Paradójicamente a lo que en el mundo se cree —incluso lo piensan en este país— en Argentina no existe un Museo del Tango. Carlos Gardel tampoco tiene uno que cobije sus recuerdos. Sus pertenencias fueron heredadas por Armando Delfino y quedó en la familia. mientras otras fueron adquiridas por coleccionistas que las compraron para preservarlas y así, de alguna manera, mantener viva la memoria del cantor que abrió a la música ciudadana las puertas de Europa y que pese a haber muerto a los 45 años —el 24 de junio de 1935 en un terrible accidente aéreo que también se llevó la vida de Alfredo Le Pera y los músicos que los acompañaron en la gira— sigue vivo en la memoria y en las intenciones de miles de turistas que llegan a la ciudad de Buenos Aires para conocer más de él.
Infobae Cultura visitó la oficina donde funciona, por el momento, la Fundación Internacional Carlos Gardel para estar en contacto con algunos de los objetos que pertenecieron al cantor. Un fonógrafo perfectamente cuidado y que aún funciona, una caja rectangular que luego descubrió entre sus brazos la guitarra que el zorzal usó para cantar en la película El día que me quieras (1935), nada menos… Cartas manuscritas y otras escritas a máquina, cheques y anotaciones para sus guitarristas, contratos con la Paramount y Emi Odeón; su galera, un pañuelo que hacía de corbata, una estufa de mano y otros tantos objetos que fueron parte de su día a día guardan el aroma de la nostalgia.
Otros miles de ellos esperan embalados en el sótano del edificio de la calle Viamonte, en pleno centro porteño, y en otros tantos en una oficina del tercer piso. En total hay cerca de 42 mil objetos de tango y 5 mil de ellos, que pertenecieron a Gardel, cuentan las horas para ser puestos a la vista de ese público que sabe que “Carlitos” cada día canta mejor y que solo anhela estar en contacto con aquellos elementos que un día él tocó.
“Tener que explicar quién fue Carlos Gardel es innecesario, pero vale la pena recordar que las costumbres y tradiciones que se transmiten de generación en generación, son igual de importantes que otros tipos de patrimonio y merecen ser cuidados del mismo modo, ya que forman parte del patrimonio inmaterial de los pueblos”, dijo Walter Santoro, director Ejecutivo de la Fundación Internacional Carlos Gardel.
Entre ellas hay 1300 discos de pasta de los cuales 100 son los denominado “de prueba”. Además, hay tres guitarras originales, 1580 fotografías, 110 cuadros de época, 230 afiches, objetos personales, documentos y cartas del artista. También un facón de oro, una rastra de oro y plata, diarios, revistas y documentación, entre películas y muchas otras pertenencias que actualmente conforman la colección más importante reunida hasta la fecha. Walter Santoro explicó a Infobae Cultura la historia del hombre nacido el 11 de diciembre de 1890 en Toulouse, Francia, a través de sus objetos de uso cotidiano.
-El fonógrafo: Seguramente lo que vimos en la Casa Museo de Jean Jaures (en el barrio del Abasto) era un fonógrafo de pie. Este perteneció a la colección de Ángel Olivieri debe haberlo tenido en su departamento. No tenemos fotos de Gardel junto al fonógrafo, sí con los discos, los álbumes de fotos. Debe haber escuchado varios de sus discos, para ver cómo salía, cómo sonaban, cómo se escuchaban. Es una pieza emblemática, se podría decir.
–Guitarra que es la que perteneció a Tito Lusiardo y que fue obsequiada por Gardel después de la película El día que me quieras. Es un regalo importante a un artista que sabemos quién es y esa guitarra fue la última adquisición de la fundación.
