Malabaristas y mimos, colores flúor y brillos, equilibristas y acróbatas. Son las siete de la tarde. Los termómetro marcan 30 grados en la capital de Salta. Nada grave, es calor seco. El nuevo polo cultural es grande, ocupa casi una manzana. El techo es alto. Las paredes color siena. El parque que lo rodea hace que no sea un edificio discreto y que los habitantes y turistas puedan llegar por equivocación en cualquier momento del día y salir de la rutina.
En la puerta hay una cinta con los colores de Argentina donde se ubican los funcionarios y políticos que llegan para la inauguración: Juan Manuel Urtubey junto a su esposa Isabel Macedo, el ministro de Cultura, Turismo y Deportes Juan Manuel Lavallén con otros ministros de la provincia, Francisco De Narváez y, unos minutos más tarde de lo previsto, Gustavo Sáenz, próximo gobernador de Salta.
Antes de las ocho se apropió del teatro del complejo InPulso Company, un grupo de jóvenes que no dejan nada de lado: son músicos, cantan, bailan y hacen acrobacia con mucho talento. No solo lograron que cada funcionario y espectador de la sala participara con aplausos y cantos, sino que a través de la pantalla fija (conectada online con el teatro) ubicada en el parque natural que rodea a la Usina pudo verlo cualquier persona y bailar a su ritmo.
Ocho y media pasadas, luego de unas breves palabras de Sáenz, Urtubey bromeó con que esta -la parte de los discursos- era la más aburrida del acto y, con la poca voz que le quedaba, hizo hincapié en que esta enorme inversión se debe a que Salta es una provincia donde se levanta una piedra y se encuentra un artista. Luego de sus 12 años de gestión afirmó: “Seguramente todo lo que viene por delante es mejor de lo que tenemos”.
Luciano Lemme, uno de los payasos que durante todo el evento interactuó con el público confesó: “Me vine desde Tucumán sin tener idea de la magnitud del evento”, como él participaron artistas de todo el mundo. La Usina para la que se trabajó durante dos años y medio y costó $86 millones, cuenta con un anfiteatro en el que en esta oportunidad se escucharon clásicos de Los Beatles interpretados por la Orquesta Sinfónica Infantil y el Coro Inicial y Juvenil de Salta.
“Tener un nuevo polo cultural hace que seamos un pueblo mejor en el momento difícil que vivimos” remarcó Sebastián Giménez, uno de los integrantes de Ahyre (nuevo proyecto musical de algunos de los exHuayra) haciendo alusión al golpe de estado del país vecino, Bolivia y a la crisis chilena. Así la banda cerró a las nueve pasadas la inauguración oficial.
En días convulsionados por la situación en América Latina y de transición política para la provincia, llegó el recreo para los salteños. “La idea es que la gente salga de laburar, coma algo en los Food Trucks y se pueda tirar a leer un libro. Tuvimos una gran discusión si cercábamos el espacio o no, pero decidimos no hacerlo porque tiene que ser un espacio para que la gente lo haga propio” comentó Lavallén en exclusiva para Diario de Cultura mientras un equilibrista a pocos metros hacía acrobacias sobre una cinta.