Todo indica que tendremos que esperar todavía mucho para volver a ver películas en los cines. Mientras tanto, la única alternativa que ofrece en estos días la posibilidad de reencontrarnos con la pantalla grande es el autocine, una modalidad recuperada en tiempo de pandemia. Es la única que podría garantizar cierta protección a los contagios, porque quienes asisten a las funciones dentro de los vehículos tienen asegurado, ante todo, el distanciamiento social.
La tendencia empezó a crecer con fuerza y de manera casi simultánea durante las últimas semanas en varios países de América latina. Y en la Argentina, la difusión del autocine empieza a darse desde el interior hacia la capital. Hubo experiencias recientes promovidas en Tucumán, Mendoza, Córdoba, La Rioja y ciudades bonaerenses como Tandil, a la que podrían sumarse Mar del Plata, Bahía Blanca y Olavarría.
El autocine se acercó todavía más a la Ciudad de Buenos Aires a partir de lo que viene ocurriendo también en la geografía del conurbano ampliado. El movimiento empezó en San Isidro con el Autocine Al Río junto a la costa del Río de la Plata y siguió en Canning (en el estacionamiento a cielo abierto del complejo de cines Multiplex), en Cañuelas y en Ingeniero Maschwitz (partido de Escobar). A la lista acaba de sumarse otro autocine en el club de Regatas de Bella Vista (partido de San Miguel) y se agregará en septiembre la cancha del Club Atlético Ituzaingó.
Ahora, el protocolo sanitario aprobado la semana pasada por el gobierno porteño les abre la puerta a los autocines en la Capital Federal. La iniciativa tiene un carácter ampliado desde el vamos, porque las actividades autorizadas con público ubicado en el interior de sus vehículos llevan la denominación de «autoeventos». El término incluye, además del cine, obras teatrales, shows musicales y todo tipo de propuestas escénicas que puedan adaptarse en esos espacios a los protocolos sanitarios en vigor.
Esta experiencia está por arrancar en territorio bonaerense. El 5 de septiembre se hará la primera función de «autoteatro» en el estacionamiento del Maschwitz Mall, con la representación en vivo de Mañana, el show, protagonizado por Nito Artaza, Cecilia Milone y Costi Costa, con entradas a 1000 pesos por vehículo y una capacidad máxima de cuatro ocupantes en cada uno de ellos.
La idea de las autoridades porteñas es replicar esta idea motorizada desde el municipio de Escobar en los espacios que ya cuentan en la ciudad con autorización para funcionar. Los primeros están en la Rural de Palermo y en el complejo Punta Carrasco, con la posibilidad de que puedan sumarse en el corto plazo el Parque Roca y el playón de estacionamiento contiguo al estadio de Vélez Sarsfield.
Las reglas del protocolo sanitario son muy parecidas en todos los casos. Entre las exigencias del gobierno porteño, por ejemplo, se destacan la obligación de realizar funciones después de las 18 los días hábiles y sin límite horario los fines de semana y los feriados, la obligación del uso del barbijo en todo momento, la venta de entradas 100 % online, la medición de temperatura corporal a cada asistente, la venta de comida a través de whats app o aplicaciones en el celular, un diseño especial de desplazamientos entre los vehículos y los baños y medidas sanitarias de prevención general para el público y los trabajadores.
En el caso de la Rural, el proyecto de autocine del que participan la cadena Atlas y la empresa FilmSuez se pondría en marcha en septiembre en el Pabellón Verde, de 8000 metros cuadrados,que como informó LA NACION se está acondicionando para permitir una capacidad de 120 vehículos por función.
El valor de la entrada estaría entre 1000 y 1200 pesos por unidad, con oferta gastronómica, sponsors y pantallas con proyectores digitales similares a los que tienen los cines. La ventaja que a priori tendría la Rural es el espacio cubierto que le permitiría funcionar en condiciones meteorológicas adversas para las actividades al aire libre.
