MADRID. «¿Qué es esta tontería?», exclamó furioso Mario Segade. Vestido con pollera, el director del Centro de Arte Dos de Mayo (CA2M) y cocurador de una de las secciones más importantes de esta edición de la feria ARCO se abrió paso entre los periodistas que tomaban fotos de la obra polémica de turno. «Franco no fue tan malo como dicen», dice en grandes letras la pieza creada con marcador por Riiko Sakkinen, artista finlandés residente en España desde hace casi dos décadas. La galería Forsblom, con sede en Helsiki, pide por ella 15.000 euros.
«Franco en Arco: ¿apología o ironía?», preguntaba la nota publicada hoy el diario local El País, que tuvo acceso a la feria antes que el resto de los medios. Hacia allí se dirigieron de inmediato tras la conferencia de prensa que abrió las puertas para invitados especiales, en busca de lo que ocurre cada año: la obra políticamente incorrecta que suele acaparar casi toda la atención. En 2019 fue la figura gigante del rey Felipe creada por Santiago Sierra, valuada en 200.000 euros y destinada a ser quemada por el comprador.
«Mi hijo volvió del colegio diciendo que la profesora había dicho que Franco hizo cosas malas y buenas, pero solo contó las buenas. Los niños le respondieron que era un dictador», explicó Sakkinen a LA NACION, y señaló que la plaza del pueblo donde tiene su taller aún se llama Generalísimo Franco. «Es mi forma de participar en la política de este país. Pago los impuestos pero no puedo votar», agregó. Habituado a aludir en sus obras a personajes cuestionados, sostuvo que le gusta apelar a la ironía para «provocar enfado, porque quizás hace reflexionar más que la risa».
Como si faltara tensión este año en ARCO, que el próximo cumplirá cuatro décadas. Maribel López, flamante sucesora de Carlos Urroz como directora de la feria, debió enfrentar la inesperada crisis global del coronavirus: dos casos fueron detectados en Madrid justo antes de la apertura. En la conferencia de prensa reconoció que varios de los trescientos coleccionistas que iban a venir cambiaron de idea a último momento, aunque puso paños fríos al confirmar que los reyes Felipe y Letizia asistirán mañana a la inauguración oficial.
¿Con barbijo o sin barbijo? Pocos parecen preocuparse por el tema. Con la rara excepción de una joven pareja que no accedió a posar para la foto y de una señora que recurrió a un pañuelo, cientos de personas asistieron hoy al centro de convenciones Ifema a cara descubierta.
Entre ellos se contaban varios argentinos. Por ejemplo los artistas y galeristas que participan de la sección Diálogos, una de las más destacadas de la feria. Curada por Lucía Sanromán y Agustín Pérez Rubio, ex director artístico del Malba, incluye obras de Gabriel Chaile y Osías Yanov que llamaron de inmediato la atención de los expertos.
El curador Segade se llevará al CA2M una pieza de Yanov ganadora del premio ARCO Comunidad de Madrid para Jóvenes Artistas. Como si fuera poco este último, invitado también por Pérez Rubio a participar de la Bienal de Berlín, se cuenta con Chaile entre los preseleccionados para el premio Premio illy SustainArt, destinado a artistas latinoamericanos nacidos desde 1970 y procedentes de países productores de café.
Exhibida en el stand de Nora Fisch junto con videoinstalaciones de Narcisa Hirsch, la pieza de Yanov es una de sus escaleras con referencias esotéricas, juguetes sexuales, cerámicas precolombinas, caramelos y elementos interactivos, que pueden combinarse de diversas maneras en línea con las ideas de «identidad fluida» que le interesan al artista.
Las obras de Chaile, en tanto, son hornos de barro y ollas populares intervenidas como las que vendió de inmediato al presentarlas en Art Basel. Se presentan en el stand de la galería alemana ChertLüdde con el registro de intervenciones urbanas realizadas en los años sesenta por el italiano Franco Mazzucchelli.
Con obras de veinte artistas presentados en pares, esta sección propone según Pérez Rubio «diálogos formales, transgeneracionales, genealógicos, interregionales. Incluye prácticas feministas y queer para aportar una idea de hermandad, de sororidad, de compartir contextos».
«Se trata de apoyar una relectura de ciertas estructuras para mostrar la multiplicidad de historias del arte», coincidió Sanromán. En ese sentido, observó que ARCO se destacó siempre por promover la diversidad e incluir a las galerías latinoamericanas en la escena europea.
La guatemalteca Proyectos Ultravioleta resultó la ganadora del premio Iberia Diálogos con obras de Hellen Ascoli y Naufus Ramírez-Figueroa, autor de una escultura que incluye alusiones al cuerpo y frascos de remedios. Cualquier parecido con el contexto actual es pura coincidencia.
Fuente: La Nación