Fue comprada en Casa Nuñez (Circa 1921) y tras la muerte de Gardel pasó al guitarrista Pettorossi y luego fue adquirida por el Juan Fenoglio. El propio Gardel nos verifica que su don para el canto le viene dado desde la cuna aunque jamás dejó de esforzarse por aprender y rodearse de los mejores maestros que tuvo a su alcance ya que en diversas entrevistas contó que siempre le atrajo el canto folclórico y que su anhelo habría sido tener la capacidad de improvisar en una payada. Además, en su adolescencia era muy común verlo tomar una escoba a modo de guitarra e imitar a sus ídolos (de hecho, a lo largo de su carrera a sus guitarristas siempre les llamará “escobas”).
–Afiche de mano de la películas Las luces de Buenos Aires, de París. Es un afiche de maño y debe ser el único que existe.
-Rastra de oro y plata: Cuando se perfila para irse a viaja por Europa, en 1923, se manda a fabricar esta rastra y este facón de oro y plata, orfebrería uruguaya. No sabemos cuál fue el orfebre y esto fue rescatado de la cenizas del accidente aéreo. Nosotros lo mandamos a pulir.
La rastra, que se halló semi quemada entre los restos del accidente de Medellín en el que murió, está compuesta por monedas isabelinas de 5 pesetas y monedas de 20 dólares, siendo el resto de pesos argentinos. Le falta el tirador y no posee el sello del orfebre. La usó en Madrid, París y en muchas de las ciudades de la gira que realizó por Puerto Rico, Venezuela, Colombia y las islas de Aruba y Curazao. Esta gira tuvo un éxito impresionante ya que miles de personas esperaron su llegada para verlo en cada pueblo o ciudad en donde se presentó. La rastra es un elemento típico de la indumentaria del gaucho argentino, uruguayo y riograndense.
-Facón de oro y plata: También recuperado del terrible accidente de aviación donde falleció Gardel y sus acompañantes, en Medellín, Colombia. A Gardel le gustaba coleccionar objetos de campo; y sentía especial predilección por los puñales y facones. En este caso se trata de una pieza de colección, decorativa. Como sabemos, un facón era una herramienta de trabajo en mano de los gauchos, y un arma en manos de un matrero, en la ciudad.
Al parecer Gardel se enfrentó a cuchillo alguna vez, en su rebelde juventud y prueba de ello era una “afeite” o cicatriz que tenía en el rostro, en el lado derecho, debajo de la oreja, tal como se refleja en el expediente policial del año 1913. Muchos tangos y canciones de campo son un homenaje directo o velado al facón. Muchas veces es protagonista de duelos de honor.
–Libreta negra (1913): Llamada así por sus tapas, es el primer registro que hace Gardel los lugares donde empezó a aparecer. Cada vez que se anunciaba que iba a cantar en algún lugar salía en chiquito, en un recorte en el año 13, lo recortaba y lo pegaba en esta libretita. Para 1913, Gardel ya había grabado sus primeros discos en el sello Columbia y realizaba presentaciones más o menos regularmente, aún así su situación económica era muy precaria y todavía no podía vivir de su arte.
Ese mismo año El Morocho del Abasto emprende una gira por el interior de la provincia de Buenos Aires, aventura que comienza con la formación de un improvisado cuarteto: Carlos Gardel, José Razzano, Fransisco Martino y Saúl Salinas. Prepararon el repertorio criollo con entusiasmo, ensayando hasta 10 horas por día. Con el poco dinero que tenían alcanzaron a pagarse el pasaje en tren hasta Zárate a donde llegaron el 10 de julio para iniciar la gira. Los resultados no fueron los esperados y Salinas abandonó rápidamente el grupo después de las dos primeras presentaciones. Ante la falta de efectivo para abonar la cuenta del hotel donde se alojaban, debieron huir sigilosamente durante la madrugada.
El grupo, devenido en terceto, llegó el 19 de julio de 1913 a la ciudad de San Nicolás y en la librería y papelería de don Tomás Caballé Gardel compró una libreta de tapa dura negra y en ella comenzó a pegar algunos recortes periodísticos de sus actuaciones. Confeccionó un sello donde compuso con letras sueltas de goma el título de su diario: “Crónicas de mi gira artística, Carlos Gardel”. Así comenzaría una gran historia con futuros grandes éxitos.
