bolsonaros se postulan en las municipales de Brasil como símbolo de su popularidad
«Es como si mi mera presencia en la Casa Blanca hubiera desencadenado una forma de pánico, el sentimiento de que el orden de las cosas se había alterado», escribe.
«A los millones de estadounidenses asustados por la presencia de un hombre negro en la Casa Blanca, [Trump] les propuso un elixir para sus temores raciales», continúa.
En un registro más ligero, Obama revela su proceso de escritura (para el que usa una birome en vez de computadora) o su dificultad para ser conciso. Asimismo, deja entender que, durante sus ocho años en la Casa Blanca, buscaba un lugar discreto para fumar «un cigarro en la noche» como un momento de relajación.
Fuente: La Nación