La denuncia -presentada el último día de 2019, en los tribunales de Granada, ciudad donde nació el poeta-, reclama una investigación para dar «sepultura digna» a García Lorca junto a los tres hombres asesinados con él y más datos sobre la muerte violenta del escritor, informó la agencia de noticias Efe.
La denunciante es Nieves García Catalán -nieta del maestro Diósforo Galindo, fusilado junto a García Lorca-, sobre una entrevista hecha el año último a un exdiputado, José Antonio Valdivia, responsable de Obras en Granada en 1986, cuando se encontró un fémur que fue removido de su sitio, en un parque de la localidad de Alfacar.
García Catalán solicitó que se tome declaración a Valdivia y al hispanista irlandés y experto en Lorca, Ian Gibson, además de la aportación de pruebas documentales, como las hojas de servicio de la Guardia Civil española de los días de agosto de 1936 en los que Lorca fue asesinado.
La denuncia también recuerda que, en 2018, un organismo del Gobierno regional de Andalucía publicó un documento para exhumar restos en el lugar donde podría haber sido enterrado el dramaturgo, pero que no llegó a ejecutarse nunca.
García Lorca fue asesinado extrajudicialmente cerca de Alfacar un mes después del estallido del golpe de Estado que derivó en la Guerra Civil Española, y sus restos permanecen en paradero desconocido.
La poesía lorquiana constituye una de las cimas de la poesía de la Generación del 27 y de toda la literatura española; reflejo de un sentimiento trágico de la vida, en la que conviven tradición popular y culta.
Mientras que su teatro es, con el de Valle-Inclán, el de mayor importancia escrito en castellano en el Siglo XX, poético en el sentido de que gira en torno de símbolos medulares como la sangre, en espacios míticos y de un realismo trascendido, como «La zapatera prodigiosa», «Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores» y «La casa de Bernarda Alba».