PARIS – Después de una colosal renovación que costó más de 160 millones de euros y una demora de seis meses debido a la pandemia de coronavirus, el Museo de Arte Contemporáneo de François Pinault, en la Bolsa de Comercio de París, abrirá finalmente sus puertas el sábado 23 de enero próximo.
A pesar del difícil contexto sanitario actual, que no se presta para grandes ceremonias de repercusión internacional, el empresario francés de 84 años, célebre coleccionista y mecenas, no quiso postergar nuevamente la apertura de ese histórico edificio que le permitirá seguir mostrando al público su espectacular colección.
«La renovación total del edificio ya fue concluida. A partir del 1° de noviembre estaremos en condiciones de comenzar a instalar las obras. ¿Para qué seguir haciendo esperar a los franceses?», explica Jean-Jacques Aillagon, director general de la Colección Pinault, sociedad que incluye también los museos del gran coleccionista en Venecia -el Palazzo Grassi y la Punta della Dogana– y su residencia para artistas en la ciudad francesa de Lens. «Quisimos enviar una señal de confianza, apoyar al mundo del arte, participar en la nueva etapa cultural que ya comenzó después del confinamiento con la reapertura de museos, fundaciones privadas y galerías», agrega.
Para ese momento se organizaron varias jornadas de «puertas abiertas». Las diez salas de exposición, el auditorio de 284 plazas, los espacios culturales. Los 6800 metros cuadrados disponibles estarán ocupados por obras de la imponente colección: pintura, escultura, instalaciones, fotos, videos, obras sonoras, performances. Incluso el restaurant, confiado al chef tres estrellas Michel Bras, estará abierto.
Al entrar en ese nuevo espacio, el visitante debe vivir «una experiencia patrimonial, arquitectural y artística», explica Aillagon. El edificio conserva los rastros de su historia a través de los siglos, primero como mercado de cereales y después como Bolsa de Comercio de la capital francesa hasta 2016. Su transformación en museo, iniciada en junio de 2017 por el arquitecto fetiche de Pinault, el japonés Tadao Ando, costó 160 millones de euros y respetó rigurosamente las sucesivas innovaciones, que lo hicieron célebre desde su inauguración en el siglo XVI. Ese cuidado incluyó las pinturas del cielorraso y la escalera en doble hélice similar a la del castillo de Chambord, en cuyo proyecto habría participado Leonardo da Vinci. El amueblamiento, por su parte, fue imaginado por los prestigiosos designers Ronan y Erwan Bouroullec. Solo la organización de los espacios que rodean el edificio, a cargo de la municipalidad de París, aún no está terminada.
Situado a proximidad de la pirámide del Louvre y del Centro Pompidou, ese majestuoso edificio circular -destinado originalmente al mercado de trigo- fue construido entre 1763 y 1766 por Nicolas Le Camus de Mezières, según el principio del círculo y la esfera caro a los utopistas.
Transformado en Bolsa de Comercio y renovado con ese fin por Henri Blondel en los años 1880, el edificio lleva adosada en su exterior la famosa «columna Médicis» donde Nostradamus iba a hacer sus observaciones astrales. El arquitecto japonés sublimó ese mensaje espiritual replicando en el interior un nuevo cilindro de cemento de 9,3 metros de alto que se eleva en medio del círculo constituido por la primera cúpula metálica de Francia (1811-1812). La nueva estructura simboliza, según Tadao Ando, una de las primeras búsquedas de la arquitectura: «Lograr un espacio fundamental de emociones».
François Pinault se declaró encantado de que «la apertura de la Bolsa de Comercio vaya a enriquecer el paisaje europeo de las instituciones consagradas a la presentación del arte contemporáneo y contribuya al renacimiento de la vida cultural de la capital francesa, después del difícil año 2020 que vivió el mundo».
La Bolsa de Comercio marcará, en efecto, una nueva etapa en el proyecto cultural de Pinault de construir una red internacional de museos de tamaño humano. El mecenas inició esa ambiciosa aventura en 2005 en Venecia con el Palazzo Grassi y la prosiguió dos años después en la ciudad francesa de Lille y en Moscú.
El empresario, que dejó hace algunos años las riendas del gigante del lujo Kering en manos de su hijo, François-Henri, prosigue al mismo tiempo sus exposiciones en Venecia.
Iniciada hace más de 40 años, la colección Pinault cuenta con unas 10.000 obras contemporáneas, creadas entre los años 1960 y la actualidad por unos 380 artistas de varias generaciones, continentes, culturas y prácticas diferentes. Entre ellos Charles Ray, Jeff Koons, Damien Hirst, Marlene Dumas, Tatiana Trouvé, Julie Mehretu, Martial Raysse o Philippe Parreno y muchos otros.
Desde 2013, todas esas obras han sido objeto de más de 1300 exposiciones en todo el planeta. Los museos venecianos de Pinault han recibido más de tres millones de visitantes desde su inauguración.
Aunque la prensa no lo dice abiertamente, la inauguración del Museo de Arte Contemporáneo constituye una nueva batalla de la guerra de prestigio que se libran desde hace años los dos magnates más ricos de Francia: François Pinault y Bernard Arnault, propietario del imperio del lujo LVMH, pretenden pasar a la historia como la personalidad que más hizo por la promoción del arte en el país. Pero ambos saben que el primer puesto de esa competencia desenfrenada solo admite un ganador.
Fuente: La Nación