-Corbata/ pañuelo de seda: consideramos que es el pañuelo de la suerte porque tenemos fotos de Gardel con esta corbata en el año 15 y en 35. También la que utiliza en los cortos y en un montón de lugares. Sabemos que la gente de la época era muy cabulera, entonces estamos convencidos de que esta era la corbata de la suerte que utilizaba cada vez que iba a estrenar. No sabemos si la adquirió personalmente o se la regalaron, pero lo cierto es que la primera referencia que tenemos es que la comenzó a usar en 1915 y a partir de ese momento quedó registrada en múltiples retratos fotográficos del cantor.
La utilizó, como su amuleto de la buena suerte, durante la filmación del corto Viejo Smoking, en octubre de 1930, en lo que fue su primera experiencia sonora en la gran pantalla. La grabación de esa película incluía una breve interpretación actoral de Gardel, muy lograda, por cierto. Hasta tal punto que quienes lo rodeaban lo incentivaron a dedicarse de lleno a las nacientes sound movies.
Pero El Mudo buscaba ingresar a escena por la puerta grande. Sabía que el cine podía proyectar su imagen y su voz a todos los rincones del planeta. Guardó esas cintas en las maletas y se marchó a Europa. Allí movería todos los hilos que fueran necesarios hasta hacerse un lugar en el podio de la cinematografía universal. Y a ese proyecto abocaría todos sus esfuerzos futuros… Y por supuesto, bien acomodada en la valija, se llevó su apreciada “corbata de la suerte”.
-Cigarrera cuyo hallazgo fue muy interesante, es un obsequio que le hace José Razzano en 1917. Recién en ese año fueron más conocidos y tuvieron un poco más de dinero. Si bien es una cigarrera dorada, con baño de oro y no es valiosa en sí misma, adentro tiene la dedicatoria: «Para Carlos Gardel, con admiración de José Razzano. “Cigarrera de metal dorado, obsequio de José Razzano a Carlos Gardel el 11 de diciembre de 1917”.
Gardel conoció al cantor uruguayo José Razzano, aproximadamente en 1911, y formaron dúo en 1913 cantando canciones. El comienzo de esta aventura, que duró seis meses, fue muy difícil y con resultados económicos muy magros: la primera gira juntos la realizaron siguiendo la ruta del tren y parando en diferentes pueblos de la provincia de Buenos Aires y de La Pampa en la que pasaban el sombrero para juntar monedas. Terminaron en Bahía Blanca y para pagar los pasajes de regreso a la Capital Federal tuvieron que vender sus guitarras. A fines de 1913, con una guitarra prestada, comenzaron a cantar todas las noches con un éxito cada vez más creciente y la situación financiera comenzó a mejorar notablemente. En 1917 lanzaron los primeros discos a dúo. Ese año, Gardel grabó su primer tango Mi noche triste, y debutó como actor cinematográfico en la película muda Flor de durazno.
-Álbum de fotos de una de las películas de Carlos Gardel, la Paramount le obsequiaba un álbum, con fotografías de la película. No son fotos de los cuadros de la película sino fotos tomadas en el momento de las escenas, tipo back stage.
Para promocionar las películas, o como objeto de merchandising, se tomaban fotos en los platós de rodaje. Más tarde esas imágenes se publicaban en la prensa o se vendían como postales. En este álbum Gardel fue recopilando varias de esas fotografías, para tenerlas como recuerdo de sus películas “Las luces de Buenos Aires” y “Melodía de arrabal” filmadas en París. El primer largometraje sonoro en el que participó fue rodado en Francia en 1931.
Si bien no fue protagonista en ese primer film, pero su aparición fue tan exitosa a nivel mundial que la Paramount se apresuró a ofrecerle un nuevo contrato, con el rol protagónico. La segunda película fue Espérame, (septiembre 1932). Al mes siguiente participó junto a la actriz Imperio Argentina en el cortometraje La Casa es Seria. El cuarto film francés fue Melodía de arrabal, largometraje musical protagonizado por Gardel, dirigido por el francés Louis J. Gasnier que constituye la última de la serie de películas francesas de Gardel realizadas por la empresa estadounidense Paramount.
