Las redes tienen el potencial de permitir medir pasivamente la soledad a lo largo del tiempo, dicen los investigadores.
La soledad es considerada un problema de salud pública. Diversos estudios epidemiológicos asocian el sentirse solo -algo que en Estados Unidos afecta a uno de cada cinco- con mayor riesgo de depresión, enfermedades cardiovasculares y demencia, entre otras afecciones. Por eso, un equipo de investigadores de Penn Medicine -que depende de la Universidad de Pennsylvania, Estados Unidos- desarrolló un modelo para ver qué temas podrían asociarse con la soledad accediendo a las publicaciones de usuarios en .
Al aplicar modelos analíticos lingüísticos a los tuits, los investigadores encontraron que los usuarios que tuiteaban sobre la soledad publicaban con mucha más frecuencia sobre preocupaciones de bienestar mental y cuestiones vinculadas a conflictos en relaciones, uso de sustancias e insomnio.
Los hallazgos del trabajo publicado en la revista BMJ Open podrían llevar a una identificación más fácil de los usuarios que están solos, lo que podría contribuir a brindarles apoyo, incluso si no tuitean explícitamente sobre sentirse solos.
«La soledad puede ser un asesino lento, ya que algunos de los problemas médicos asociados con ella pueden tardar décadas en manifestarse», explica la autora principal del estudio, Sharath Chandra Guntuku, investigadora del Centro de Salud Digital de Penn Medicine.
«Si podemos identificar individuos solitarios e intervenir antes de que las condiciones de salud asociadas con los temas que descubrimos comiencen a desarrollarse, tenemos la posibilidad de ayudarlos en forma temprana -continúa-. Esto podría ser muy poderoso y tener efectos duraderos en salud pública».
Al determinar temas típicos y marcadores lingüísticos publicados en las redes sociales que están asociados con personas que se sienten solas, el equipo descubrió algunos de los factores necesarios para construir un «sistema de predicción de soledad».
«Las redes sociales tienen el potencial de permitir a los investigadores y clínicos medir pasivamente la soledad a lo largo del tiempo -añade la coautora del estudio Rachelle Schneider, coordinadora de investigación en el Centro de Salud Digital-. Mediante la validación de nuestros datos, podemos desarrollar una herramienta confiable y precisa para hacer este monitoreo».
Centrándose en los usuarios de Twitter en Pennsylvania con cuentas de acceso público, el equipo encontró 6.202 que incluyeron palabras como «solitario» o «solo» más de cinco veces durante el período revisado, que se extendió de 2012 a 2016.
Al compararlos con un grupo similar que no tenía esa palabra incluida en sus publicaciones, los investigadores hallaron que los usuarios «solitarios» tuitearon casi el doble y con mucha más durante la noche.
Cuando los tuits se analizaron a través de varios modelos analíticos lingüísticos diferentes, los usuarios que publicaron sobre la soledad tenían una asociación extremadamente alta con la ira, la depresión y la ansiedad, en comparación con el grupo «no solitario».
Además, el grupo solitario se asoció significativamente con tuitear sobre conflictos con las relaciones, uso de sustancias («fumar», «hierba» y/o «borracho» ) y problemas con la regulación de sus emociones («Sólo quiero», «No puedo» y/o el uso de insultos).
«En Twitter, encontramos usuarios solitarios que expresan la necesidad de apoyo social, y parece que el uso de insultos y la expresión de ira es una señal de que no lo han hallado -señala Guntuku-. En el futuro, tendremos que probar esto para determinar si uno puede causar el otro: ¿la soledad causa enojo o viceversa?».
Los usuarios del grupo que no publicaron sobre la soledad parecían mostrar algunas conexiones sociales, ya que se descubrió que tenían más probabilidades de entablar conversaciones, especialmente al arrobar a otros usuarios en sus tuits.
La autora principal del estudio, Raina Merchant, directora del Centro de Salud Digital, explica que una vez que se identifica la soledad, se puede abordar de varias maneras.
«Está claro que no hay un modelo único -dice-. Algunas intervenciones incluyen sistemas de amigos, redes entre pares, terapia y desarrollo de habilidades para navegar las interacciones diarias con los demás.»
En el futuro, los investigadores esperan desarrollar un sistema que permita medir mejor las diferentes dimensiones de la soledad que los usuarios sienten y expresan. Guntuku señala que los primeros trabajos muestran que el modelo predictivo que desarrollaron como resultado de este estudio predice con precisión la soledad en una población de personas que optó por compartir sus datos de Twitter y realizó una encuesta validada de soledad.
La esperanza es lanzar pronto una iniciativa que identifique a los pacientes solitarios que reciben atención en el hospital y luego desarrollar intervenciones para ellos y sus familias.
Fuente: Clarín