Una sorpresa arqueológica tuvo lugar en el sureste de Kansas (Estados Unidos) cuando un equipo de investigadores descubrió una ciudad del siglo XV oculta bajo tierra. Se trata de la ubicación exacta de Etzanoa, una antigua población de Wichita, que floreció entre los años 1450 y 1700.
Los arqueólogos del Dartmouth College, que utilizaron drones equipados con sensores múltiples, hallaron un gran movimiento de tierra circular del asentamiento que los exploradores españoles visitaron en 1601, dirigidos por el conquistador Juan de Oñate.
Según los hallazgos publicados en American Antiquity, los investigadores revelaron que el movimiento de tierra pertenece a los restos de un llamado «círculo del consejo», similar a otras «huellas» circulares encontradas en la región.
«Esto demuestra que todavía pueden existir movimientos de tierra monumentales no descubiertos en las Grandes Llanuras. Solo se necesita un enfoque arqueológico diferente para reconocerlos», explicó Jesse Casana autor principal del estudio profesor y director del departamento de antropología de Dartmouth College.
«El Gran Asentamiento», como apodaron los españoles a Etzanoa, pudo haber albergado a 20.000 habitantes de la antigua Wichita. «Nuestros resultados son prometedores al sugerir que puede haber muchas otras características arqueológicas impresionantes que aún no han sido documentadas», agregó Casana.
Descubrieron Etzanoa gracias a las imágenes térmicas
Los elementos arqueológicos tienen una gran variedad de efectos térmicos. Cuando el suelo se enfría durante la noche, las piezas que se encuentran debajo del suelo también se enfrían y emiten ondas de calor a diferentes velocidades. Esto permite a los investigadores que puedan identificar objetos gracias a la radiación infrarroja térmica. En esta oportunidad, las imágenes térmicas fueron obtenidas por los drones.
El lugar de 18 hectáreas donde se realizó el estudio es un área es plana sin características arqueológicas visibles. Sin embargo, las imágenes muestran que bajo tierra hay una antigua zanja de forma circular que mide 50 metros de ancho y dos de espesor que fue rellenada.
A medida que el suelo se erosiona, llena la zanja con un tipo de suelo distinto al que había antes y, por lo tanto, retiene el agua de manera diferente, lo que le otorga propiedades térmicas únicas. Los niveles de retención de agua también afectan la vegetación.
A través de las imágenes infrarrojas, los científicos pudieron identificar las áreas que se habían rellenado porque el crecimiento de la hierba es más fuerte. Los resultados proporcionaron evidencia de que se trataría de Etzanoa, un «centro de población único y en expansión» que existió entre 1450 y 1700, poblada por los ancestros de las tribus Wichitas.
Para confirmar que los hallazgos no eran una anomalía captada por los drones, el equipo recopiló una serie de imágenes aéreas y satelitales del lugar que obtuvieron del departamento de agricultura de Estados Unidos y de otras agencias federales. Así descubrieron que la característica circular era «levemente visible en junio de 2015 y julio de 2017».
La noticia volvió a generar un debate en torno a los usos de los círculos del consejo: si eran de naturaleza astronómica o si estaban hechos con fines ceremoniales, políticos o de defensa.
«Si bien es posible que nunca sepamos para qué se usaron los círculos del consejo o su significado, los nuevos métodos arqueológicos nos permiten ver que la gente hizo estos movimientos de tierra», afirmó Casana.
Fuente: La Nación