–Mate regalado por el presidente uruguayo. De un lado está todo tallado, es un mate galleta; de un lado hay una carrera y del otro lado tiene un escudo uruguayo y del lado de enfrente dice RA (República Argentina). Se lo regala como hermando los dos países.
Gardel fue un gran cultor del mate y lo disfrutaba. Debido a sus compromisos artísticos solía acostarse muy tarde y en general dormía hasta pasado el mediodía y Berta Gardes, su madre, o en su ausencia Anaix Beaux, lo despertaban y le cebaban unos “amargos” mientras charlaban y él les contaba todos los detalles de la presentación de la noche anterior.
El 5 de octubre de 1933 cantó en una fiesta privada en la residencia presidencial del Dr. Gabriel Terra en Montevideo, y allí, según cuenta la historia, le obsequiaron este mate, del tipo»galleta» que de un lado tiene grabadas las iniciales de la República Argentina y del otro lado tiene el escudo uruguayo, unidos por grabados de carrera de caballos.
–Galera utilizada por Carlos Gardel en la película Tango Bar, Long Island, New York. Febrero 1935: A partir del éxito de sus presentaciones en París, Gardel comenzó a ganar buen dinero y a vivir la vida con todos los lujos, adoptando el estilo europeo de la aristocracia, así como a las costumbres y de “bon vivant”. Adquirió entonces muchas joyas finas, trajes y sombreros; y le daba mucha importancia a los perfumes (en lo posible de origen francés) y fragancias de sus cosméticos (que usaba en profusión) en frascos con tapa de plata. La gomina que usaba en el pelo tenía olor a lavanda. Encargó diseños a varios joyeros, entre ellos a los “Van Cleef”, joyería donde Carlos se hizo diseñar el “pendentif” de ónix y brillantes que luego regaló a Marie Berthe Gardes, hacia 1933.
Su cuidado por la imagen se acentuó a partir de su participación en el cine en una época en que el sombrero era una parte imprescindible del vestuario.
-Estufa de mano: una invención argentina de 1902. Lo que se hacía era poner bencina y uno se ponía las manos entre medio y mantenía las manos calientes. Es algo muy interesante. Al igual que el resto de los habitantes porteños, Gardel sufría mucho el frío húmedo proveniente de la cercanía con el Río de la Plata, sobre todo cuando había que hacer viajes en galeras o largas caminatas y sumado a que realizaba permanentes presentaciones en el interior del país todos los accesorios eran válidos a la hora de hacerle frente al clima adverso.
Entre sus posesiones personales se encontró este singular aparato: se trata de una original estufa calienta manos, conservada por el coleccionista Ángel Evaristo Olivieri. Es un invento argentino y funciona con bencina, pero en vez de fuego emite calor mediante combustión catalítica. Su tiempo de uso era cerca de 20 horas y era prácticamente inoloro, aunque las reposiciones de bencina lo encarecían bastante. Por ser solo vapor de combustible, se evitaba el peligro de incendios. Para apagarla era necesario dejarla al aire durante pocos minutos.
–Reloj cronógrafo Longines. Fue regalado por la Hora Geniol, un programa de radio Splendid, en 1929. Este reloj tenía la posibilidad de tomar el tiempo de los caballos. Sabemos que Gardel era muy burrero y este reloj le venía perfecto para tomar los tiempos en las carreras.
Gardel nunca perdió la afición por las carreras y hasta llegó a tener su propio Stud, bautizado “19 de Abril” (fecha que conmemora la epopeya de los 33 Orientales). Su caballo más famoso fue Lunático, que intervino en treinta y cuatro carreras entre 1925 y 1927. El jockey Irineo Leguisamo, su gran amigo, fue protagonista de una decena de triunfos guiando a Lunático.
