Un montón de gente nos pregunta, todavía, si alguna vez vamos a hacer la cuarta parte de Volver al futuro. Y la respuesta sigue siendo la misma: No, nunca». El que habla de manera tan categórica es Bob Gale, cocreador, productor y coguionista de la trilogía cinematográfica que marcó a fuego el entretenimiento global del siglo XX; y terminó reconvertida en referente cultural para varias generaciones. «Sabemos que todos quieren más, pero no vamos a estropear la franquicia ni arruinarle la infancia a nadie con relanzamientos que no sirven para nada. Por eso nos decidimos a hacer esto», agregó.
«Esto» es Volver al futuro, el musical (Back to the Future – The Musical), adaptación que subirá a escena el jueves, en el Opera House de Manchester, donde permanecerá durante doce semanas antes de instalarse en el mítico West End londinense y luego volar a Broadway, China y Brasil.
Producido por Robert Zemeckis, co-creador, coguionista junto con Gale y director de la trilogía original de películas, este musical está dirigido por John Rando, ganador de dos premios Tony por su labor en los EE.UU., que garantiza una batería de efectos especiales de ultimísima generación para hacerle justicia al verdadero protagonista de la obra, el icónico automóvil DeLorean. «Estén preparados -avisa Rando- porque cuando toque viajar en el tiempo… se van a sorprender».
A 35 años de su estreno, el núcleo argumental de Volver al futuro sigue siendo el mismo: un despreocupado joven de 1985 que, por error, es transportado a 1955 y, antes de regresar a su presente, debe asegurarse de que las versiones adolescentes de sus padres se encuentren y enamoren, para garantizar así su existencia futura «¿Es todo una locura, no? La idea de que tu mamá se enamore de vos, sin saber quién sos en realidad, es una gran historia para contar. Y vamos a contarla de una manera distinta a la que se vio en el cine», comenta Olly Dobson, que carga con la responsabilidad de interpretar a Marty McFly, el papel que lanzó a la fama a Michael J. Fox. «Para mí también es una locura -asegura el actor que sólo había tenido participaciones secundarias en Matilda, Carrie y La Bella y la Bestia-, un sueño hecho realidad. Cuando me llamaron para decirme que iba a ser Marty, no lo podía creer».
Para personificar al «Doc» Emmett Brown, bonachón científico loco que inmortalizara Christopher Lloyd, Zemeckis y Gale eligieron a Roger Bart, multifacético intérprete al que puede verse como el vicedirector Neron de Una serie de eventos desafortunados, en Netflix. Además de cine y TV, Bart tiene una larga carrera sobre las tablas, habiendo brillado en el teatro shakespereano y al frente de dos comedias musicales del enorme Mel Brooks: El joven Frankenstein y Los productores. «Mi Doc es un homenaje a la creación de Lloyd, porque la suya es la forma más perfecta de encarnar al personaje, pero no esperen que sea una copia -avisa-. Doc es un soñador que cree en el poder del pensamiento positivo, pero también es un leal amigo que ocupa el rol de figura paterna para Marty. Y en el musical vamos a explorar mucho más profundo en sus sentimientos y motivaciones. Cada una de sus canciones revelará algo que ya sabíamos que estaba ahí, pero nunca antes lo habíamos visto desde esa perspectiva».
Es que a la hora de regresar a sus criaturas, Gale escribió un guión que prioriza otros aspectos de los personajes principales, mientras empodera especialmente a dos de los secundarios para reflejar los cambios sociales que se han producido en estas tres décadas y media. A la versión adolescente de la madre de Marty, Lorraine Baines (interpretada por Rosanna Hyland) Gale le agregó una conciencia feminista que no tenía en la película. Y a Goldie Wilson (Cedric Neal), un personaje muy menor que en el pasado era mozo de una cafetería y en el presente el primer alcalde afroamericano de la imaginaria ciudad de Hill Valley, le encomendó la tarea de concientizar sobre los pilares que deberían sostener cualquier carrera política: honestidad, decencia e integridad.
