Noemí Zaritzky y Rosa Erra-Balsells, científicas del Conicet, son parte de los 36 nuevos miembros académicos que este año se incorporarán a la Academia Mundial de Ciencias. Ambas profesionales fueron reconocidas por su «significativa contribución» en el campo de la ingeniería alimentaria y ambiental, así como en la fotoquímica orgánica y los campos de espectrometría de masas en la Argentina, respectivamente, se difundió hoy.
«Este reconocimiento internacional es gratificante porque tiene que ver con la calidad de lo que uno hace y por el hecho de que se puede comparar, a pesar de las dificultades de inversión que tenemos acá, con el trabajo de otros países como Japón», sostuvo Zaritzky en diálogo con Télam.
La Academia Mundial de Ciencias (TWAS, por las siglas en inglés de The World Academy of Science) distribuyó esta semana el listado con los nombres de los nuevos miembros académicos que la integran a partir del 1 de enero de 2020.
Del selecto grupo forman parte siete científicos sudamericanos -cinco de Brasil-, además de los cuales dos pertenecen a la Argentina: Noemí Zaritzky y Rosa Erra-Balsells, investigadoras superiores ad honorem del Conicet, en el Centro de Investigación y Desarrollo en Criotecnología de Alimentos y el Centro de Investigaciones en Hidratos de Carbono, respectivamente, describió el organismo científico local.
Noemí Zaritzky, que el año pasado recibió el Premio TWAS por las Ciencias de la Ingeniería, es ingeniera química de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y doctora en ciencias químicas de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA).
A nivel nacional recibió numerosos reconocimientos como la Distinción Investigador de la Nación Argentina (2016 por el año anterior), y el Premio Bernardo Houssay a la Trayectoria 2015.
Zaritzky explicó que para ser integrante de la TWAS es necesario que el presidente de una academia de ciencias local realice la postulación, ya que no es posible hacerlo de forma individual.En los fundamentos de su incorporación, la TWAS destacó «el extenso trabajo original de investigación científica y desarrollo tecnológico en ingeniería alimentaria y ambiental», y subrayó que la científica argentina «es considerada internacionalmente entre el núcleo de especialistas reconocidos».
Por su parte, Rosa
Erra-Balsells -quien nació en España pero está afincada desde hace muchos
años en la Argentina- tiene una amplia trayectoria como profesora titular del
Departamento de Química Orgánica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales
de la UBA, describió el Conicet.
La científica, que cuenta con el Premio Kónex 2003 en Química
Orgánica, fue considerada por la TWAS por su contribución «al crecimiento
de la fotoquímica orgánica y los campos de espectrometría de masas en
Argentina».
La incorporación de estas investigadoras eleva a 1.278 el
número de miembros académicos de la TWAS, y un dato relevante es que este año
se suman 12 mujeres, es decir un 33% de la nómina, lo que el organismo subrayó
como una «cifra sin precedentes».
«Mi deseo es que la ciencia y tecnología sea tratada
como una política de Estado en el país y se hagan inversiones», subrayó
Zaritzky. La científica señaló que en muchos casos los trabajos «dependen
de instrumental que se rompe o desactualiza, por lo que sin inversiones se
complica competir a nivel internacional».
«Hoy en día se necesitan hacer mediciones precisas con
equipos específicos y a veces cuesta más caro arreglarlos que comprar nuevos.
Uno no pide grandes cosas, pero sí mantener el equipamiento para mantener el
nivel internacional», enfatizó.
También remarcó que, además de publicar trabajos, es
necesario transferir los conocimientos al sector productivo y social para que
le sirva al país, y pueda crecer.