1. «El amor en los tiempos del cólera», de Gabriel García Márquez
Para escribir El amor en los tiempos del cólera, Gabriel García Márquez se inspiró en la historia de sus padres, a quienes entrevistó por separado varias veces. El resultado es esta novela, publicada en 1985, que reúne periodismo, biografía, ficción y narrativa. Es la historia de un hombre enamorado de una mujer que lo rechazó, y que pasó su vida buscando consuelo. Hasta que, en el marco de una devastadora epidemia de cólera, se entera de que su amada quedó viuda. Entonces vuelve a intentar conquistarla, 50 años después.
Gabriel García Márquez se inspiró en la historia de sus padres. / AFP
2. Pálido caballo, pálido jinete, de Katherine Anne Porter
Pálido caballo, pálido jinete, de 1938, es uno de los textos fundamentales de la literatura del siglo XX. Su autora es la ganadora del Pulitzer Katherine Anne Porter. Son, en realidad, tres novelas cortas, unidas por un subtexto que transita los mecanismos de las emociones ante la pasión, la existencia y la muerte.La antigua condición mortal retrata a Amy, “bella amada, desdichada”. El vino del mediodía sucede en el sur de Texas, en donde un granjero está abocado a su destino trágico, y a la tarea de matar a un desconocido. Y el relato que da nombre a la colección está protagonizado por Miranda, una periodista joven que, en el hospital durante la epidemia de influenza en España en 1918, se aferra a su amor por un soldado mientras el mundo se cae a pedazos ante los horrores de la Primera Guerra Mundial.
3. «El país de las ultimas cosas», de Paul Auster
Paul Auster, autor de «El país de las últimas cosas».
El país de las ultimas cosas, de Paul Auster, es un casi clásico moderno, de 1987. La narradora es Anna Blume, que cuenta en una carta que le envía a su novio desde una ciudad sin nombre, lo que sucede en ese lugar, al que fue a buscar a su hermano. La vida ordinaria está rodeada de muerte, hay clínicas de eutanasia, clubs para el asesinato, suicidios y tristeza general normalizada. Anna sobrevive movida por la necesidad de localizar a William, y el deseo de salir de ahí para volver a su casa.
Fuente: Clarín