Las recomendaciones actuales de la SAP indican que los menores de 24 meses no deben estar expuestos a pantallas, y entre los dos y los cinco años no deberían superar la hora diaria. También se aconseja brindarles solo contenidos de alta calidad y apropiados para la edad, además de estar acompañados por un adulto responsable.
«De todas formas, a cualquier edad, cuanto menos estén expuestos a pantallas es mejor», agrega. También aclara que el uso inadecuado de estos dispositivos, sobre todo en los pequeños, se puede asociar con problemas en el desarrollo del lenguaje, cognitivo, emocional y social.
En chicos más grandes, el abuso del tiempo frente a pantallas está asociado con problemas de sueño, sedentarismo, obesidad, dificultades en la socialización y otras afecciones físicas, como alteraciones visuales, contracturas musculares, problemas posturales, tendinitis.
Entre los riesgos, el pediatra incluye la exposición a contenido inapropiado para la edad, el ciberacoso, sexting (el envío de imágenes de contenido sexual) o grooming.
Fuente: La Nación