Claro que, al tratarse de un musical, las cosas se deben decir cantando. Y ahí entran en acción Alan Silvestri, autor de la banda de sonido original de la trilogía; y Glen Ballard, séxtuple ganador del Grammy por sus colaboraciones con Aretha Franklin, Van Halen, Aerosmith y Katy Perry, entre otros. Juntos, Silvestri y Ballard patentaron una seguidilla de hits que van del rock and roll al folk, del pop al spiritual, pasando por nuevas versiones de tres clásicos que sonaron en las películas: «Earth Angel (Will You Be Mine)», de Marvin Berry & The Starlighters, «Johnny B. Goode», de Chuck Berry y el infaltable «The Power of Love», de Huey Lewis & the News.
La idea original de Zemeckis y Gale era estrenar Volver al futuro, el musical, en 2015, como eje central del festejo por los 30 años del primer film. No pudo ser. Problemas de producción, dificultades logísticas y complicaciones de agenda lo demoraron. Pero los planetas se alinearon para el 35° aniversario y este 2020 la odisea de Marty McFly volverá a conquistar multitudes. «Hacer las cosas bien lleva tiempo -confía Gale- y este es el momento correcto para debutar. Tenemos un elenco extraordinario, unas canciones fantásticas y un director increíble. Una obra que logra capturar la magia de la película. Estamos muy emocionados y convencidos de que los fanáticos en todo el mundo comparten nuestro entusiasmo. Sus hijos se van a enamorar de esta versión de Volver al futuro. Y ustedes, los padres… mucho más».
No es la primera vez que Bob Gale regresa a su universo para explorar nuevas posibilidades narrativas. Al guionar algunos cómics de Batman y Daredevil para DC y Marvel, era casi lógico que se decidiera por el papel impreso a la hora de avanzar y retroceder en el tiempo de la franquicia, contando historias del pasado y el futuro de los personajes, pero evitando firmar la formal cuarta parte de la trilogía cinematográfica.
Entre octubre de 2015 y octubre de 2017, el cómic de Back to the Future llegó a los negocios especializados de los Estados Unidos, publicado por IDW, la misma editorial que tiene en su catálogo a tres actuales series de Netflix: Locke & Key, Venus Wars y The October Faction. El primer número escrito por Gale revelaba cómo se habían conocido Marty McFly y Doc Emmett, gracias a un evento fortuito que los volvió inseparables. De ahí en más, Gale fue enhebrando las intervenciones de los personajes en distintos momentos históricos y diferentes líneas temporales paralelas: del período jurásico al futuro distópico, pasando por el lejano oeste y haciendo especial hincapié en la crisis de los misiles cubanos, donde el «Doc» tuvo una definitiva participación a la hora de desactivar el conflicto.
Musicales de película
La relación entre el cine y el teatro musical viene de lejos. Y si bien son mayoría las versiones fílmicas de los grandes clásicos del género, varias son las películas que subieron a escena para re-convertirse en sucesos del West End londinense y Broadway.
A ambos lados del Atlántico, Sunset Boulevard, El rey león y La Bella y la Bestia son títulos casi permanentes en las carteleras, siempre secundados por Amélie, Shrek, Billy Elliot, Hairspray, The Full Monty, Priscilla, reina del desierto, Newsies, Camarera y Una vez en la vida ( Once), entre otras obras de culto.
Ahora mismo, en las dos principales plazas del mundo, las marquesinas ofrecen funciones agotadas de Aladdin y Frozen (basadas en las películas animadas de Disney), School of Rock (sobre el film de 2003 de Mike White, cuya versión argentina se estrenará en mayo con el protagónico de Migue Granados) y Kinky Boots (adaptación de la homónima cinta británica de 2005), que reventó la taquilla porteña con las actuaciones de Martín Bossi y Fer Dente, bajo dirección de Ricky Pashkus, en el Astral.
El gran éxito de la temporada en Broadway, Chicas pesadas ( Mean Girls), promete ser la primera obra en cerrar el ciclo creativo de la industria. Escrita por Tina Fey en base al libro Queen Bees and Wannabes, de Rosalind Wiseman,la película de Mark Waters llegó a la pantalla grande en 2004 y generó una secuela televisiva en 2011. La versión musical se estrenó en Broadway a fines de 2017 y llegará al West End a principios de 2021, con una preventa de entradas que le estaría garantizando una larga permanencia en cartel. Como si esto fuera poco, Tina Fey acaba de anunciar el próximo rodaje de la versión fílmica de Chicas pesadas, el musical. Nada se pierde, todo se transforma.
Fuente: La Nación