La necesidad de museo para el tango, para Gardel y un mensaje para Alberto Fernández
La Fundación Internacional Carlos Gardel nació con el objetivo de “preservar, construir y garantizar no sólo local sino también internacionalmente la imagen de uno de los artistas más destacados del planeta. Desde su muerte, el 24 de junio de 1935 (en Medellín, Colombia), su nombre se convirtió en un icono capaz de cruzar fronteras y de seguir multiplicando adeptos”, dijo Santoro.
Al recordar la reciente historia de la flamante entidad señaló “es un trabajo que encaré en 2006, cuando resolví fundar la Fundación Industrias Culturales Argentinas y dentro de estos abrimos un programa Rescate Patrimonio de Tango que vino en relación a los grandes coleccionistas que durante toda su vida estuvieron recolectando objetos y armando esas colecciones y que ya se están yendo de este mundo y que no sabíamos qué iba a suceder con esa colección. Hoy, para la mayoría de las familias tener colecciones guardadas es muy difícil porque no está el espacio ni el dinero para sostenerlas y vimos que era dificultad, creemos que todo eso tiene que ir a un museo”.
Además, reveló que consideró que la propuesta de generar ese espacio pareció más simple. “Creíamos que iba a ser muy sencillo, cuando ofreciéramos al Estado más de 42 mil objetos en total de tango y 5 mil correspondientes a Gardel, fundar el Museo del Tango con el nombre de Carlos Gardel, él fue el que abrió el camino para que todos los demás hoy puedan estar, y el mundo, disfrutando este éxito”.
En referencia a los objetos que pertenecieron al cantor, recordó que “lo más importante es la transferencia de los derechos para que desde ahí se pueda seguir manteniendo vigente la memoria de Carlos Gardel y no para las futuras generaciones va ir desapareciendo y es una locura que alguien que hizo tanto por el país quede en el olvido” ya que “son casi 5 mil objetos”.
Consultado sobre por qué no hay, aún, museo para el tango ni para Gardel con esa cantidad de objetos sin destino, Santoro explicó: “Lo que la mayoría de la gente nos critica porque no está exhibido, no tenemos el espacio físico para exhibirlos. Yo creo que del museo del tango, que debe ser el museo Carlos Gardel, tendría que estar todos pendientes. Para esto, proponemos que el Palais de Glace, un edificio emblemático sobre todo porque tiene naturalmente una pista de baile y el tango es baile, es el eje. Es baile, poesía, historia y creemos que es el lugar ideal, amén de que Gardel cantó ahí. Ese lugar que fue cerrado, fue vuelto a abrir para bailar tango”.
Sobre el mismo tema remarcó que “la mayoría de los argentinos cree que existe el museo del tango». “Lo primero que hace un turista e incluso un argentino es pensar ‘cómo no hay un museo del tango’. ¡No, realmente no hay.!No hay museo donde se contenga todo este importante patrimonio y, la verdad, es un atentado contra nuestra identidad”.
En ese tono se refirió al compromiso que podría asumir el flamante presidente, Alberto Fernández: “Más allá de lo político, en lo cultural, este nuevo gobierno tiene la oportunidad de ser Gardel, para todos los argentinos y el mundo. Tras el anuncio último, cuando llego a sus manos una colección sobre Jorge L. Borges, Alberto Fernández, planteo la necesidad de crear un museo con esa colección y no guardarla en algún reducto del Estado sino de darle un lugar donde todos los argentinos y el mundo puedan visitar y saber de qué podemos ser capaces de grandes logros y marcar huella en el mundo, de valorizar aquello que nos hizo ser reconocidos a nivel mundial”.
En ese tono aseveró que «creo que nace una nueva oportunidad para nuestra cultura y nuestra economía ya que no solo tenemos que hablar del resguardo de nuestra historia sino de la mejor inversión extranjera que podemos canalizar, la del turista que viene a nuestro país no porque la Argentina esté de remate sino por ser el punto neurálgico de aquella pasión que hoy es furor en el mundo y se encuentra en argentina su origen: el Tango y Gardel”.
Fuente: Infobae