Hace apenas unos días adelantaba un emocionante disco que estaba inicialmente previsto para septiembre, «Tragas o escupes»1
Pau Donés, líder de la banda Jarabe de Palo, nacido en la Clínica de la Sagrada Familia de Barcelona el 11 de octubre de 1966, falleció a los 53 años de edad, víctima del cáncer de cólon que le fue diagnosticado hace cinco años. «La família Donés Cirera comunica que Pau Donés ha fallecido el día 9 de Junio de 2020 a consecuencia del cáncer que padecía desde Agosto de 2015», dice el mensaje subido a su cuenta oficial de Instagram.
El líder de Jarabe de Palo sorprendía en plena pandemia del coronavirus cuando anunciaba su regreso tras más de un año retirado por el cáncer. Podo después, publicaba una canción dedicada a homenajear a los sanitarios y, a los pocos días, adelantaba un emocionante disco que estaba inicialmente previsto para septiembre, «Tragas o escupes».
Este álbum de once canciones es el canto de cisne de una carrera que empezó en 1995, cuando Fernando de France lo «descubrió» en Barcelona. «Conocí a Pau en una productora de publicidad que me fichó», contaría de France a ABC. «En el departamento de arte estaban los Donés, Marc, su hermano, y Pau, que llevaba más la parte financiera y de organización de los rodajes. Nos hicimos amigos, y siempre me chinchaba con que cuando se convirtiera en un músico famoso me iban a dar por saco. Se cachondeaba de mí porque era muy «perfeccionista». Un día me contó que estaba haciendo unas canciones, pero que no había tenido suerte. Había mandado su maqueta a varias discográficas y no le habían hecho ni caso. Yo tenía relación con el mundillo discográfico porque había hecho varios videoclips, y le sugerí intentarlo por mi lado, a ver qué pasaba. Le pedí que me dejara escuchar sus canciones, y le presté un mini-disc para mezclar las canciones. Al escucharlas, me gustaron muchísimo. Estaban «El Lado Oscuro» y otros temas. Le dije que pensaba que tenía mucho talento y que intentaría ayudarle».
De France envió la maqueta a un contacto que tenía en Virgin, y unos días después, organizó un viaje a Cuba junto a Pau y otros amigos, para rodar un videoclip que sirviera de tarjeta de presentación para Jarabe de Palo. «Cuando llegamos allí, en la víspera del rodaje yo caí en las garras de la disentería. Pasé una noche atroz y acabé hospitalizado al día siguiente. Además nos dijeron que llegaban las lluvias y que no iba a parar de llover en dos semanas. Yo me pasé en el hospital toda la estancia, pero aquella primera noche antes de caer enfermo hicimos un casting yendo por discotecas. Y a mí me encantó una chica muy, muy delgada que vimos. La Flaca. Para que no pareciera que me la quería llevar al huerto le pedí a mi ayudante que le entrara ella. Al día siguiente estuvimos grabando con ella hasta que me empecé a poner enfermo. Pau Donés se enamoró tontamente de ella, pero no consiguió llevársela al huerto».
Al no parar de llover en varios días y hacerse imposible rodar nada, De France y su troupé emprendieron el camino de vuelta a España. «Todos estaban muy jodidos por mí, porque lo había pagado todo y me había perdido el viaje. Yo estaba jodido, pero pensaba que con la pasta que me había gastado, lo mal que lo había pasado en el hospital, y con todo el buen rollo que llevábamos, de alguna manera todo aquello debía ser una especie de castigo o de prueba, para un bien mayor. En el avión, Pau vino y se sentó a mi lado para animarme con la guitarra. Y me dijo: «Mira la canción que he compuesto». Era «La Flaca«».
