La 12 edición de la Bienal del Mercosur, que debía realizarse del 9 de abril al 5 de julio en Porto Alegre, bajo el lema «Femenino(s): visualidades, acciones y afectos» decidió reinventarse en formato virtual con la intención de hacer circular el arte en tiempos de distanciamiento, haciendo foco en la palabra «afectos» que «en el actual contexto tomó una nueva relevancia», dijo la curadora argentina Andrea Giunta.
«Cuando comenzó el cierre en todo el mundo lo primero que pensamos fue: ¿cómo seguir trabajando juntos estando separados?. De manera urgente tuvimos que ayudar a algunos artistas que ya estaban en Porto Alegre a volver a su país, frenar a los que estaban por viajar, y algunas obras quedaron literalmente en las cajas, e inmediatamente nos dimos cuenta de que la pregunta importante era saber cómo estaba el otro», cuenta Giunta a Télam.
De este modo, el «teaser» de difusión de la bienal online es un emotivo video con la voz de los participantes, quienes se grabaron con su celular, desde su ciudad y en la intimidad de su hogar, contando cómo estaban pasando la cuarentena, cómo se sentían y hacía cuánto no podían ir a su taller. Así, aparecen las voces de Liliana Porter, Ana Gallardo, Chiachio y Giannone, Fátima Pecci Carou, Jessica Kairé, Juliana Santos, Maru Sánchez y tantas más, «un increíble abanico de sentimientos y afectos», resume Giunta.
«Después de estar dos años trabajando para la bienal sentimos la necesidad de instalarla online para activar una reflexión crítica del presente, invitar a nuevas maneras de pensar. Por otra parte muchas instituciones decidieron cortar los contratos y quisimos seguir trabajando y respetar los contratos con los artistas», uno de los sectores más afectados por la pandemia, detalla la curadora.
«Aunque no sabemos si la bienal se podrá realizar de manera física en octubre, lo interesante es que hicimos las cosas al revés que todos: en vez de volcarnos a las conferencias vía Zoom -que además creo que estamos en la era de la ‘zoomificación’ de la cultura y los museos- decidimos producir nuevo material y activar este enorme archivo de emociones, sentimientos, testimonios y videos», señala la autora del libro «Contra el canon».
¿Cómo sobrevive el arte cuando el contexto de pandemia global restringe uno de sus aspectos más potentes que es el encuentro?, es uno de los interrogantes que motivó el traslado de la bienal de un espacio físico al on line, donde congrega imágenes de obras, textos y poéticas diversas.
La plataforma digital de la bienal reúne a 69 artistas de 24 países, con una amplia representación de artistas afrolatinoamericanos, de África y del Caribe, por la necesidad de debatir asuntos como la violencia y desigualdades raciales, sociales y de género, combatiendo la discriminación, la exclusión y la pobreza, así como la destrucción del medio ambiente.
Con eje en «lo femenino», tal como indica el título,la bienal retoma agendas incumplidas desde los años 60, recoge los cuestionamientos de los 90 y amplía sus urgencias a consecuencia de las incrementadas violencias hacia las mujeres y los colectivos LGBTTQ+; el aumento de la pobreza y los sistemas de exclusión y discriminación.
La bienal «fue concebida desde la noción de participación de multiplicidades, para poder expandir los límites del mundo del arte que consideramos es predominantemente blanco y patriarcal», aclara Giunta por lo que las propuestas reunidas comparten «el deseo de un orden social menos opresivo y discriminatorio en términos de género».
De este modo, reúne obras de artistas mujeres y de todas las sensibilidades «no binarias, fluidas, no normativas, así como artistas afrodescendientes e indígenas, cuya presencia sigue evocando reflexiones críticas en un mundo del arte que todavía es excluyente».
Para Giunta, «se trata de escuchar en detalle y abordar en serio todo aquello que los estereotipos marginan. Todas las historias necesitan ser relatadas y comunicadas para que las narrativas se vuelvan plurales».
Se destacan las obras de Judy Chicago, pionera del feminismo artístico en Estados Unidos, las Guerrilla Girls, la mexicana Mónica Mayer, la española Esther Ferrer, Geta Bratescu (Rumanía, 1926-2018), Grete Stern (1904-1999) y Pedro Lemebel (Chile, 1952-2015).
También, los trabajos de colectivos contemporáneos como Mujeres Públicas, Coco o Nosotras Proponemos, así como las obras de Rosana Paulino, quien aborda la historia de la esclavitud y la violencia en Brasil, o de la joven artista Joiri Minaya, quien alude a las representaciones estereotipadas de las mujeres del Caribe, por mencionar algunas de las temáticas.
Por su parte, el artista Gonzalo Elvira rescata la obra de las mujeres de la Bauhaus, mientras que el artista mapuche Sebastián Calfuqueo interroga su identidad más allá de los binarismos, entre muchas otras propuestas.
¿De llegar a realizarse la versión física de la bienal en octubre, tendrá modificaciones en la programación? «Nada podrá ser lo mismo -responde Giunta- luego de lo que estamos viviendo hoy. No es posible. Nuestras vidas están cambiando, estamos perdiendo seres queridos, cercanos. ¿Cómo podríamos ser los mismos? No sabemos qué pasará en octubre y no sabemos qué pasara en el mundo, en China, en Europa».
«Me han preguntado mucho, últimamente -prosigue- sobre la ‘normalidad’ o el ‘regreso a la normalidad’ y pienso ¿queremos volver al estado del mundo antes de la pandemia? No sabemos cómo será el futuro pero no queremos volver al pasado. En medio de esta crisis global, la bienal busca explorar nuevas posibilidades, contribuir con nuevas ideas».
«Hay proyectos que ya no son posibles de llevar a cabo pero la eficiencia no es un valor en este momento. No sabemos si la versión física ocurrirá pero ahora lo importante es cuidar a la gente, al equipo, a los artistas, a la audiencia. No deseo tampoco ponerme a discutir medidas sanitarias, los museos no deberían invertir su tiempo en pensar en eso. Lo mejor que podemos hacer hoy es pensar en las herramientas del arte que puedan contribuir a crear pensamientos críticos acerca del presente, del pasado y del futuro», concluye Giunta.
Uno de los puntos destacados de la bienal es el Programa Educativo, que apunta a estimular la reflexión crítica sobre las obras, a través de transmisiones en directo, charlas con artistas, curadores y educadores. Organizada por la Fundación Bienal de Artes Visuais do Mercosul, que preside Gilberto Schwartsmann, la bienal 12 reúne un equipo curatorial con la argentina Andrea Giunta a la cabeza y la participación de Igor Simões (Brasil), Dorota Biczel (Polonia) y Fabiana Lopes (Brasil).
Fuente: Télam