Luis Alberto Spinetta chasquea los dedos, marca el tempo, Úndos, Úndos, Úndos, canta algo así: taaaaa, ra, ta, taaaaa, da-rurirá, da-raruririraaaaaááá. Luis está en una entrevista. Canta la melodía de “A estos hombres tristes”, canción del primer disco de Almendra, del cual se cumplen 50 años. Dice: «Es un tema de gran importancia para nosotros por la enorme fusión».
Ese “nosotros” es Almendra, es la casa de los viejos de Spinetta en la calle Arribeños donde ensayaban. Ese “nosotros” son los tonos de las canciones que escribían en la pared de la habitación, digamos, ponele, un fa disminuido; son las citas de Bernard Shaw que anotaba ahí Rodolfo García, baterista; son esas palabras que se leen escritas “ópera”, “obertura”.
Dice Spinetta sobre “A estos hombres tristes”: nos sentíamos Modern Jazz Quartet, Dave Brubeck, “ese tema es Buenos Aires”. Lo dice así: es Buenos Aires. Agrega: “Para nosotros ESE (Luis acentúa el “ese”) tema es clave, eso marca quizás toda, toda mi carrera también”. Y también —la entrevista es del programa Elepé con Nicolás Pauls en 2008— Luis la elige como su canción favorita del disco: “Es lo más completo que quisimos reflejar”.
Madrugada de este viernes 18 de octubre. Le mando un mensaje por Facebook a Juan Carlos “El Mono” Fontana (pianista de décadas de Spinetta, compositor, ajedrecista del sonido, maestro). Hablamos de “A estos hombres…”. Me dice: “Todas estas canciones, sin ser tango o folclore, es música de Buenos Aires. Hay como un jazz, pero urbano de acá de Buenos Aires en los 60. Eso siento cuando escucho esas músicas. Luis, por más que estuviera influenciado por alguien, su impronta era más fuerte”. (Escuchen el disco Cribas del «Mono», de 2006, dis-ca-zo).
Sí, hay cosas en «A estos hombres…» de los tarareos de los franceses Swingle Singers, del “María de Buenos Aires” que habían estrenado un año antes, en el 68, Piazzolla y Ferrer. Pero ciertamente la impronta de Spinetta es más fuerte: Luis está empeñado en la sensibilidad.
La canción refleja, a su modo, la juventud irrumpiendo en lo urbano en los años de Onganía y el Cordobazo. Como se lee en el libro Tu tiempo es hoy (Una historia de Almendra) (Eterna Cadencia, 2017), de Julián Delgado, es una canción que sale a disputar, con sus propios medios, el sentido de la ciudad, que sale a construir una nueva música urbana (Lean, también, Martropotía, conversaciones de Spinetta, de Juan Carlos Diez; librazo).
Dice Rodolfo García: “Hoy con ese tema un grupo haría un CD”. Dice el Indio Solari, en una entrevista, en 2000: “El primer disco de Almendra me pareció maravilloso”.
Cuánta Ciudad, cuánta sed, cuánto Spinetta.
Fuente: Clarín