El Festival Internacional de Cine de Berlín, más conocido como la Berlinale, inició este jueves el año del séptimo arte con la presencia de diez filmes nacionales, entre ellos «El prófugo» que compite por el Oso de Oro, sección donde jamás se impuso ninguna película argentina.
El prófugo
«El prófugo», segundo largometraje de Natalia Meta, con Erica Rivas como protagonista, es el que compite contra otras 17 películas, entre las que están producciones del surcoreano Hong Sang Soo, el francés Phillipe Garrel y la estadounidense Kelly Richards.
En 2014, última presencia nacional en la máxima competencia berlinesa, estuvieron «La tercera orilla», de Celina Murga, e «Historia del Miedo», Benjamín Naishtat.
Para volver a la gran vidriera internacional que ofrece la cita alemana, el segundo largometraje de la realizadora y licenciada en filosofía que en 2014 estrenó su primer filme «Muerte en Buenos Aires» está inspirado en la novela «El mal menor» del autor argentino C.E. Feiling, y suma en su reparto la participación especial de Cecilia Roth.
«El prófugo» narra la historia de Inés (Rivas), quien tras un episodio traumático durante un viaje con su pareja (Hendler) comienza a confundir la frontera entre lo real y lo imaginario. Vívidas pesadillas y sonidos recurrentes invaden la vida cotidiana que lleva junto a su madre (Roth), hasta que ensayando para un concierto conoce a Alberto (Pérez Biscayart), un joven que se acomoda a su mundo sin cuestionamientos, detalla un comunicado de prensa.
Filmada en el invierno de 2019 en locaciones de Buenos Aires y Playa del Carmen, México, la película de Meta “se pensó como un híbrido lúdico entre varios géneros. La base del filme es la de un thriller de suspenso, si bien hay un tono por momentos de cierta ironía o comicidad, y por supuesto entran en juego elementos del terror psicólogo”, presentes en la novela de Feiling, dijo a Télam Sebastián Garelli, uno de sus productores.
Las otras presencias argentinas:
Los otros títulos argentinos que tomarán parte de la Berlinale serán «Isabella», de Matías Piñeiro, que irá a la nueva sección competitiva Encounters y el corto «Playback. Ensayo de una despedida», de Agustina Comedi, directora que debutó con el atractivo documental «El silencio es un cuerpo que cae».
En la Sección Panorama se verán «Las mil y una», de Clarisa Navas y «Un crimen común», de Francisco Márquez; en Forum del Cine Joven tendrá pantalla «Medium», de Edgardo Cozarinsky, «Chico ventana también quisiera tener un submarino», de Alex Piperno, y el documental de Jonathan Perel «Responsabilidad empresarial».
Mientras que para la categoría Generation Kplus fueron seleccionados el cortometraje «El nombre del hijo», de Martina Matzkin, y el largometraje «Mamá, mamá, mamá», de Sol Berruezo Pichon-Riviére.
En tanto que en el espacio de formación y desarrollo de proyectos denominado Berlinale Talents participarán Manque La Banca (director), Lucía Carnicero (diseñadora de producción), Iair Michel Attias (editor), Eugenia Campos Guevara (productora), Federico Disandro (diseñador de sonido) y Alessia Chiesa (directora y fotógrafa).
Iniciado en 1951, en plena reconstrucción alemana tras la Segunda Guerra Mundial y el nazismo, la 70ma. edición de la Berlinale trae polémicas y novedades: por un lado, la organización suspendió el premio Alfred Bauer del Oso de Plata ante las sospechas del pasado nazi de quien fuera director del festival las primeras 20 ediciones y que le da el nombre a la estatuilla que reciben los actores y actrices; por el otro, el italiano Carlo Chatrian y la holandesa Mariette Rissenbeek dirigirán el evento en lugar del local Dieter Kosslick.
Pero más allá de esos ribetes, la Berlinale ha demostrado plasticidad entre Hollywood y el cine de autor al distinguir a lo largo de su historia a cintas como «Rain Man», «Tropa de élite» y «Magnolia» o directores como Michelangelo Visconti, Rainer Werner Fassbinder e Ingmar Bergman.
La venta de entradas comenzó ayer con largas filas de cinéfilos que hicieron vigilia, con bolsas de dormir incluidas, en la fría noche de Alexander Plätz para conseguir algunas de las 300.000 entradas disponibles para las funciones que tendrán lugar hasta el 2 de marzo, algo que demuestra la importancia del cine y del festival para los alemanes, quienes han demostrado devoción con directores como Fritz Lang, Wim Wenders y que en la actualidad se apoya en realizadores de origen extranjero como Fatih Akin.
Justamente Akin, entre otras figuras como Maren Ade, Doris Dörrie y Volker Schlöndorff, había reclamado en una carta abierta mayor transparencia y apertura del encuentro, tras lo cual, y en el momento en el que finalizaba su contrato, Kosslick anunciaba que dejaba el cargo que ostentó durante 18 años.
La nueva dirección de la Berlinale, con Chatrian en la parte artística y Rissenbeek en la de negocios, parece haber leído la misiva e inauguró la nueva sección Encounters (Encuentros) en la que compiten filmes que van desde lo experimental a la animación y en la que se encuentra «Isabella», la nueva apuesta del argentino Piñero quien basa su obra en interpretaciones libres de personajes femeninos de William Shakespeare.
La apertura que reclamaban los cineastas alemanes en la carta a Kosslick también se puede ver en el jurado. Presidido por el multipremiado británico Jeremy Irons, está integrado por un estadounidense (Kenneth Lonergan); una palestina (Annemarie Jacir); la franco-argentina Bérénice Bejo; la alemana Bettina Brokemper; el ascendente actor italiano Luca Marinelli y Kleber Mendonça Filho, el aclamado director brasileño.
También confirmaron su presencia en la cita Johnny Depp, Javier Bardem, Elle Fanning, Hillary Clinton Helen Mirren, quien será homenajeada por su tayectoria, Cate Blanchett, Roberto Benigni y Willem Dafoe.
Además, las salas de cuatro ciudades alemanas -Hamburgo, Múnich, Essen y Halle- están programadas por primera vez para emitir la gala de apertura del festival, que durará alrededor de una hora y será presentada por el actor búlgaro Samuel Finzi.