«Este no es un festival en emergencia. Más bien es el festival de la resistencia». El juego de palabras pertenece a Fernando Juan Lima, a quien le toca este año tan accidentado para toda la actividad cinematográfica ejercer por primera vez el cargo de presidente del Festival de Cine de Mar del Plata. La programación de la 35a. edición de la muestra, que se ve del 21 al 29 de este mes, refleja los condicionamientos que deben enfrentar los principales festivales de cine del mundo (el marplatense es el único de la Argentina con la calificación «clase A») en este tiempo de pandemia.
Este año el legendario director norteamericano Walter Hill es el invitado más importante, aunque todos los cineastas que forman parte de esa nómina participan de manera virtual como corresponde a estos tiempos de festivales online e imposibilidad de viajes. «Hemos aprendido mucho de la observación de los festivales que se fueron haciendo en el mundo durante estos últimos meses. Más allá de la falta de presencialidad, en todos ellos se fortaleció la importancia de mantener el encuentro. Por eso no nos podíamos dar el lujo de saltar esta edición. Vamos a volver a las salas, pero mientras tanto nuestro deber es seguir abrazando al cine, dar señales de lo que significa la diversidad en la programación y dejar una señal muy clara de que seguimos estando aquí», destacó Juan Lima.
El número de títulos se redujo en relación con la vieja normalidad. Este año son casi 70, con la novedad de que todas las proyecciones pueden seguirse en todo el país de manera virtual y gratuita a través de la plataforma instalada en el sitio oficial de la muestra. La gratuidad se extiende a todas las secciones, tanto las competencias oficiales como las paralelas. Las películas están disponibles durante 72 horas para ser vistas, pero con una capacidad limitada. El público puede reservar su butaca virtual hasta completarla. De todas maneras, Juan Lima no cierra del todo la puerta de alguna actividad presencial que podría hacerse en Mar del Plata o en otro punto del país. «Esta edición es muy federal por las características de su público», destacó.
«No hay relleno. Todas las películas programadas este año tienen su valor. Es imposible equivocarse», reconoció Juan Lima al referirse a la compacta programación que tiene Mar del Plata este año. Para los cinéfilos, una de las grandes atracciones es la inclusión en la grilla de los trabajos más recientes del coreano Hong Sang-Soo (The Woman Who Ran) y del japonés Sion Sono (Red Post on Escher Street).
Las autoridades del festival destacaron que a pesar de las limitaciones marcadas por la situación sanitaria se mantienen todas las secciones que caracterizaron a Mar del Plata en las ediciones previas. La columna vertebral pasa una vez más por una competencia internacional, otra latinoamericana y otra para películas argentinas. En estas dos últimas también habrá secciones competitivas de cortometrajes. Hay presencias locales destacadas en las grillas competitivas como los directores Matías Piñeiro (Isabella), Eduardo Crespo (Nosotros nunca moriremos, ya vista en San Sebastián), Francisco Márquez (Un crimen común) y Edgardo Castro (Las ranas).
En cuanto a las secciones paralelas, siguen Hora Cero (que tradicionalmente se reservaba para películas de género programadas en las trasnoches), Estados Alterados (títulos abiertos a nuevos lenguajes y narrativas innovadoras) y un área de películas infantiles, titulada Mar de Chicos y Chicas. Siguen la sección Autores, con obras destacadas de realizadores aplaudidos, y En Tránsito, dedicada a películas en proceso de producción. Tres de los premios (largometraje y cortometraje argentinos y película En Tránsito) tendrán como sponsor a partir de este año al Banco Nación.
También se confirmó la sección oficial con títulos fuera de competencia. Allí se destacan las obras más recientes de varios importantes realizadores locales: Paula Hernández (Las siamesas), Fernando Spiner (Inmortal), Alejandro Chomski (El país de las últimas cosas) y Sandra Gugliotta (Retiros (in)voluntarios).
El primer homenaje de este año está dirigido al recientemente fallecido Fernando «Pino» Solanas, con la presentación de La hora de los hornos como película de apertura. También habrá reconocimientos a la obra de María Luisa Bemberg (de quien se proyectará su primera y su última película, Momentos y De eso no se habla, respectivamente) ya otra figura que nos dejó este año, la actriz y cantante marplatense Rosario Bléfari, que recibirá un tributo a través de la proyección de La mirada, un documental sobre el proceso de creación de su último disco, y de Los dueños, largometraje de Agustín Toscano.
Bemberg también es protagonista de uno de los libros publicados este año dentro del festival, un estudio sobre su obra cinematográfica titulado El asombro y la audacia, compilado por Julia Kratje y Marcela Visconti. El otro es Qué será del cine, postales para el futuro, suerte de mapa aproximatorio de la situación global que atraviesa el cine en la actualidad con el testimonio de 70 personalidades de todo el mundo, sobre una idea de Marcelo Alderete, uno de los programadores de la muestra.
Los tres premios a la trayectoria de Mar del Plata 2020 son entregados a Norma Aleandro, Edgardo Cozarinsky y Manuel Antín, cada una de ellas con su respectivo reconocimiento. El reconocimiento a Aleandro se hace a través de la proyección del documental El vuelo de la mariposa, con testimonios de varias figuras que trabajaron con ella y una recorrida por su obra. De Cozarinsky se proyectan el documental Médium y Edición ilimitada, codirigida por Virginia Cosin, Romina Paula y Santiago Loza. Y en cuanto a Antín hay una proyección de una de sus películas más destacadas, La cifra impar.
La lista de tributos se completa con un recuerdo especial para Historias breves al cumplirse 25 años del estreno de la primera de una serie de muy fructíferas compilaciones de cortometrajes, cuyos autores llevaron adelante destacadas carreras posteriores. En ese film inicial estrenado en 1995 participaron como directores Daniel Burman, Lucrecia Martel, Israel Adrián Caetano, Sandra Gugliotta, Paula Hernández, Bruno Stagnaro, Andrés Tambornino, Jorge Gaggero, Tristán Gicovate, Pablo Ramos y Ulises Rosell.
Entre los invitados, que ofrecen charlas de manera virtual, sobresale como se comentó más arriba la presencia de Walter Hill, autor de obras maestras como Calles de fuego y The Warriors y admirado unánimemente por los seguidores de un modelo de narración clásica que en su caso adquiere sobresalientes dimensiones en el terreno del thriller, el policial (cómo no recordar 48 horas, con Nick Nolte y Eddie Murphy) y las historias épicas protagonizadas por gente común.
Otros destacados directores completan la lista de invitados internacionales de Mar del Plata 2020: la portuguesa Rita Azevedo Gomes, el catalán Albert Serra, el venezolano (radicado en España) Andrés Duque, la estadounidense Miranda July y el italiano Roberto Minervini, que además será uno de los jurados de la competencia internacional.
Juan Lima destacó una vez más la labor del equipo de programadores encabezado por la directora artística Cecilia Barrionuevo e integrado por Marcelo Alderete, Paola Buontempo, Pablo Conde, Francisco Pérez Laguna y Fernando Arca (coordinador). Y en relación con las dos controversias planteadas en distintos momentos previos que involucraron al Incaa (un primer anuncio sobre los requisitos para las películas argentinas en competencia que se rectificó sobre la marcha y la polémica sobre el nombre de los premios del festival, que desde este año se llamarán Astor Piazzolla después de que el nombre del músico marplatense se había puesto en duda) dijo que se trató de «situaciones superadas».
Fuente: Marcelo Stiletano, La Nación.