Por el lado de Punta Carrasco, el gobierno porteño adelantó que el Autocine Mandarine Park funcionará al comienzo con dos pantallas simultáneas para la proyección de películas. Más adelante, con protocolos ampliados, podría extenderse la propuesta a los «autoeventos» de música en vivo o con la participación de DJs.
La cartelera de los autocines es un motivo de atracción inmediato que, con el tiempo, puede perder esa expectativa inicial. Las primeras experiencias (sobre todo las del Autocine Al Río, con entradas agotadas en la mayoría de sus funciones inaugurales) dejaron a la vista el éxito de una propuesta que alienta la salida familiar, pone fin al encierro interminable al menos por unas horas y posibilita el reencuentro con el cine en pantalla grande.
Trailer de Corazón loco
Pero la oferta de películas disponibles se reduce a reposiciones de títulos ya estrenados, que en su mayoría están al alcance de la gente en las plataformas de streaming hogareñas o en la TV paga. La lista se repite en casi todos los complejos e incluye en estos días títulos como Guasón, La monja, Anabelle,Un lugar en silencio, Cincuenta sombras de Grey, Doctor Doolitle, Jack Reacher, Rápidos y furiosos: Hobbs y Shaw, Barry Seal: solo en América, 1917, Yesterday, Jurassic World y una gran oferta animada para los chicos: Cómo entrenar a tu dragón 3, Mi amigo abominable, Mi villano favorito 3, Minions, Sing: ven y canta, Dora y la ciudad perdida.
Junto a todos estos nombres conocidos aparece una novedad. Para mañana figura en la programación del autocine de Canning el primer estreno directo para esta modalidad. La comedia estadounidense Like a Boss, de Miguel Arteta, con Rose Byrne, Tiffany Haddish y Salma Hayek nunca se vio hasta ahora en los cines argentinos. Para los espectadores esta proyección será todo un descubrimiento. Eso sí, se verá doblada al castellano.
En la página de ese complejo también aparecen próximos estrenos, pero sin fecha. Están los carteles de Mulan, Mujer maravilla: 1984, Black Widow, Sin tiempo para morir (la última de James Bond) y Rápidos y furiosos 9, títulos que iban a llegar a los cines este año y fueron postergados inclusive para 2021 por la pandemia. En esa lista también aparece Corazón loco, la comedia protagonizada por Adrián Suar que canceló su estreno en los cines cuando estalló en marzo la pandemia y estará disponible en Netflix a partir del 9 de septiembre.
Con tal de salir y reencontrarse con el esparcimiento en la calle, hay familias bien dispuestas a pagar 1000 o 1200 pesos para volver a ver en un autocine películas de éxito reciente en las salas. Pero hay un primer veredicto coincidente entre la industria y el público: la iniciativa puede funcionar una o dos veces, pero no para siempre. En tiempos de vacas flacas pesará el bolsillo. ¿Para qué pagar varias veces la entrada a un autocine cuando las películas están a disposición en las pantallas hogareñas?
La única posibilidad de continuidad y éxito sostenido de los autocines, dicen en la industria, depende de la programación de contenido original. Es decir, estrenos. Y la llegada de esas novedades solo es posible cuando los cines puedan recuperar la normalidad. En otras palabras, que estén abiertos y con la mayor capacidad de público disponible. Además, agregan que montar un autocine es una inversión cara y de riesgo alto por sus costos de equipamiento y, en el caso de la Capital Federal, por la necesidad de cumplir con muchas medidas de seguridad.
«¿Cuánto van a durar los autocines en la Argentina? Sin estrenos, muy poco. Si no viviste la experiencia, apuráte antes de que desaparezcan de nuevo», se lee en @MultiplexCines, la cuenta oficial de Twitter de la cadena que maneja el Autocine Canning. Un rapto de sinceridad que deja a la vista lo más importante.Ya se proyectan de nuevo en la Argentina películas en pantalla grande. Pero tendremos que esperar todavía mucho (nadie sabe cuánto) para volver en serio y como corresponde a ver películas en los cines.
Fuente: Marcelo Stiletano, La Nación