El pequeño municipio de Candelara, una fracción de Pesaro, en la región de Las Marcas (centro de Italia), invitó al misterioso artista callejero Bansky a visitarlo y realizar allí sus obras: «Querido Banksy, sabemos que es imposible solo imaginar que puedas venir a vernos para traer una sonrisa a nuestra pequeña comunidad. Imposible pensar que nuestras paredes te puedan servir para escribir una página de protesta hacia el orden constituido. Pero al menos queremos que sepas que tenemos páginas en blanco por escribir«.
Así escribió en una carta abierta al maestro del «street art» Lorenzo Fattori, curador de CandelarArt y operador cultural del pequeño municipio, de casco histórico renacentista y sede de una «sagra» (fiesta popular de origen religioso) pre navideña a la luz de las velas, llamada «Candele a Candelara».
Desde el pasado verano boreal Candelara descubrió «y vivió en sus paredes» el «street-art», tanto que lanzó un proyecto para convertirse en un gran museo a cielo abierto.
Detalle de una obra del artista británico Banksy en la fachada del «The Walled Off Hotel» («El hotel enclaustrado») en la ciudad cisjordana de Belén (Palestina), este domingo. EFE
Al principio había dudas, pero «hoy, tras las primeras intervenciones del artista florentino Blub, la mayor parte de los habitantes cambió de idea y está entusiasmado con la experiencia».
El «street artist» florentino llevó sus trabajos a los muros y antiguos arcos metálicos de Candelara: un ángel musical, un díptico que reúne un Autorretrato de Van Gogh y la Joven de la Perla, el doble retrato de Battista Sforza y Federico da Montefeltro, todos con máscaras de buzo y burbujas.
A ellos se unen obras «navideñas» como el brazo de Santa Claus que escribe con spray la frase «Una conciencia despierta es un auténtico don».
Fattori escribe que la gente del lugar descubrió que el «street art» es «una expresión de arte imprevisible e incontrolable. Cada día puedes despertarte con la incógnita, el deseo y la esperanza de abrir la ventana, o salir al aire libre y encontrarte una nueva obra».
La gente del lugar descubrió que el «street art» es «una expresión de arte imprevisible e incontrolable. Cada día puedes despertarte con la incógnita, el deseo y la esperanza de abrir la ventana, o salir al aire libre y encontrarte una nueva obra», dicen en Candelara.
«Descubrimos que el arte urbano puede convivir con la belleza arquitectónica de nuestro pueblo -agregó- y puede revalorizar y enriquecer nuestro tejido urbano, hecho de pequeños rincones debido a a la presencia de iglesias y edificios históricos».
Sorpresa. Es lo que nos deparan las intervenciones callejeras, siempre inesperadas, del artista.
«La magia de la ‘street art’ en nuestro país fue la de unir a personas de edades, cultura y estado social diferente, acercando sobre todo a quien nunca entró en un museo al maravilloso y onírico mundo del arte», explicó Fattori.
«Y hoy son sobre todo los jóvenes -concluyó- quienes preguntan «¿por qué no invitamos a Banksy a Candelara? Por qué debemos decepcionar sus esperanzas?»
Fuente: Clarín