Mientras “No Time to Die”, la nueva película de James Bond con Daniel Craig como 007 ya está en su etapa de posproducción (la fecha de estreno en la Argentina es el 9 de abril de 2020), Ian Fleming, el mítico autor del espía más famoso del cine, vuelve a ser noticia, pero esta vez por sus propias experiencias al Servicio Secreto de Su Majestad. Nacido en 1908, el escritor de las novelas de James Bond fue un auténtico espía a cargo de operaciones importantes durante la Segunda Guerra Mundial, entre ellas una que estaba atenta a una hipotética intervención activa de la España franquista en la guerra junto a Hitler y Mussolini, lo que habría puesto en una situación más comprometida a la solitaria Inglaterra de Winston Churchill: el Reino Unido debió soportar un durísimo primer año contra los nazis sin ningún otro apoyo, cuando la Unión Soviética aún era aliada del fascismo y los Estados Unidos permanecían fuera del conflicto; justamente, en una misión previa, Fleming había anticipado que Japón probablemente atacaría por sorpresa a los EE.UU. sin una declaración formal de guerra, lo que en 1941 fue el bombardeo de Pearl Harbor.
Churchill no pensaba dejar desatendido el frente español en el caso que Franco se pudiera unir a Hitler; en ese momento lo más razonable era que las fuerzas españolas se unieran a los italianos y Rommel, “el zorro del desierto”, en el frente africano, sitio estratégico para lo que tenía que ver con el Canal de Suez. Si Franco hubiera cedido a las presiones de Hitler y se hubiera unido a la guerra, el plan de Churchill era lanzar una invasión a España: Ian Fleming fue el encargado de organizar la confección de mapas para ubicar los mejores puntos de ataque a la península ibérica. La operación se hizo desde Gibraltar, con misiones aéreas secretas que fotografiaron varias zonas, hasta que pudo entregar a sus superiores mapas de Oviedo y Gijón.
Los mapas de Oviedo y Gijón elaborados por el autor de James Bond.
La misión que logró estos mapas secretos fue denominada por el propio Fleming como “Operation Goldeneye”. El nombre fue homenajeado en el film de 1985 -con Timothy Dalton, aquel flojo 007- en la época en que ya no quedaban novelas de Fleming para ser llevadas al cine y los guionistas inventaban historias recurrentes para que el personaje creado por este espía de la vida real siguiera siendo redituable en la taquilla mundial, estrategia que es la misma tantas décadas más tarde; “No Time to Die” tampoco esta basada en un auténtica historia de Fleming, sólo en los personajes.
El Capitán Fleming –ese era su cargo como miembro fundador del SOE, sigla de Special Operations Executive, unidad de actividades ultrasecretas en tiempos de guerra del MIR, abreviación del Military Intelligence Department-, presentó estos mapas que revelan detallados ejemplos de espionaje cartográfico de la Segunda Guerra Mundial, y que a pesar del tiempo transcurrido fueron desconocidos para el público hasta hace pocas semanas, cuando fueron desclasificados por el gobierno inglés, y hoy pueden ser consultados en la Universidad de Texas, de donde fueron solicitados por la BBC para su publicación masiva.
En este momento en que España revisa de manera conflictiva los tiempos del franquismo, incluyendo los debates sobre qué hacer con la tumba del Generalísimo Franco, el gigantesco monumento del Valle de los Caídos, los mapas de Oviedo y Gijón de una época en la que España estuvo a punto de luchar junto a Hitler y Mussolini generaron un enorme impacto, y fueron reproducidos en todos los medios. Hay muchas cosas que no se saben sobre las misiones secretas de Ian Fleming, y no faltan los expertos en su obra que aseguran que seguirán apareciendo
Fuente: Ámbito