De France vio claro que aquella canción era un hit absoluto, y concertó una reunión con la discográfica Virgin Records para que Pau les tocase sus canciones. «Cuando vi el repertorio que iban a tocar, le dije a Pau: «¿No vas a tocar «La Flaca»?», y me contestó: «Es que no la tengo preparada». Le dije que tenía que tocarla sí o sí, aunque fuera a pelo, a guitarra y voz. Porque además, mi contacto de Virgin era una chica cubana, y le iba a derretir. Al final la tocó, y todos se derritieron completamente. Se fueron al bar de al lado y allí concretaron las condiciones del contrato». Unos meses después, cuando salió el primer disco del grupo y la canción se convirtió en sintonía de un anuncio publicitario, comenzó el ascenso meteórico de Pau Donés y su Jarabe de Palo.
Dos años y varios millones de copias vendidas después, llegó el momento clave en la carrera de cualquier debutante de éxito: el segundo disco. Era una misión muy difícil, pero Pau consiguió mantener el nivel de popularidad con «Depende», otro infeccioso himno de alegría latina que lo consagró como uno de los compositores más relevantes del fin de siglo en España.
En 2001, figuras ilustres como Antonio Vega, Jovanotti o Celia Cruz participaron en el nuevo disco de Jarabe de Palo, «De vuelta y vuelta». También tuvo la colaboración de Vico C, uno de los padres fundadores del reguetón, lo que da buena cuenta del instinto felino de Pau para la música popular. Aquel lanzamiento descolocó un poquito a sus fans: su música ya no era tan sencilla, de hecho el álbum tuvo un punto conceptual, y además Pau lo presentó con una nueva imagen que ahora se antoja profética, rapándose la cabeza al cero y deshaciéndose de la melena de la que todos se quedaron prendados al conocerle.
Le siguieron «Bonito» (2003) y «1 m2 (un metro cuadrado)» (2004), que siguió brindándole colaboraciones de auténtico lujo, con Jorge Drexler, Lucrecia o Chrissie Hynde (The Pretenders). Después, en «Adelantando» (2007), colaboró con La Shica y Carlos Tarque, y en 2008 Pau dio un importante paso en su trayectoria al fundar su propio sello discográfico, Tronco Records.
Las primeras referencias autoeditadas serían «Orquesta reciclando» (2009) y «¿Y ahora qué hacemos?» (2011), que le llevaría a tocar en el Central Park de Nueva York con un impresionante llenazo, al que siguieron otros en Washington, San Diego, Los Ángeles y otras ciudades estadounidenses.
Después de lanzar «Como un pintor» (2012) y «Somos» (2014), llegó el desgraciado diagnóstico de cáncer. Pau interrumpió su gira para operarse y someterse a tratamiento, y no volvió al candelero hasta un año y medio después, cuando celebró su cumpleaños con el disco «50 palos». En 2018, tras más de veinte años «haciendo el gamberro», Pau editó el disco en directo «Jarabe Filarmónico» (con la Orquesta Filarmónica de Costa Rica) y el libro «100 letras» para decir «hasta pronto».
Ese mismo año decidió recuperar el tiempo perdido con su hija Sara. «Me perdí la infancia de mi hija. El año que nació estuve dos meses en casa», diría Pau, que decidió alejarse de los escenarios e irse a vivir con ella a California, donde han estado disfrutando de la vida hasta hace pocos meses, cuando el músico decidió volver a España para ofrecer un concierto contra el cáncer en Barcelona. Probablemente ahí ya intuía que no le quedaba mucho tiempo, pero quiso que su última aparición sobre un escenario sirviese para ayudar.
Sólo unos días antes de morir, Pau lanzaba su último single, para la canción «Eso que tú me das». A pesar de estar ya muy castigado por la enfermedad, le echó valor para grabar un videoclip. No pudo hacerlo como él quería, bailando con su hija. Ya estaba demasiado débil. Pero al menos sí pudo cantarla mientras ella danzaba entre sus músicos. La publicación de su nuevo y último disco, «Tragas o escupes», estaba prevista para septiembre. Pero ante la inminencia de su muerte se decidió adelantarlo, para que pudiera ser testigo, una última vez, del éxito de sus estupendas canciones.
Fuente: ABC.