Incorporó dos nuevas obras de arte que precisan de la interacción del público: flores inmensas que nacen y se dispersan, y el revoloteo de un enjambre de mariposas.
Una de las obras digitales, «Proliferating Immense Life – A Whole Year per Year» («La proliferación de una vida inmensa» -imagen de portada-) presenta cien mil gigantescas flores que van naciendo una a una frente a la vista del espectador: «Cuando los visitantes tocan los tallos, las flores se marchitan y comienzan a desvanecerse, entonces nacen nuevas flores», explicaron desde el museo a través de un comunicado.
«En un único y hermoso momento, decenas de miles de flores caen al unísono, marchitándose a medida que toda el área se cubre de pétalos dispersos. Estas enormes flores cambian durante todo el año, con girasoles, glorias matutinas y glicinias que florecen en agosto», añadieron.
Por su parte, la pieza «Flutter of Butterflies Beyond Borders» (Revoloteo de mariposas más allá de las fronteras) sumerge al espectador en un enjambre de decenas de miles de mariposas tridimensionales que parecen estar bailando.
«La obra se renderiza en tiempo real por un programa de computadora, no está pregrabada ni es una imagen en bucle. Los estados anteriores nunca se repetirán y no se podrán volver a ver nunca la misma obra», explican desde el museo, sobre uno de los ejes esenciales de su propuesta.
Inaugurado a mediados de 2018 y creado por el colectivo teamLab Borderless, este museo se presenta como «un mundo sin fronteras» donde las obras de arte (producidas enteramente por 520 computadoras y 470 proyectores distribuidos por todo el lugar) se mueven, se comunican entre sí y cambian con la interacción con otros.
Nacido en el año 2001, teamLab es un colectivo conformado por diversos especialistas: artistas, programadores, ingenieros, expertos en animación, matemáticos y arquitectos, cuya práctica colaborativa busca navegar por la confluencia del arte, la ciencia, la tecnología y la naturaleza.
El impactante museo permite a los visitantes experimentar obras de arte que cambian en tiempo real, junto con las estaciones, a lo largo del año.
El museo está concebido desde la influencia del paisaje cambiante de la naturaleza: «En la primavera, en Japón, los campos de arroz son todavía pequeños y exuberantes. En verano, empiezan a madurar, y en otoño, se vuelven de un color dorado. Y con el flujo del tiempo, los insectos y las flores que aparecen también cambian».
El museo reabrió sus puertas con todas las medidas para prevenir la propagación de Covid-19, detallaron en el comunicado. Todas las obras pueden verse en el sitio web borderless.teamlab.art.