“Esto no es un homenaje, es una suplencia”, certificó León Gieco antes de arremeter con la propia y alegórica “Los Salieris de Charly” sobre el micrófono de El Aguante & The Prostitution: con el mando anímico a cargo de Rosario Ortega y Zorrito Von Quintiero, la banda de Charly García se vio aumentada & corregida por amigos y colegas que le hicieron un rescate emotivo al repertorio del genio ausente. El accidente doméstico que resintió sus caderas lo dejó fuera de la jornada inaugural del Cosquín Rock 2020. Pero no a sus himnos.
Con versiones eclécticas -por momentos algo desparejas- y un espíritu de zapada que desdibujó la solidez del show, el karaoke se prendió en las 55 mil personas que sintieron suyas esas canciones eternas.
Lejos de la sombra de García, Nito Mestre abrió el juego sacándole brillo a “Instituciones” y “El día que apagaron la luz”. También participaron Celeste Carballo -descollante y blusera para “Rezo por vos”- e Hilda Lizarazu -junto a Patricio Sardelli, de Airbag, le dieron forma a “Fanky”-. La fiesta permanente de Los Auténticos Decadentes se filtró en “No voy en tren”, mientras que Fernando Ruiz Díaz y Andrés Ciro le imprimieron sus personalidades a lecturas arengadas de “Cerca de la revolución” y “Demoliendo hoteles”, respectivamente.
También las nuevas generaciones le hicieron el aguante a García: Bandalos Chinos recreó “Asesiname”, con el carisma de Goyo Degano al frente y su look cercano al Charly rubio de 1994. Louta le pasó su resaltador pop a “Me siento mucho mejor” y Nathy Peluso bailó con la melancolía de “Promesas sobre el bidet”.
Tras “El fantasma de Canterville”, todos los invitados unieron sus voces con la multitud para darle aliento un último aliento a Charly con los versos de “Inconsciente colectivo”: “Nace una flor, todos los días sale el sol”, describió García en 1982 con fe y esperanza. Que así sea.
Varios de los presentes en el show de El Aguante & The Prostitution ya habían tocado durante la tarde del sábado o lo estarían por hacer. Así, Hilda Lizarazu se lució con una de Man Ray (“Caribe Sur”) y otra de Spinetta (“Seguir viviendo sin tu amor”). Rosario Ortega presentó sus últimas canciones (“Otro lado”, “Como quieras”) y homenajeó a José Luis Perales (“Porque te vas”). Louta invitó a Ángela Torres en “Uacho” y Nathy Peluso encantó al público con su rapeo versátil y hits como “La sandunguera” y “Corashe”.
Más temprano, Airbag develó tanto influencias como origen, con “Little Wing” (Jimi Hendrix) y el Himno Nacional Argentino como preludio a “Solo aquí”. A un costado del escenario, Julieta Prandi se devoraba el show con sus ojos y su celular, atenta a los movimientos su novio Guido y bailando con la potencia hardrockera de los hermanos Sardelli.
Pasadas las 2 de la madrugada, ya siendo domingo, Los Auténticos Decadentes fueron la banda sonora ideal para el cumpleaños número 20 del Cosquín Rock, cerrando la primera jornada. “Somos”, “Los piratas”, “Corazón”, “Un osito de peluche de Taiwán” (con el agregado de Fernando Ruiz Díaz), “Loco (Tu forma de ser)”: todos éxitos inoxidables, alternados en las voces de Cucho Parisi, Jorge Serrano y Diego Demarco, que se festejaron con rondas de baile, agite de banderas y un interminable coro popular.
Pero todo había comenzado bien temprano en la tarde del sábado, con intensa y variada actividad en sus siete escenarios -Norte, Sur, La Casita del Blues, Córdoba X, el BNP Stage, la carpa Urbana y otra carpa especial para el unplugged de los mexicanos Molotov– y una constante amenaza de lluvia que, afortunadamente para los pies, la ropa y la movilidad de los presentes, no se cumplió.
El enorme predio del Aeródromo de Santa María de Punilla fue el marco de las idas y venidas de una multitud transgeneracional que fue en busca de la música que mejor sintonizara con el momento. Entrar en el “universo Cosquín Rock” es poner los sentidos en un caleidoscopio y sorprenderse con la variedad de la actualidad.
Con muchos shows ocurriendo al mismo tiempo, es inevitable el recorrido y el “picoteo”: un rato por el vodevil pop, tan sexy como cautivante, de Mon Laferte (“Tormento”, “Mi buen amor”, “Ronroneo”), un paseo por las canciones de Attaque 77 de la mano de Mariano Martínez & Animales en Cautiverio (“El cielo puede esperar”, “Donde las águilas se atreven”). La estampa rockera de Skay Beilinson (que presentó su último disco, “En el corazón del laberinto”, e invocó brevemente a Patricio Rey con “Ji-ji-ji” y “Criminal Mambo”) se encimó al desparpajo de Ca7riel & Paco Amoroso, que subieron el tono con “Ola Mina XD”, “Todo el día” y “Cono hielo”, invitando a seguirla con el fernet.
Uno de los shows más concurridos de la tarde fue de Divididos. La banda volvió al festival después de 15 años sin tocar y desplegaron su amplio rango rockero: desde “Haciendo cosas raras” hasta “Amapola del 66”, incluyendo escalas en las versiones electrificadas y aceleradas de “Spaghetti del rock” y “Par mil”. “Le quiero mandar un abrazo a Evo Morales”, dijo Ricardo Mollo, cantante y guitarrista del trío, antes de la chacarera-rock “Huelga de amores”, haciendo extensivo su saludo a “los pueblos originarios. Es muy importante que alguien quiera a su tierra”.
El escenario Urbano tiene la forma, la humedad y la oscuridad de una carpa de circo y allí quedó claro, por si todavía quedaba alguna duda, por qué Dante Spinetta y Emmanuel Horvilleur serán por siempre los reyes y los faros de esa escena.
Cada uno con su show -uno a continuación del otro y no, no hubo reencuentro sobre el escenario-, mostró de lo que son capaces cuando están solos. Primero, Horvilleur echó mano a su oído afilado para el hit y su perfil de crooner pop romántico: “Llamame”, “19″ y “1000 días” de su último disco, “Xavier”. Después, Dante hizo un batido de sus distintas caras y soltó la guitarra o la lengua, según la ocasión, en “Verano Hater”, “Olvídalo” (con Julieta Rada), “Mi vida” y “Jaguar House” (de IKV).
La aparición de Illya Kuryaki & The Valderramas allanó en su momento el camino por el que hoy transitan, cada uno a su manera, artistas como Bhavi, Ecko, los ya mencionados Ca7riel & Paco Amoroso e incluso Flu Os: el dúo de Benicio y Angelo Spinetta, sobrinos de Dante, hijos de Caterina, nietos de Luis Alberto. Montados sobre adhesivas bases de trap y soltando un flow que al cruzarse se vuelve homogéneo, presentaron tracks como “Boleto dorado” y “MEIDEY”.
Para terminar de sellar el buen momento y la popularidad por la que transita la escena, algunas de las estrellas del domingo en el Cosquín Rock serán Duki, Wos, Cazzu, Neo Pistea e YSY A, entre otros.
Fuente: Infobae.