“En lo que se refiere al teatro 2020 ya terminó…” dice a este diario el empresario teatral Carlos Rottemberg. “Yo lo divido en tres fases: una, la que transitamos, todo cerrado; dos, la reapertura paulatina de los establecimientos, y ahí los teatros seremos los últimos en la cola, junto con los cines, porque recintos cerrados para esparcimiento serán de lo último que se abra; y tres, una vez autorizados a abrir, calculo un promedio de tres meses para llegar a la estabilización de lo que tuvimos antes del coronavirus. Si le ponemos tiempos a esas fases estamos en octubre, que es cuando terminó la temporada teatral del país porque las giras por la Argentina también terminan ese mes. En este momento mi cabeza está puesta en el verano 2021 porque no tiene sentido gastar energía en algo que ya doy por terminado en este marzo que nunca creí vivir en estos 45 años de profesión”.
Más allá de las transmisiones online de obras teatrales en salas oficiales como el Cervantes o el San Martín, y varios alternativos como Timbre 4 o El Extranjero, lo que inquieta por estos días al circuito teatral (en especial el comercial y alternativo) es la pérdida económica para salas y elencos por la parálisis total de la actividad. “En cuanto a esta circunstancia increíble”, continúa Rottemberg, “esta película de ciencia ficción donde todos somos involuntarios protagonistas, lo que tiene que ver con el circuito del teatro independiente, experimental, donde no prima lo económico sino lo teatral cultural, debería contar con algún régimen específico que desde el Estado se apoye, y entiendo que es diferente de nuestro circuito comercial. Lo que haremos es sumarnos a las directivas que emanen del Gobierno para el tratamiento de las pymes, o lo que tiene que ver con las industrias culturales, protegiendo a los más apretados para poder cumplir con lo básico que es pagar salarios y no dejar colgada a la gente, algo que también tiene que ver con lo sanitario”, y concluyó: “El menos perjudicado será el personal en relación de dependencia de los teatros, con sueldos permanentes y que habrá que respetar por ley o como defina el Gobierno. Los contratos a término y ni hablemos del trabajo no declarado será el más perjudicado”.
Sebastián Blutrach, director de programación del Cervantes, se refirió a los contratos con actores: “Todos los proyectos que se pusieron en marcha y tienen los contratos corriendo se van a cumplir. Los proyectos que todavía no habían comenzado, caso segunda tanda de King Kong, están suspendidos esperando ser retomados”. En esa sala, la única oficial a nivel nacional, “La gesta heroica”, “Medea”y “Reinas abolladas”, sin estrenar, cuentan con contratos firmados que, prometen, se van a cobrar. “Taddeys” y “Adela duerme serena” suspendieron funciones y también se cobrarán, en cambio lo que aún no comenzó el proceso de trabajo ni tiene firma de contrato queda suspendido para ser retomado cuando aclare el panorama. En cuanto a la transmisión de “King Kong” por el canal del Cervantes lanzado por Youtube el 22 de marzo, ya tuvo 30 mil vistas.
Liliana Weimer, de Artei (nuclea al teatro independiente) dijo a este diario: “El INT está implementado el plan Podestá con ayudas para grupos y salas. Desde ciudad están esperando alguna partida de dinero para distribuir, de lo que esperamos tener novedades en estos días”. Con evidente resonancia a los hermanos Podestá, ese nombre sin embargo remite a Preservación Operativa de Elencos, Salas y Teatristas Argentinos y contempla un plan de subsidio a repartir entre más de las 200 salas que nucela Artei de entre 90 a 120 mil pesos. Otra será la partida de subsidios destinada a los elencos y participantes de las fiestas del teatro.
El Ministerio de Cultura de la Ciudad puso en marcha la plataforma “Cultura en casa” para ofrecer siete propuestas diarias en las que se engloban contenidos provenientes del Complejo Teatral de Buenos Aires, el Teatro Colón, la Usina del arte y todos los organismos culturales que abarca. En cuanto a la vigencia de contratos y pago a elencos, rige el mismo criterio señalado por Blutrach: lo que está firmado se paga más allá de la suspensión de funciones, lo que debe firmarse queda en stand by. Esta semana “Madre coraje”, el clásico de Bertolt Brecht, en puesta de José María Muscari y protagónico de Claudia Lapacó, en la plataforma mencionada tuvo casi 12.500 visualizaciones.
Fuente: Ámbito